¿POR QUE MUCHOS NO QUIEREN REUNIRSE?
* «No gano mucho de las reuniones».
* «El predicador me aburre».
* «A veces me siento peor después de la reunión que antes».
Son excusas que oímos a menudo de hermanos débiles para no asistir las reuniones de la iglesia. Revelan con sus palabras no comprender una de las razones principales de las reuniones de la iglesia: «estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras» (Heb. 10:24).
El problema principal de los que no se reúnen es el egoísmo. Al reunirse piensan, ¿»qué puedo recibir de esta reunión»? No piensan, ¿»qué puedo dar a otros al reunirse»? No les importa estimular a sus hermanos, sino quieren ser estimulados. Son hermanos que quieren que todos les llamen, visiten y sirvan a ellos, pero ellos nunca llaman, visitan o sirven a otros. Con su egoísmo, no debemos sorprendernos que no ganan mucho al congregarse. Los que reciben bendiciones de las reuniones son los que asisten no para recibir, sino para dar.