“La manera de los cristianos”

“La manera de los cristianos”

De «Creced» 9/03
Esta descripción de los primeros cristianos es de un autor conocido solamente por su nombre

De la epístola de Matetes (escrita alrededor de 130 años después del nacimiento de Jesucristo, o sea, 30 años después de la muerte del apóstol Juan.)

Los cristianos no se distinguen de los otros hombres por nación, lengua ni por las costumbres que observan porque no habitan en sus propias ciudades ni tienen una forma particular de hablar, ni llevan vidas singulares.

Su forma de vida no ha sido desarrollada en base de alguna especulación ni deliberación de hombres inquisitivos, ni tampoco afirman ser proclamadores de doctrinas meramente humanas, como lo hacen algunos. Habitan en ciudades griegas y bárbaras, conforme al juicio de cada uno, y siguen las costumbres de los habitantes con respecto a su vestimenta y su alimentación. Nos demuestran una manera de vivir maravillosa y notable en su conducta. Moran en sus países, pero como residentes temporales. Como ciudadanos comparten todos sus bienes con otros, pero a la vez soportan todas las pruebas como si fueran extranjeros. Toda tierra extranjera es para ellos como si fuera su país natal, y todo país natal como si fuera de extranjeros…Están en la carne pero no viven conforme a ella. Pasan sus días en el mundo, pero son ciudadanos del cielo. Obedecen todas las leyes, pero a la vez superan éstas por sus vidas.

Aman a todos los hombres, pero son perseguidos por todos. Son desconocidos y condenados, puestos a muerte y restaurados a vida. Son pobres, pero hacen que muchos sean ricos; les faltan todo, pero abundan en todo; son deshonrados pero aun en su deshonra son glorificados. Se habla mal de ellos, pero son justificados; son maldichos y bendicen; son insultados y devuelven el honor por los insultos. Hacen el bien, pero son castigados como si fueran malhechores. Cuando se les castigan, se regocijan como si fueran resucitados a la vida. Son atacados por los judíos como extranjeros y perseguidos por los griegos, pero aquellos que les odian no pueden dar alguna razón por su odio.

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