¡Así no se resiste la tentación!
De Creced. 2/08
Un Señor con exceso de peso declaró a todos que iba a comenzar un régimen para perder peso. Sin embargo al entrar en su oficina el siguiente día, llevaba como media docena de churros y era obvió que ya había comido dos o tres.
“¡Pensé que usted iba a comenzar una dieta para perder peso!” le dijo la secretaria.
“Es qué antes de pasar por dónde está la churrería, me dije, ‘Si no hay fila para comprar churros es una señal de Dios que quiere que compre churros,’” le contestó el Señor.
“¡No me diga!” respondió la secretaria.
“Sí,” contestó el corpulento, “¡Volví siete veces y la séptima vez ya no hubo fila!” (Paul Earnhart)