¿COMO NOS TRATAMOS?
Me preocupa ver cómo nos tratamos unos a otros. Las escrituras dicen mucho acerca de la importancia de amar al hermano, de darle preferencia en todo y de respetarle y honrarle aun cuando haya algún desacuerdo con él.
¿Es que pensamos que por tener la verdad, tenemos derecho de usarla como un palo para castigar a otros? ¡De ningún modo! Es verdad que la palabra es la espada del Espíritu pero ¿cómo se siente el Espíritu al ver cómo la usamos algunas veces?
Si debemos amar a nuestros enemigos, si debemos hacer bien a los que nos maltratan, ¿cómo, entonces, debemos tratar a nuestros hermanos? Si ganamos el argumento, pero perdemos el objeto de nuestra corrección, ¿qué provecho hay? Una cosa es segura, es posible tener la razón y todavía estar equivocados
Las palabras, «Por tanto amó Dios al mundo que ha dado a su hijo unigénito», revelan mucho acerca del carácter de Dios. Hace que la lluvia caiga sobre los justos e injustos. Al ser pecadores, Cristo murió por nosotros. Si así Dios nos ama, ¿no debemos amarnos así unos a otros?
Por Dee Bowman
«En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros» (Juan 13:35)