¿Cómo debemos ver a congregaciones en la apostasía?
De «Creced» 10/2009
Pregunta de Argentina
Hermano Gardner: Recibo algunas publicaciones de hermanos liberales tales como «La Voz Eterna», «El Pueblo de Dios», «La Crónica Cristiana», etc., así como también veo algunos sitios en el Internet de estos mismos hermanos. Lo que me hace pensar, y me pregunto… ¿Hasta que grado ellos son nuestros hermanos? Digo esto porque me sorprende el grado de liberalismo que ellos muestran. Me preocupa, ya que las prácticas demostradas son bien sectarias y están mas apegadas al las prácticas humanas, que a las que tiene que ver con la iglesia bíblica y el cristianismo primitivo.
¿Cómo ve usted hoy a los hermanos liberales? ¿No ve a ellos como una denominación? ¿Hasta cuando le podremos seguir llamando «nuestros hermanos»?
Comentario
Es verdad que muchos de nuestros queridos hermanos están alejándose de la sencillez que vemos en las congregaciones que seguían a Cristo en el primer siglo. Entre ellos vemos personerías jurídicas nacionales, institutos nacionales, convenciones nacionales e internacionales, etc. con diferentes niveles de poder y autoridad. Algunas de estas alianzas representan algo como diocesises «Iglesia de Cristo.» Otras dan órdenes a las congregaciones que se sujetan a ellas como si fueran Roma. También vemos agencias sociales Iglesia de Cristo, hospitales Iglesia de Cristo, clínicas Iglesia de Cristo, equipos de básquetbol y voleibol «Iglesia de Cristo,» Doctores de teología, Doctores del ministerio y un montón de otros títulos y prácticas que han copiado del mundo evangélico. No cabe duda que existe una denominación «Iglesia de Cristo.» Negarlo es negar lo obvio.
Lo que NO nos toca hacer con respecto a estas congregaciones en varias etapas de apostasía
* Juzgar el destino final de sus miembros. ¿Hasta qué punto en la apostasía Dios todavía considera a una congregación a ser Suya? No nos toca hacer esta decisión. Sabemos que Dios es misericordioso y que dio tiempo a las congregaciones de Corinto, Efeso, Laodicea, Sardis, etc. a arrepentirse (1 Corintios, Apocalipsis 2,3).
Hay que recordar también que había algunos en la iglesia apóstata de Sardis que todavía no habían «manchado sus vestiduras» (Apoc. 3:4). Estoy convencido que hay millones de discípulos humildes entre congregaciones influenciadas por las corrientes sectarias, que han sido bautizados en Cristo para el perdón de sus pecados y que no tienen otro deseo sino servir a Cristo en la mejor forma que saben a pesar de la fanfarronea alrededor de ellos. Son demasiado humildes para preocuparse por el orgullo y la política de la hermandad que está detrás de mucha de la apostasía que vemos. Hay que recordar que los líderes que aparecen en las fuentes que usted ha mencionado son por lo general los más avanzados en su alejamiento de Cristo en comparación con los discípulos humildes entre ellos, aunque muchos de ésos sin duda son sinceros.
* Considerarnos superiores a ellos. Algunos pocos quizás señalen los excesos de hermanos liberales para sentirse superiores espiritualmente a ellos. De nada sirve señalar los errores de otros si somos carnales, poco amorosos, poco misericordiosos y evangelizamos poco. «Os digo: No; antes si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente.» (Lucas 13:5)
Lo que sí nos toca hacer
* Enseñarles un mejor camino con amor y humildad – El mejor camino, mejor decir, el único camino, es el sencillo enseñado por Jesucristo, el cual tuvo un enfoque en El y en Su humildad y no en las tradiciones de un movimiento ni los institutos del mismo. Pido sus oraciones para que a través de este pequeño boletín podamos despertar la conciencia de buenos hermanos que todavía no se han dado cuenta del peligro de la gran apostasía en muchas iglesias de Cristo.
* Tratar de mantener las puertas abiertas para la comunicación. Aunque los promovedores de los proyectos sectarios nos tilden de «anti» y traten de demonizar a nosotros porque representamos una amenaza a sus programas sectarios y su control sectario sobre redes de congregaciones, hay buenos hermanos influenciados por ellos que muchas veces están dispuestos a analizar la Biblia amorosamente con nosotros. Personalmente, creo que es mejor enseñar la verdad y dejar que otros nos cierren la puerta para la comunicación y no cerrarla nosotros mismos.
* Orar por ellos. Pidamos que Dios nos ayude a rescatar a muchos de la apostasía y que tenga misericordia de los que se confundan por la misma (2 Chron. 30:18-20), tal como pedimos su misericordia para con nosotros mismos.
Son nuestros hermanos
Creo deber tratar a todo aquel que haya sido bautizado bíblicamente en Cristo como mi hermano. Muchos, por supuesto, están muy lejos de Dios como lo estuvo el hijo pródigo. Otros, serán como Apolos, dispuestos a aprender más correctamente el camino del Señor. Dejaremos en Sus manos el determinar si varios individuos todavía son Sus hijos o no. En todo, debemos contender por la fe sin ser contenciosos, ser firmes pero humildes, francos pero mansos y valerosos pero no imponentes. ¡Que Dios nos ayude!