NO SEAMOS ENEMIGOS
Si usted no está de acuerdo conmigo…
De «Creced» 12/91
De vez en cuando noto que algún hermano está evitando saludarme o mirarme. Cuando pregunto a alguien si hay problema me dicen algo así. «No está de acuerdo con un artículo que usted escribió» o «no le gustó su predicación».
El no estar de acuerdo uno con otro no debe implicar enemistad personal. Hay diferentes niveles de crecimiento entre los hermanos y por lo tanto diferentes niveles de comprensión las cuales resultan en diferentes puntos de vista. Aunque las diferencias nos lleven al borde de cortar la comunión, no deben producir enemistad personal. Pablo dijo que no debemos tratar a un hermano errado como enemigo sino como hermano (I Tesalonicenses 3:15)
EN VEZ DE HACERSE ENEMIGO DE ALGUIEN, HAGA LO SIGUIENTE
(1) Comuníquese con su hermano si piensa que está equivocado (Mateo 18:15-17). Si es cristiano amoroso como debe ser, aceptará su gesto con el mismo amor que usted le brinda a él. El ayudar uno a otro con conceptos erróneos que tengamos es uno de los principios de amor enseñado en la escritura (Gálatas 6:1; Santiago 5:19,20, etc.).
(2) Sea benigno si alguien se acerca a usted con alguna corrección (Santiago 3:17). Si usted siempre se irrita fácilmente y explota cuando alguien se acerca a usted, va a impedir que sus hermanos obedezcan Gálatas 6:1 y los otros textos mencionados arriba.
(3) Ore por su hermano. Pida a Dios que su hermano crezca para dejar el concepto erróneo que quizás tenga. A través de la oración, usted va a llegar a amarle más y hacer más esfuerzo para ayudarle.
(4) Practique «la regla de oro» (Mateo 7:12). Trate a su hermano como usted quiere ser tratado.
CONCLUSIÓN
Si mantenemos la amistad, el respeto y la calma cuando hay diferencias, entonces hay esperanza de corregir nuestros defectos y seguir creciendo para llegar al cielo. ¡No seamos enemigos!