Los peores «Estudios bíblicos»
De «Creced» 9/2009
¿Cuál es la peor clase bíblica a la que usted haya asistido? Si usted es cristiano de hace años, sin duda viene una a su mente ahora. Aunque un buen estudio bíblico puede animarnos y motivarnos, los que son mal presentados pueden confundirnos y perjudicar las almas de los presentes.
A continuación damos una lista de características de los peores estudios bíblicos en orden reverso del mal que representan (en la opinión del escritor).
(10) Los que son demasiado largos cuando hay inconversos o niños espirituales presentes.
(9) Los dominados por comentarios largos – Algunos dan comentarios largos que desvían al maestro del hilo de su mensaje. Algunos lo hacen porque son egoístas y quieren dominar el estudio y otros lo hacen porque no tienen sentido de tiempo ni de organización. Para evitar esto, es importante que los participantes den comentarios breves que lleven al grano.
(8) Los discursos largos de parte del maestro – Algunos maestros hablan largos ratos, a veces en forma monótona, sin dar oportunidad a otros de hacer preguntas o comentarios. Así la gran ventaja de este arreglo, un intercambio educativo, se pierde.
(7) El enredarse en especulaciones o en puntos imprácticos – Las genealogías (listas de antepasados) se encuentran en la Biblia. Sin embargo, Pablo advirtió a Timoteo a no prestar atención a «genealogías interminables, que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que es por fe» (1 Timoteo 1:4). Aunque no habría estado mal mencionar las genealogías y aun analizarlas brevemente, no habría provecho en enredarse en ellas.
Así hoy en día algunas clases bíblicas se dominan por teorizar sobre profecías difíciles, especulaciones de varios tipos y otros temas que aunque merezcan mención y breve análisis, no tienen mucho provecho práctico. Oí una vez un estudio bíblico de 50 minutos donde la única cuestión analizada era, ¿»Cuál es la diferencia entre un ladrón y un bandido.» ¡No había mucha alimentación espiritual aquella noche!
(6) La falta de organización- El mensaje bíblico es organizado, con principio, razonamientos y conclusión y así debe ser nuestro análisis del mismo. Cuando los maestros bíblicos suben y hablan primero de una cosa y luego de otra, sin demostrar el hilo del mensaje bíblico, el resultado es la confusión y el aburrimiento.
(5) Los estudiantes no tienen interés – A veces aunque el maestro hace lo mejor que pueda, los estudiantes se ven distraídos y aburridos. Bostezan y miran el reloj y en otras formas se demuestran poco interesados como lo eran los judíos en el tiempo de Malquías que declararon acerca de la adoración, ¡»Que fastidio es esto»! (Malaquías 1:13) Peor es aun cuando hay visitas presentes para observar la indiferencia de los que supuestamente aman a Dios de todo corazón.
(4) El maestro no tiene interés – Es desastroso cuando los que enseñan parecen estar aburridos, enseñando con poca preparación y entusiasmo. Están allí porque sienten alguna obligación de enseñar, no porque aman la palabra de Dios ni los oyentes. Son como los sacerdotes en el tiempo de Malaquías (2:7-9).
(3) Los que no se basan en la Biblia – Algunos «estudios bíblicos» tienen que ver más con la política, la psicología o el mundo del espectáculo más que enseñanza práctica las escrituras. Se citan pocos textos y analizan pocos principios bíblicos. Aunque los participantes piensen estar ganando algún beneficio espiritual, están llenándose de comida poco nutritiva y mueren por falta de verdaderas vitaminas espirituales.
(2) Los que presentan falsas doctrina – La falsa doctrina es como el veneno. Aun cuando sea dada en pequeñas dosis, poco a poco mata a los que la ingieren. Por esta razón es esencial que los maestros presenten solamente el consejo de Dios, dando libro, capítulo y versículo para apoyar los elementos esenciales de su enseñanza. Los que oyen tienen la responsabilidad de imitar a los judíos de Berea y «escudriñar cada día las escrituras» (Hechos 17:11) para estar seguros que lo que reciben tiene respaldo bíblico.
(1) Cuando hay pleitos durante el estudio – A veces hay desacuerdos en cuanto a textos bíblicos durante estudios bíblicos, se arman líos en medio de ellos y se oye el sarcasmo y aun gritos y amenazas. Este tipo de problema no es nada nuevo porque Pablo tuvo que advertir a Tito, «Evita las cuestiones necias, y genealogías, y contenciones, y discusiones acerca de la ley; porque son vanas y sin provecho»(3:9).
Cuando todos aman a Dios y los hermanos de todo corazón, entonces el estudio colectivo de la Biblia es educativo, animador y alumbrante. Pero cuando falta el amor a Dios y a los hermanos, vemos las características dadas arriba que hacen mucho daño a la causa de Cristo.