EL MACHISMO
Los sociólogos han escrito mucho acerca del «machismo» en la cultura latina. Algunos afirman que los hombres latinos quieren humillar a las mujeres porque se sienten inferiores frente a ellas debido al concepto casi sobrenatural de Maria que proviene del catolicismo. Es una teoría interesante pero a fin de cuentas el machismo proviene sencillamente del egoísmo y la falta del amor.
EN LA IGLESIA DEL SEÑOR
Aunque quizás no se ven mucho los aspectos más feos del machismo (el abuso físico y el adulterio) entre los cristianos, lamentablemente abundan las otras características entre algunos. Por ejemplo, se ve lo siguiente entre hermanos:
* Un predicador regañó a su esposa frente a otros como si fuera una niña insensata.
* Otro hermano estaba descansando en la cocina leyendo el periódico. No quiso levantar el dedo para prepararse un sándwich sino, llamó a la esposa quien estaba muy ocupada con una tarea en otra parte de la casa para que viniera y le preparara el sandwich.
* Algunos hermanos dejan casi toda la responsabilidad de criar los niños a la esposa. No cambian los pañales, no les bañan, no les alimentan, no les leen libros, no estudian la Biblia con ellos, etc. Dicen que todo esto es «trabajo de la mujer».
* Muchos hermanos se obsesionan sobremanera por cualquier ropa o prenda de la mujer que ellos no aprueban, sin embargo, ellos pelean con otros y pasan por alto los mandamientos de Cristo en cuanto a la mansedumbre y el amor. (Todos debemos preocuparnos por la ropa inmodesta, pero no para dominar o controlar a la mujer, sino para elevarla.)
DOS CONCEPTOS ERRÓNEOS DE «SER CABEZA»
Es verdad que el hombre es cabeza de la mujer. Pero el concepto de «ser cabeza» en la mente de muchos cristianos es muy distinto al de Cristo.
(1) Como el ser «cabeza» del país significa que el rey o presidente tiene muchos servidores que le traen la comida, le llevan las maletas, le preparan todo, etc. así muchos hombres piensan que el ser cabeza del hogar significa que sus esposas deben ser servidoras corriendo aquí o allá trayéndoles la comida o el periódico, llevándose sus cosas y «consintiendolos» en otras formas.
(2) Piensan también que el ser cabeza les hace más importantes y les da derecho para gritar órdenes como sargentos:
«tráeme la comida a las seis en punto».
«Te ordeno que no vayas».
«Obedéceme, yo llevo los pantalones aquí».
Lo más triste es que algunos hermanos acuden a la Biblia, especialmente Efesios 5:22-24, para defender su machismo Pero Efesios 5 no apoya de ningún modo al machista sino le condena.
LA SOLUCIÓN AL MACHISMO: TRATAR A LA MUJER COMO CRISTO TRATA A NOSOTROS
Efesios 5:23 dice, «el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia». Hombres, debemos comportarnos como cabeza de la mujer tal como Cristo se comporta como cabeza de la iglesia.
¡Ser cabeza significa el servir, y no el ser servido! Jesús dijo, «…el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos» (Mateo 20:28). Jesús demostró este concepto de servir como cabeza en muchos aspectos de su vida pero quizás en forma más dramática cuando lavó los pies de los apóstoles (Juan 13:1-20).
Varón cristiano, ¿usted acepta que el concepto de ser cabeza significa el servir a su esposa y no ser servido por ella? ¿Cuánto usted sirve a su esposa? ¿Cuánto usted prepara una comida para ella, le lleva el café a ella y le «consiente» a ella?»
Acepto que a la mujer le es dado en forma especial la responsabilidad de ser «cuidadosa de su casa» (Tit. 2:5) y que deba dedicar más tiempo para cumplir con esta responsabilidad. Pero este texto de ningún modo enseña que ella siempre tiene que servirle a él y él nunca a ella. Si el hombre ama a su esposa como su propio cuerpo, le va a servir en toda forma en que pueda, inclusive en la cocina, con los niños y otras tareas en la casa.
La forma en que debemos juzgar si un hombre es buena cabeza de su hogar no debe ser, ¿cuánto es servido? sino, ¿hasta qué punto imita a Cristo y sirve a su esposa?
¡Ser cabeza significa guiar como El Buen Pastor y no como sargento! ¿Cómo nuestra cabeza, Cristo, nos guia? Dijo en Juan 10:11, «yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas».
¿Como un pastor guía a su rebaño? ¿gritando órdenes y amenazas? El pastor guía a sus ovejas más que nada por su ejemplo y por la confianza que ellas tienen en él. La clave para lograr que las ovejas le siguen es que se den cuenta que tiene el bienestar de ellos en mente.
El marido que tiene que gritar órdenes y siempre protestar que «lleva los pantalones» no sabe nada de ser cabeza. Los maridos que en verdad son cabezas aprenden a guiar por su ejemplo y con palabras de amor.
La clave para lograr esta dirección es que las esposas y la familia sean convencidos que el marido les ame de todo corazón y que haga todo lo que hace para el bienestar de ellos y no de él.
Marido si su esposa no se sujeta a usted, quizás el problema es que usted no haya logrado todavía convencerla de que usted le ama a ella como Cristo ama la iglesia. Para solucionar el problema, haga todo lo que usted puede para convencer a su esposa de su amor. Hay pocas esposas que no responderán bien a este esfuerzo y que no se sujetarán de buenas ganas a un marido que les ame así. (Reconozco que algunas pocas esposas no responden bien a nada, pero debemos hacer el esfuerzo de convencerles de nuestro amor de todos modos.)
El ejemplo de Jesús es lo que refuta completamente el machismo y los conceptos erróneos de lo que significa «ser cabeza». Varones, seamos cabezas como Cristo: sirvamos a nuestras esposas y les guiémosles como el buen Pastor nos guía a nosotros, con amor y gentileza.
CARACTERÍSTICAS DEL MACHISMO
Entre los mundanos, el machismo se muestra en varias formas como las siguientes:
* El deseo para dominar y controlar a la mujer.
* El celo irracional
* Prohibiciones que no tienen sentido
* Un deseo de siempre ser servido.
* El abuso verbal: insultos y humillación
* El ver a la mujer como «objeto» o sea, como una posesión personal, en vez de una persona que merece respeto.
* El egoísmo
* La promiscuidad
* El abuso físico