El Cristiano y la música secular

El Cristiano y la música secular

De «Creced» 7/27/02

¿Cuál debe ser la actitud del cristiano en cuanto a la música secular? ¿Cómo debe de ayudar a sus hijos para que eviten la música dañina?
Son preguntas difíciles porque la Biblia no da detalles específicos acerca de la música secular, pero sí da principios los cuales tienen que ser aplicados al asunto.

DIFERENTES CLASES DE MÚSICA

* Música espiritual – Son salmos, himnos y cánticos espirituales. (Ef. 5:19)

* Música inocente – Casi todos estarán de acuerdo que muchas canciones folklóricas y la mayor parte de la música clásica e instrumental se encuentren en esta categoría. Tengo que admitir que algunas canciones de estilos que no me gustan mucho, no tienen palabras ni pensamientos pecaminosos en si, sino tratan de las flores, la naturaleza, el amor inocente, etc. Aunque no me gusta el estilo de las canciones, no puedo decir que éstas sean pecaminosas en sí.
* Música obviamente pecaminosa – Es música con referencias al sexo ilícito, la violencia y otros frutos de la carne. Muchas veces la letra tiene doble sentido. Creo que todas o casi todas las canciones del «merengue,» «la salsa,» «la bachata,» etc. caen en esta categoría. Muchas canciones de «rock,» y lo que se llama en este país «country music» se basan en la fornicación y otras actitudes carnales.

¿Cómo decidir qué escuchar?

Algunos buenos hermanos dicen que no se debe escuchar a ninguna música que no sea música espiritual: salmos, himnos y cánticos espirituales. Un beneficio de esta posición es que no tienen que elegir entre la música inocente y la pecaminosa porque ya han decidido no escuchar a nada que no sea espiritual. Aun así, no creo que sea correcto imponer esta posición en otras personas. Sería lo mismo decir que no se deba leer ningún libro, revista o periódico que no trate de la Biblia, o no ver ningún programa en la televisión que no tenga fines espirituales.
Creo que es más razonable enseñar el uso de la discreción al distinguir entre la música inocente y la pecaminosa, la misma que usamos al elegir un libro o un programa de la televisión. Si podemos controlar lo que leemos y lo que miramos, también debemos poder controlar la música que escuchamos.

FILIPENSES 4:8

Quizás Filipenses 4:8 nos de la enseñanza más aplicable a esta cuestión. Allí el Espíritu Santo dice que debemos pensar en lo honesto, justo, puro, amable y lo de buen nombre. Cualquier música que escuchemos debe poder ser descrita con estas palabras. Si no es así, debemos tener la fuerza para apagar el radio, el televisor o lo que esté produciendo la música. Una buena pregunta es, ¿cuántas veces usted apaga el radio, o cambia el canal en la televisión para evitar la música cuestionable? ¿Mucho? ¿poco? ¿nunca? Si no tiene mejor control, quizás la primera posición mencionada, la de no escuchar a ninguna música aparte de la espiritual, sea la que más le convenga.
En cuánto a nuestros hijos, si los padres piensan dejar que sus hijos escuchen la música secular, deben de enseñarles a usar muchísima discreción y no escuchar nada con palabrotas, referencias al sexo ilícito y otras demostraciones de la carnalidad. Los padres deben de escuchar esta música de vez en cuando con sus hijos para analizarla junto con ellos. Deben de preguntarles continuamente si apagan el radio o cambian de estación cuando ponen las canciones inmorales.
La música pecaminosa puede dañar mucho a los jóvenes, afectando su forma de pensar y de ver el mundo. Salomón dijo, «¿puede un hombre poner fuego en su seno sin que arda su ropa.» (Prov. 6:27) Si ponemos fuego moral en nosotros mismos a través de la música pecaminosa, no podemos evitar la quemadura.

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