«JUAN REGLAS» Y «ROBERTO ABRAZOS»
Algunos cristianos hablan como si fuera imposible ser amoroso y tener convicciones a la vez. Los siguientes ejemplos ficticios son algo exagerados para ilustrar el punto.
«JUAN REGLAS»
Juan ve su religión más que nada como asunto de seguir reglas. Sus textos favoritos son II Juan 9, Juan 14:15, I Juan 2:3 y otros que dan énfasis la obediencia y el castigo. Le gusta hablar del infierno
de Nadab y Abiú y de la apostasía. Lee mucho en la Biblia pero no tanto como para edificarse a si mismo sino para encontrar textos que combatan a los que no están de acuerdo con él.
Juan se siente incómodo cuando se comienza a hablar de la misericordia de Dios, la paciencia, el amor, la oración y otros temas de esta índole. Si alguien habla mucho de estos temas, Juan comienza a tenerle como «flojo» con respecto al error. El siempre dice, «no se olviden que Dios es fuego consumidor».
Juan es algo partidista y se siente incómodo con alguien que no parece ser de «su partido» entre los hermanos. ¿»Está con ellos o con nosotros»?, pregunta acerca de otros. Si piensa que algún hermano está «con ellos», le ojea con sospecha y piensa, ¿»Cómo puedo debatir con éste para aplastarle»?
No pasa mucho tiempo visitando a sus hermanos enfermos o sirviendo a otros. No es que Juan sea completamente «malo», pero el servir a otros no es la prioridad de su vida porque para él, el cristianismo consiste mayormente en seguir reglas.