¿Somos Conocidos Por Nuestro Amor?
“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si os tenéis amor los unos a los otros” (Jn. 13:35)
Siempre me siento un poco mal al leer este texto. Aunque la mayor parte de mis hermanos son amorosos, todos los meses recibo cartas de cristianos que me hablan de peleas carnales, mandones, hermanos que niegan hablar con otros y en fin, niñerías que indican que muchos, aunque bautizados, no conocen nada del amor de Cristo.
Estos problemas no son nuevos ya que hubo falta de amor entre cristianos en el primer siglo (I Cor. 13; Apoc. 2:4).
¿POR QUE FALTA AMOR?
* Muchos se convierten a un sistema “Iglesia de Cristo” en vez de la persona de Cristo. Para muchos, la religión consiste en conformarse con las tradiciones del sistema “Iglesia de Cristo” y no en imitar a Cristo. Piensan estar bien al asistir a las reuniones, cumplir con “cinco actos de adoración”, y condenar las sectas y por tanto no se esfuerzan en ser transformados en el hombre interior.
* Se toleran demasiado a hermanos peleones. Los insultos y remoquetes de los descendientes espirituales de Diótrefes envenenan el espíritu de amor que Dios exige de su pueblo y dejan rencor y amargura que cuesta años borrar.
* Algunos piensan que es imposible tener convicciones y ser amoroso a la vez. Si alguien habla mucho del amor, algunos le tienen como “flojo” en cuanto al error. Es quizás esta mentira (“es imposible tener amor y convicciones a la vez”) que Satanás más ha usado para llevar a algunos a perder sus convicciones y otros a ser sospechosos y fríos.
* No se da bastante énfasis al amor en las predicaciones y la enseñanza. Se oye mensaje tras mensaje acerca de “la única iglesia” y el error del sectarismo sin el debido énfasis en la persona de Jesucristo y el amor que El demanda de nosotros.
Aunque el respeto por la autoridad de Cristo resulta en mucha enseñanza acerca del patrón que El nos ha dejado, el cuidado con este patrón no significa nada si no es acompañado por un intenso amor para con Dios y los hermanos (I Cor. 13:1-3).
¿QUE HACER COMO IGLESIA?
* Dar énfasis a la imitación de Cristo en la vida cotidiana. Sin ella, nada más vale.
* No tolerar a los peleones. Si la iglesia debe disciplinar a los borrachos, fornicarios y adúlteros, también debe hacerlo con los que siembran discordia (Rom. 16:17).
* Corregir el error con amor (II Tim. 2:25).
* Dar mucha enseñanza en cuanto al amor y el servicio. I Corintios capítulo 13 debe ser estudiado cada rato. Las enseñanzas y el ejemplo de Jesús en cuanto al servicio deben ser analizados continuamente. La religión pura y sin mácula (Sant. 1:27) debe ser alabada y promovida entre los hermanos.
Deben haber esfuerzos para ayudar a otros, colectas para hermanos necesitados, reuniones en los hogares. Debemos estar continuamente pensando, ¿cómo podemos animar a los débiles, servir a los necesitados y dar a los pobres?
¡Que seamos conocidos por nuestro amor y no por nuestras peleas!
SEÑALES DE AMOR EN UNA IGLESIA
(¿Describen la iglesia local de la cual usted es miembro?)
1. Al entrar en el local de reunión, todos están felices al verse y hay mucha risa y conversaciones. A veces es difícil hacer que todos se callen para comenzar.
2. Todos se saludan cariñosamente y no como rutina (Romanos 16:16).
3. Los miembros se quedan 30-45 minutos (o más) después de los servicios hablando y conversando.
4. Los hermanos no se ven solamente en las reuniones los domingos, sino pasan tiempo comiendo unos con otros en las casas, orando y cantando (Hechos 2:46).
5. Los enfermos y los con necesidades son mencionados por nombre en las oraciones
de la iglesia. Reciben visitas, notas y llamadas.
6. Aunque hay diferencias debido a diferentes niveles de madurez espiritual, éstas se tratan con calma, amor y tranquilidad (Romanos 14).
7. Aunque hay disciplina, siempre es dada con amor y con el bienestar espiritual de los errados como prioridad.
8. Los hermanos les gustan cantar alabanzas a Dios con otros, no solamente en la reunión sino al estar juntos en otras ocasiones.
9. Hay más interés en servir a otros que en “mandar” y “estar en el frente”.
10. Nada se hace por egoísmo o vanagloria sino con actitud humilde cada uno en la iglesia considera al otro como más importante que a si mismo (Fil. 2:3,4).