Una falacia lógica en cuanto a las escrituras

Una falacia lógica en cuanto a las escrituras

De «Creced» 11/2013

En nuestro siglo donde abundan conceptos postmodernistas, se oye más entre hermanos una falacia lógica la cual va más o menos así…

(1) Somos salvos en base de la gracia y no en base de las obras de la ley. Verdad (No somos salvos en base de las obras de ningún sistema de ley. La base de nuestra salvación es la gracia de Dios. Aun así, tenemos que recibir esta gracia y obedecer lo que nos enseña [Tito 2:11,12]. La gracia, la base de nuestra salvación, es condicional.)

(2) El nuevo sistema de Cristo no es un código legal como lo eran partes del Antiguo Testamento. Verdad

(3) Por tanto, podemos adorar a Dios más o menos como queramos sin tomar en cuenta los ejemplos que vemos en el Nuevo Testamento. Falso
Hay varios problemas con esta forma de razonar. Voy a enfocarme en dos:

(a) Aunque el Nuevo Testamento no está presentado al estilo de un “código legal,” ¡nos da ejemplos para imitar! En él hay un “una norma de sanas palabras” que debemos retener (2 Tim. 1:13 LBLA). Debemos ser imitadores de Pablo y de los primeros cristianos (1 Cor. 4:16; 11:1; 1 Tes. 2:14; Hebreos 6:12). Cuando adoramos conforme a las modas de nuestra cultura postmodernista (bailando, con conjunto música de Rock) no estamos imitando a los primeros cristianos.

(b) No toma en cuenta el problema de la presunción humana. Si decimos que no importa tanto cómo adoramos a Dios (pues “el Nuevo Testamento no se presenta como código legal”) abrimos la puerta a todo tipo de expresión rara como vemos por ejemplo en el pentecostalismo. Nuestros queridos hermanos hacen este tipo de argumentación porque quieren una pequeña guitarrita pero no se dan cuenta de que están abriendo la puerta para una inundación de excesos mundanos.

Una breve ilustración

Supongamos que un hijo dijere,

Mis padres me dejan vivir en esta casa por gracia y porque me quieren. Mis padres son misericordiosos. Tampoco mis padres me hablan como un código legal. Por tanto, puedo hacer lo que me dé la gana mientras vivo en su casa.”

Aunque los padres no hablen como “código legal” nos dejan saber su voluntad al decírnosla, al mostrarnos ejemplos y por implicación. Pensar que podemos actuar más o menos como queramos porque nuestros padres no nos hablan como “código legal” sería meternos rápidamente en problemas con ellos.
Aunque nuestro Padre celestial no nos hable con un “código legal” en el Nuevo Testamento, allí nos deja saber de su voluntad y debemos respetarla y actuar conforme a ella.

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