«Bautismo Liberal,» Sí, «Bautismo instrumental» No.

«Bautismo Liberal,» Sí, «Bautismo instrumental» No.

De «Creced» 4/2006

Un hermano me ha contado de algunos que le han dicho aceptar lo que llaman el bautismo “liberal,” o sea, el bautismo hecho en iglesias “liberales,” pero no el “instrumental”, o sea el hecho en iglesias de Cristo que usan los instrumentos de música en la adoración.

Aunque sé que muchos hermanos que hablan así son sinceros, su forma de pensar me entristece. Ven el bautismo como algo que pertenece a una red de congregaciones: la iglesia de Cristo liberal, la conservadora, la instrumental, la premilenialista, la anticopitas, la anti-clases bíblicas, la de Boston, etc. etc. Tratan de decidir cuales de estos “segmentos” tiene un bautismo que pueden aceptar. Algunos dicen, “el liberal sí, más el instrumental no.” Otros dicen, “el anticopita sí, el premilenialista, no.” Se enredan en sus listas y clasificaciones, tratando de justificarse al llegar a sus conclusiones con criterio irracional. Así a pesar de su sinceridad, se parecen algo a los intérpretes de la ley en los días de Jesús.

La solución a la confusión – erradicar conceptos sectarios

La solución a este problema es erradicar los conceptos sectarios que lo producen. En primer lugar, ¡la verdadera iglesia de Cristo ¡no se divide en los segmentos liberales, institucionalistas, premilenialistas, conservadoras, anticopitas, etc.!
En el primer siglo algunos cristianos no comprendían la importancia de alejarse de tradiciones judaicas (los gálatas y algunos romanos), otros la segunda venida de Cristo (los tesalonicenses), otros más la seriedad de la cena del Señor (los corintios), etc. etc. Aun así Dios no veía su iglesia como dividida en “la iglesia de Cristo débil con respecto al judaísmo,” “la iglesia de Cristo confundida en cuanto a la segunda vendida,” etc. Dijo, “Hay un cuerpo.” (Efesios 4:4). Este cuerpo fue compuesto de individuos que buscaron Su gracia a pesar de diferentes niveles de crecimiento espiritual. No fue compuesto de segmentos, “el débil en cuanto a las fiestas judaicas,” “el fuerte con respecto al mismo,” “el confundido en cuanto a la segunda venida,” etc. Si Dios no tuvo Su iglesia como dividida en aquellos segmentos, tampoco debemos tenerla así hoy en día. No es una entidad dividida en el segmento “liberal,” el “conservador,” el “instrumental,” etc. La iglesia de Cristo se compone de individuos que alcanzan la gracia de Dios por la fe a pesar de diferentes niveles de crecimiento. ¡Dios sabe quienes son!

Mucho menos Dios hubiera visto algún bautismo como “de los débiles en cuanto al judaísmo,” otro bautismo de los fuertes con respecto al mismo, otro bautismo más de los confundidos en cuanto a la segunda venida. Dijo que hay “un bautismo.” (Efesios 4:5) Este bautismo fue la inmersión en agua por la autoridad de Jesucristo para perdón de pecados (Colosenses 2:12; Hechos 2:38). Aunque los corintios hubieran estado muy confundidos con respecto a la cena del Señor al bautizar a otros, su confusión no habría invalidado el bautismo de los que en verdad querían crecer en Cristo. Creo que algunos hermanos sinceros hoy en día exigirían que alguien bautizado en Corinto se bautizara otra vez por “la Iglesia Correcta en Cuanto a la Cena.”

Recordemos, el hecho que alguien se hubiera bautizado por hermanos con errores en el Nuevo Testamento (como los corintios, los tesalonicenses, los laodicenses, etc.) no habría invalidado tal bautismo, con tal que hubiera sido una inmersión en agua en el nombre de Jesucristo para el perdón de pecados. Por supuesto, tales individuos deberían haber crecido y dejado sus errores, pero el hecho que habrían tenido que hacerlo, no invalidó su bautismo.

Así hoy en día, muchos son bautizados por individuos con conceptos erróneos, pero si se sumergen en agua con el único propósito de obedecer a Cristo y así recibir el perdón de pecados (y no para entrar en alguna secta), no tenemos derecho de exigir que se bauticen otra vez. Sí, deben crecer y dejar sus conceptos erróneos, pero el hecho que deban crecer no hace nulo su bautismo.

De nada nos sirve tratar de ayudar a otros con su sectarismo, si nosotros mismos tenemos la iglesia del Señor como si fuera una red de congregaciones “conservadoras” y no como es descrita bíblicamente, individuos salvos que están creciendo en Cristo. (Hechos 2:47; 20:28). ¡Que Dios tenga misericordia de nosotros!

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