¡Cuidado con el enemigo no percibido!
De «Creced» 7/2017
A veces nos fijamos en un solo tipo de enemigo mientras otro nos está matando.
Como cristianos tenemos enemigos. Efesios 6:12
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes.
Nuestros enemigos van mucho más allá de la gente que nos moleste. Nuestros enemigos son espirituales y según Pablo están en las regiones celestes.
Aquellas huestes espirituales de maldad nos atacan en varias formas, pero lamentablemente estamos tentados a enfocarnos en un solo tipo de enemigo promovido por Satanás mientras descuidamos a otros. Unos ejemplos…
1. Algunos combaten con afán lo que perciben correctamente ser algo como el fariseísmo entre hermanos — el orgullo y el énfasis en lo externo acompañados por el descuido del amor y el servicio a otros. Pero para ellos no son tan importantes los errores en el mundo religioso – las falsas enseñanzas en cuanto al bautismo, las autoridades humanas en la religión, la adoración al estilo del espectáculo y otros males de este tipo.
2. Otro s se fijan casi exclusivamente en el error en el mundo religioso. Batallan con fuerza las falsas doctrinas que ven en el mundo evangélico y las del catolicismo. Pero, hablan muy poco del peligro del orgullo, de la autosuficiencia, de la codicia, y de otros males que acompañan al fariseísmo .
3. Muchas veces los dos grupos, nunca mencionan enemigos más peligrosos como por ejemplo – la mundanalidad, el fascinarse con las diversiones mundanas, el cine, las modas de la ropa y la música mundana.
Muchos jóvenes cristianos que hablan con entusiasmo en contra del fariseísmo (y tienen mucha razón en sus preocupaciones) no tienen ningún problema con el ver películas llenas de palabrotas y aun con la desnudez.
Y podríamos hablar de docenas de peligros más que a veces pasamos por alto – la falta de oración, la falta del evangelismo y especialmente el orgullo y el egoísmo.
Es tan fácil preocuparse por un tipo de peligro percibido y a la vez ser completamente inconscientes de otros. Y este es quizás el enemigo más peligroso – el tener un tipo de visión túnel que nos hace enfocar en un solo enemigo, o en un solo tipo de enemigo, mientras otros enemigos nos están devorando.
Abramos los ojos y estemos alertas a enemigos que a veces no hemos notado en nuestras vidas — especialmente el orgullo y el egoísmo. Dios nos puede ayudar a vencerlos con su armadura, pero primero tenemos que ser honestos al identificarlos. Que Dios tenga misericordia de nosotros.