TRES PUNTOS EN CUANTO AL HUMOR

TRES PUNTOS EN CUANTO AL HUMOR

De «Creced» 12/2014

* Me siento mal por aquellos que no tienen un sentido de humor. Toman a sí mismos y a otros demasiado en serio y por tanto no pueden reírse de sí mismos ni soltar una risa en los momentos poco manejables de la vida. Hay tiempo de reír (Eclesiastés 3:4) y “el corazón alegre constituye buen remedio” (Proverbios 17:22). Por otro lado hay quienes no pueden estar serios. Es verdad que demasiada risa puede ser locura (Eclesiastés 2:2) y que aquellos que no pueden dejar de hacer bromas son necios (Proverbios 29:9; Eclesiastés 7:5,6). El balance es el factor principal con respecto a cómo vivimos. (Doy Moyer)

* Puedo imaginar la risa cuando Jesús mencionó por primera vez a un ciego guiando a otro y los dos cayendo en el hoyo, o al hombre que se preocupaba por una astilla en el ojo de su compañero mientras salía algo como un tronco de su propio ojo. Es probable que el hecho de que hemos oído tanto estas historias haya amortiguado un poco el humor de ellas, aunque no habría sido así con sus primeros oyentes.

* Una persona sin sentido de humor es como un coche sin amortiguadores. Se sacude por cada piedra en el camino. (Henry Ward Beecher, adaptado un poco)

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