«El Espíritu Inmundo que Vuelve»

«El Espíritu Inmundo que Vuelve»

De «Creced» 6/2009

¿Qué significa la historia curiosa que Jesús relató en Mateo 12:43-45 y Lucas 11:24-26 acerca del espíritu inmundo que sale de un hombre (su casa), busca donde reposar y vuelve al mismo hombre con siete espíritus «peores que él.»

El contexto

Muchas veces la clave para comprender un texto difícil es analizar el contexto y así es el caso aquí. En Mateo 12:38 los escribas y fariseos le pidieron una señal de Jesús, no porque eran sinceros sino para atraparle. Jesús conocía los corazones corrompidos de ellos y por tanto les dijo que no les iba a dar ninguna señal sino la del profeta Jonás, o sea, la resurrección.

Una explicación razonable

Con este contexto en mente podemos entender el punto de la historia. Si Jesús hubiera hecho una señal prodigiosa para satisfacer la curiosidad de ellos, tal vez hubieran profesado creer por un tiempo, o sea, tal vez el espíritu inmundo (la iniquidad de ellos) se les hubiera salido por un poco de tiempo. No obstante, la condición del corazón de ellos era tan corrompida que tal espíritu (la iniquidad) habría vuelto de todos modos y entonces las cosas habrían sido aun peores para ellos (siete demonios peores) y por lo tanto no habría habido provecho al hacerles una señal.

Un resumen de los símbolos

* El espíritu inmundo – la maldad de ellos.
* Sale de la casa – El arrepentimiento insincero que quizás hubieran efectuado al ver alguna señal.
* Siete demonios peores – Su condición empeorada al volver ellos a su mal después de su arrepentimiento insincero.

Aplicación

A veces vemos a gente que hacen cosas que parecen ser buenas (se bautizan, predican, etc.) pero lo hacen no tanto por amor de Cristo o el deseo para cambiar su vida sino por otras razones menos nobles: la tradición familiar, el sueldo, la presión de otros o la vergüenza. Algunos se convencen mentalmente de alguna doctrina como el bautismo para el perdón de pecados y se dejan bautizar pero no se arrepienten de verdad y siguen orgullosos, materialistas, egoístas, etc. En tales casos, aunque hayan cumplido con algunos actos externos, a lo largo van a causar problemas, especialmente en las iglesias, porque su corazón no se ha purificado. Cuando comienzan a portarse carnalmente, ¡Qué lío! ¡Es como si hubieran siete demonios peores en ellos! ¡Habría sido mejor que no se hubieran bautizado en vez de hacerlo sin arrepentirse sinceramente!

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