Predicando en China

Predicando en China

De «Creced» 8/2001

Hace años que un buen amigo (no voy a dar su nombre por si acaso este artículo llega a las manos de los enemigos de Cristo) ha hecho viajes a China para predicar. Tiene que hacerlo con discreción porque el gobierno chino solamente acepta que sus ciudadanos sean miembros de la iglesia controlada por el estado. Pero así fue en el primer siglo. Un historiador ha señalado que al terminar el primer siglo, todas las congregaciones de Cristo en Roma fueron «ilegales.»

El siguiente reporte abreviado tiene que ver con un viaje hecho a China por un grupo de cristianos hace pocos meses. GH

Al llegar a China tuve estudios con dos profesores, Adán y Zori, y un estudiante que lleva el apodo «Gaviota.» (Muchos chinos les gusta tener apodos ingleses. La mayor parte de los apodos son comunes como «Adán» pero otros eligen nombres raros como «Gaviota» o un «Dinosaurio.») Una jóven llamada Luisa también fue una parte del grupo de estudiantes los cuales son muy dulces y demuestran mucha humildad e interés en sus estudios.

«LA ESQUINA DE INGLÉS,»

BAUTISMOS

Una hermana norteamericana, Jésica, hizo contacto con con un jóven llamado Josué en una «esquina de inglés.» Normalmente una «esquina de inglés» se encuentra en algún parque o un recinto universitario donde los estudiantes y hombres de negocio van para practicar su inglés. Allí los que hablan inglés como lengua materna siempre están rodeados instantáneamente por chinos que quieren practicar.
Josué hizo una pregunta a Jolinda acerca de la pascua para averiguar si era cristiana y ella contestó en una forma positiva. Al despedirse todos, Jolinda comenzó a buscar a Jedidías para hablar con el en privado. De repente oyó una voz detrás de ella,
¿»Me estás buscando»?
¡Fue Josué!
«Yo estaba orando anoche que Dios me enviara a alguien para estudiar la Biblia conmigo,» dijo, «y ahora has venido.»
«Ven a nuestro hotel mañana tempranito para que podamos estudiar la Biblia,» le dijo Jolinda.
«No,» contestó Josué, «Voy a tu hotel ahora. Tengo que estudiar la Biblia ahora mismo.»
Así comenzaron los estudios bíblicos con este jóven impresionante. Josué y su amigo, Samuel, estudiaron con los cristianos por cuatro días y entonces fueron bautizados en Cristo.

«CÓMO ENSEÑO A LOS CHINOS»

Al comenzar, les hablo del pecado: lo que es, sus consecuencias y que todos somos pecadores. Entonces les hablo del principio del sacrificio y de la propiciación y como hay una cubierta de los pecados por medio del sacrificio, la vida de un cordero ofrecida en lugar de la del pecador.

Entonces, les hablo de cómo los pueblos fueron esparcidos después de la torre de Babel y como algunos llegaron a vivir en China. Les hablo del «Templo del Cielo» con su altar en Pekín y como los emperadores chinos en siglos pasados ofrecían sacrificios de toros y machos cabríos aunque no entendieron el por qué de estos sacrificios. Les muestro como uno de sus símbolos en Chino por la palabra «sacrificio» combina los símbolos de «oveja,» «toro,» lanza/espada,» y «sin mácula» ¡tal como lo vemos en Levítico! El libro de Levítico explica el principio detrás de los sacrificios de los animales hechos por sus antepasados.

Entonces, les muestro como los sacrificios de animales no pudieron quitar el pecado (Hebreos 10:1-4) sino que eran «sombras» del verdadero Cordero de Dios que «quita el pecado del mundo.» (Juan 1:36)

Así los chinos ven que la Biblia no es un libro occidental, sino explica su propia religión antigua. Así ven también la importancia de adorar al único Dios verdadero, el Dios de su propia historia, para que sean salvos por medio del sacrificio que Dios ha proveído, una vez para siempre para todos los hombres.

