“Papi, vi un elefante”
La importancia de la investigación
Un día mi familia y yo salimos para dar un paseo en nuestro auto en el campo con Jerry Falk. Después de viajar un rato mi hija Rebecca, que en aquel tiempo tenía como siete años, dijo tranquilamente, “Papi, vi un elefante.” Sé que en el campo de nuestra parte de New Jersey se ven animales del monte como los venados, los conejos, los mapaches y raras veces zorras y aun osos, ¿pero un elefante?
“Hija,” le dije, “los elefantes viven en África. No hay aquí en New Jersey.”
“Sí papá,” insistió Rebecca, “vi uno en el campo allí atrás.”
Ya que no teníamos apuro, decidimos dar una vuelta en el auto, para volver al sitio donde ella había afirmado ver un elefante. Pensé enseñarla a no exagerar, o al menos a observar con más cuidado.
Después de volver cómo medio kilómetro, Rebecca dijo, “allí está,” y para nuestra sorpresa, allí en medio de un campo, había un elefante que parecía estar tan tranquilo como si hubiera estado en las llanuras de Kenya. Nosotros le miramos algunos minutos y él nos miró a nosotros y por fin no había más que hacer sino volver al camino, riéndonos de haber visto un elefante en medio de New Jersey.
Más tarde me enteré que el campesino que vive allí había hecho un contrato con una empresa del cine de Nueva York para cuidar de los animales exóticos que usan en las películas. El elefante que vimos era “estrella” del cine.
Me alegra haber tomado el tiempo para volver atrás a investigar el elefante, porque hasta hoy nos reimos en nuestra familia y con Jerry de las palabras de Rebecca, “papí, vi un elefante,” y del hecho que en verdad había visto uno.
LA IMPORTANCIA DE INVESTIGAR
A veces oímos cosas que nos parecen raras o extrañas con respecto a la Biblia o con la voluntad de Dios
A los judíos les costó creer que un Carpintero humilde de Galilea podría ser el Mesías y cerraron sus ojos a los milagros de Jesús y a la profundidad de Sus enseñanzas.
A los atenienses les parecían imposible que un hombre resucitara de entre los muertos y por tanto negaron investigar la evidencia que apoyaba el hecho de la resurrección de Cristo. “Unos se burlaban, y otros decían: Ya te oiremos acerca de esto otra vez.” (Hechos 17:32)
Tanto los judíos incrédulos como los atenienses perdieron la bendición más grande que podrían haber tenido al negar investigar algo que les parecía demasiado extraño para ser verdadero.
Hoy en día hay verdades bíblicas que parecen extrañas a muchos. Por ejemplo:
(1) Jesús dijo que no dieramos el título religioso de “padre” a nadie. (Mateo 23:9)
(2) Los obispos tienen que ser maridos de una sola mujer. (1 Timoteo 3:2)
(3) La Biblia dice que el bautismo “nos salva.” (1 Pedro 3:21)
(4) La Biblia dice que no estamos bajo los diez mandamientos los cuales son llamados “ministerio de muerte grabado con letras en piedra.” (2 Corintios 3:7) Estamos bajo Cristo.
Estos puntos bíblicos y otros más sorprenden tanto a muchos que niegan investigarlos. Para ellos, ¡Es imposible que existan estos “elefantes” que contradicen tradiciones populares del protestantismo y del catolicismo! Unos pocos, toman el tiempo para volver a investigar los textos bíblicos. Descubren verdades que les traen bendiciones y les ayudan a caminar en la luz de Cristo.
Cuando alguien le dice haber visto “un elefante,” tome el tiempo para investigarlo. Quizás haya uno de verdad. (Gracias a Jerry Falk por la idea por este artículo)
(Si usted quiere investigar más los temas mencionados arriba, le invitamos a analizar más textos con respecto a ellos: [1] Mateo 23:8-12 [2] Tito 1:6; 1 Timoteo 3:4 [3] Hechos 2:38; 22:16; Marcos 16:16; Gálatas 3:26,27; Romanos 6:3,4; Juan 3:5. [4] Romanos 7:6,7; Colosenses 2:14-17; Hebreos 8:6-13)