¿Comunión con hermanos que no estén de acuerdo en todo con nosotros?

¿Comunión con hermanos que no estén de acuerdo en todo con nosotros?

De «Creced» 11/2002

Pregunta: ¿Cuándo se puede tener comunión con hermanos con quiénes no estemos de acuerdo?

Comentario: Es muy fácil decir, «no podemos tener comunión con el error», y usar esta frase para cortar comunión con todo el mundo que no esté de acuerdo con nosotros en cualquier asunto. Así algunos promueven la fragmentación entre hermanos. No obstante, es obvio al leer el Nuevo Testamento que en algunas circunstancias Dios quiere que tengamos comunión con otros cristianos que no estén completamente de acuerdo con nosotros. Por ejemplo…

* Cristo tuvo comunión con los 12 discípulos aunque éstos no comprendieron muchas doctrinas básicas tales como: la naturaleza del reino, la verdadera grandeza, la incorporación de los gentiles en el cuerpo de Cristo, etc.

* Pablo quería que los corintios y los romanos tuvieran comunión unos con otros aunque hubo desacuerdos acerca de asuntos de juicio personal como la comida, las fiestas, el vino, etc. (Romanos 14; 1 Corintios 8,9)

* Los que no habían «manchado sus vestiduras» en Sardis eran miembros de la misma iglesia con otros que estaban «muertos». (Apoc. 3:4)

¿Cómo podemos aplicar estos principios bíblicos para determinar cuándo tener cierto nivel de comunión con hermanos que no estén completamente de acuerdo con nosotros?

Podemos tener comunión con algunos cristianos que no estén de acuerdo con nosotros si….

(1) Su error es asunto de juicio personal. Creo que muchos hermanos ven películas y programas de televisión que no deben ver y a veces llevan ropa que a mi juicio no es bastante modesta. Aunque tengo el derecho de hablarles con amor de mi preocupación, si sinceramente no comparten mi juicio y si tienen cuidado de no dejar que su error afecte el testimonio de la iglesia, creo deber tener paciencia con ellos, esperando que maduren.
Es que la Biblia no dice exactamente cuáles programas se puede ver y cuáles no. No da medidas en cuanto a las faldas ni el cabello, por tanto, son asuntos de juicio.

Pero cuidado. Algunos errores tratan no de juicio personal sino de las actividades congregacionales y por tanto, por naturaleza, van a promover la división si son «empujados». Por ejemplo, la música instrumental afecta a toda la congregación y si alguien insiste en su uso, dividirá a los hermanos. El institucionalismo trata de lo que es la iglesia y del uso de la ofrenda y por tanto si alguien insiste en enredar la congregación en este error, afectará la unidad de la iglesia.

(2) Su error no trata de la rebelión en contra de enseñanzas básicas de Cristo, sino de una falta de crecimiento y comprensión.
Jesucristo es el Señor mío y el Dios mío (Juan 20:28). El que niegue este principio, niega uno de los puntos más básicos de las escrituras. El que promueve doctrinas que apoyen a los fornicarios, a la borrachera, la idolatría, etc. tiene que ser rechazado (1 Cor. 5:11). El divisionista tiene que ser señalado (Romanos 16:17).

Sin embargo, hay muchos cristianos que aceptan estas y otras verdades básicas, pero por falta de madurez espiritual, no han llegado a comprender otros puntos más difíciles como la aplicación de 1 Corintios 11:2-16, la participación en el servicio militar, las películas que pueden ver en el cine, etc. Aunque a mi juicio están equivocados en cuanto a estos puntos, si no tienen un espíritu de rebelión en contra de Dios sino sencillamente están confundidos o faltan de crecimiento, debo tener paciencia con ellos, así como Dios dio tiempo a los discípulos, a las iglesias de Asia, etc. para crecer.

(3) No promueven los conceptos que revelan su falta de crecimiento. A veces hermanos vienen a nosotros que tienen conceptos institucionalistas pero no los promueven y están dispuestos a analizar los puntos bíblicos con respecto al asunto. No creo tener derecho de cortar comunión con ellos al demostrar ellos su buen espíritu de amor y paciencia y al no promover ellos sus conceptos erróneos entre los demás. Y así es con muchos otros puntos.

Resumen.

En gran parte, mi proceder con un hermano que a mi parecer está equivocado depende de su actitud. Si es humilde y si sinceramente se esfuerza en analizar la Biblia con respecto a los puntos de controversia, si trata de evitar la división entre hermanos y demuestra tacto y amor, creo deber tener paciencia con él tal como Dios tiene paciencia para conmigo. Es imitar a Cristo.

Pero si es orgulloso y obstinado, empujando su error así afectando el testimonio de la iglesia, será necesario señalar como divisionista para que su espíritu de rebelión no contamine a otros.

Que Dios nos dé la sabiduría para aplicar bien Su palabra a las diferencias que siempre existen entre cristianos sinceros.

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