ESTUDIOS BÍBLICOS EN OTRA CIUDAD

El miércoles, tomamos un tren y viajamos dos horas a otra ciudad grande donde se había alquilado unos cuartos para una serie de estudios bíblicos. Asistieron algunos 45 presentes de varias partes de China. El tema del estudio fue «la fidelidad» y hablamos de los ejemplos bíblicos de José, David, Jonatán, Pablo, Sadrac, Mesac, y Abednego. Resultó ser un estudio oportuno a la luz de los eventos de la próxima semana.
Aparte de la Biblia, enseñe cánticos espirituales a los chinos. Memorizaron rápidamente los himnos como «Levántate y ve,» y «Dios está en control,» y los cantaron con mucho entusiasmo.
¡ARRESTADOS !

Al terminar esta serie de estudios, llegamos a una ciudad grande donde hemos tenido muchos estudios bíblicos con estudiantes.
El jueves estudié con varios jóvenes: Raisa, Laura, Beatriz y Sandra. Laura y Sandra tuvieron problemas al entender mi inglés pero Beatriz lo habla bien y me ayudó a explicar los principios de sacrificio y salvación.
El viernes por la noche, Jazmin y Mónica (hermanas norteamericanas), querían hablar a las hermanas y amigas jóvenes acerca del matrimonio en un cuarto del hotel. Peter, David y yo nos despedimos para comer y hacer algunos envíos.
Al regresar al cuarto donde las hermanas estudiaban, dos hombres de la policía se acercaron y dijeron, «Han hecho algunas cosas muy malas en este cuarto, ¡su pasaporte por favor!»
Los hombres de la policía nos llevaron al primer cuarto que habíamos alquilado mientras interrogaron a los hermanos y amigos chinos en forma individual. Al esperar, oramos fervientemente por nuestros hermanos y amigos chinos.
Luego nos dimos cuenta que la policía del estado habían tocado la puerta del cuarto donde las hermanas estaban estudiando y entrado bruscamente con cámaras de video, declarando que la reunión fue ilegal y que todas las Biblias iban a ser confiscadas.
Nuestra interrogación fue muy turbadora. Traté de ser breve pero honesto al dar mis contestaciones para no revelar más de lo necesario. No me hicieron amenazas pero sí amenazaron a Jasmin y le dijeron a ella que iban a herir a los hermanos y amigos chinos si ella no contestaba en forma más directa.
Al terminar de interrogarnos, la policía nos dijo, «ustedes han violado la ley china y podríamos echarles en la cárcel por lo que han hecho, pero hemos decidido expulsarles del país.»
Al salir la policía, sonó el teléfono. Fue nuestra amiga, Raisa, y nos dijo, «quiero que ustedes sepan que yo no tengo miedo de la policía. Sé que Dios está con ustedes y yo estoy pensando seriamente llegar a ser cristiana.» (Hemos recibido noticias que Raisa se bautizó en Cristo hace pocas semanas.)
Yo temía que la policía estuviera escuchando con micrófono escondido y por tanto no quería decir mucho a ella. Solamente le di las gracias y pedí las bendiciones de Dios sobre ella. La llamada nos dio confianza de que nuestros hermanos y amigos iban a ser firmes.
Luego oímos que después de ser arrestados los hermanos chinos andaban cantando el himno que les habíamos enseñado «Levántate y ve.» («Levántate y ve lo que el Señor hará. En tus conflictos, El luchará por ti. Por el poder de Su brazo te llevará. Levántate y ve lo que el Señor hará. No tengas miedo, porque el Señor te librará.»)
Al siguiente día, la policía nos llevó al aeropuerto y nos pusieron en el avión para salir del país.
Nos hemos dado cuenta que una lista de nuestros contactos ha caído en manos de la policía y que otros cristianos han sido interrogados después de nuestra partida. Por favor, oren que nuestros hermanos chinos no tengan que sufrir una gran persecución, pero más que nada oren que mantengan su fe. Oren también que el gobierno chino cambie, para que los cristianos puedan reunirse para alabar a Dios sin temor y que nosotros podamos predicar y enseñar libremente.
Hay muchos chinos que tienen hambre y sed de justicia. Muchos, como Josué, oran que haya gente que pueda ir y enseñarles.

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