ENSEÑANDO ESTUDIOS BÍBLICOS

ENSEÑANDO ESTUDIOS BÍBLICOS

Así comienzan algunos estudios bíblicos..

* ¿»Alguien recuerda hasta dónde llegamos en el estudio la semana pasada? Yo no recuerdo nada. Bueno, si nadie sabe, vamos a volver a versículo 1 y comenzar allí».
* «Hace 3 años que estamos estudiando el libro de Génesis, ahora nos toca entrar en el capítulo 3. ¿Qué significa para usted la palabra «serpiente» que se encuentra en la primera parte del versículo 1″? (Se estudia por toda la clase la palabra serpiente, y relatan historias de serpientes que varios hermanos han visto.)

* «Yo no dormí bien anoche y la verdad es que no tengo ganas para estar aquí enseñando la clase, pero supongo que voy a tener que hacerlo ya que nadie más quiere hacerlo».

Cuando así comienza la clase, ¡se sabe que no va a haber mucha edificación!

LA IMPORTANCIA DE BUENOS ESTUDIOS BÍBLICOS:

Un estudio bíblico bien organizado e informativo dado con amor y entusiasmo estimula mucho a los hermanos y visitas. Pero, no hay nada que más apague el interés espiritual que un estudio aburrido y sin aplicaciones.

El profeta Oseas lamentó, «Mi pueblo fue destruido porque le faltó conocimiento» (4:6). Si las iglesias y evangelistas no se dedican a educar bien a los hermanos y visitas en la palabra de Dios, nuestro pueblo será destruido.

ERRORES COMUNES DE LOS QUE ENSEÑAN CLASES BÍBLICAS

1. No enseñar con entusiasmo
2. Siempre dar estudios de actualidad, descuidando estudios del texto bíblico
3. No prepararse bien
4. No hacer muchas preguntas
5. Dar sermones en vez de clases
6. No exigir mucho esfuerzo de los estudiantes
7. Analizar con tanto detalle los versículos y palabras individuales que nadie sabe del mensaje general del capítulo o del libro.
8. No dar aplicaciones para nosotros hoy en día
9. Siempre tirar piedras «a las sectas» sin dar aplicaciones importantes para cristianos.
10. Dejar que hermanos desvíen la clase con comentarios largos que no llevan al grano.

SUGERENCIAS PARA LOS QUE ENSEÑAN

(1) Enseñe con entusiasmo: Si usted parece tener sueño, dará sueño a los estudiantes. Avivese y demuestre que lo que usted está haciendo es de suma importancia.

(2) Dé estudios de libros y capítulos en la Biblia y no solamente de temas de «actualidad». Aunque muchas veces es necesario analizar temas, un análisis de libros enteros es esencial para la buena alimentación espiritual.

(3) Prepárese bien. Sepa de antemano lo que usted quiere decir y cómo va a estimular la clase.

(4) No dé un sermón: Hay lugar para sermones, pero no es la clase bíblica.

(5) Haga muchas preguntas: Algunas de las preguntas deben ser con contestaciones fáciles, pero otras deben ser diseñadas para provocar el pensamiento.

(6) Pida que los estudiantes se esfuercen en la clase: Si pueden, que tomen notas, que se preparen para exámenes, etc. Déjeles saber que es asunto muy serio estudiar y analizar la Biblia.

(7) Que los estudiantes vean el mensaje general del libro, sección, capítulo y párrafo antes de analizar el versículo con demasiado detalle. Hay un dicho en inglés para referir a los que examinen en forma microscópica las cosas pequeñas hasta el punto que no entienden el cuadro más grande: «He can’t see the forrest for the leaves» (No puede ver el bosque, por [examinar] las hojas). No sea así en nuestros estudios bíblicos.

(8) Dé la aplicación: La Biblia está llena de las palabras «Por tanto» y «por lo tanto» las cuales introducen aplicaciones. Nuestro estudio de la palabra debe ser lleno de aplicaciones. ¿Por qué este texto o este principio es importante en mi vida hoy, en 1997? El buen enseñador siempre está haciendo aplicaciones.

(9). No hable siempre de «otros», sino demuestre a los cristianos lo que deben hacer para mejorar su relación con Dios. Aunque es esencial señalar el error de las sectas, debemos pasar aun más tiempo analizando a nosotros mismos a la luz de las escrituras.

(10) Pida comentarios cortos que llevan al grano: Si se pierde el hilo del estudio por los comentarios largos e incoherentes, no hay edificación.

Seguir estos principios generales, ayudarán mucho en la edificación de los santos a través del estudio de la palabra.

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