Tenemos diferentes temperamentos

Tenemos diferentes temperamentos

¡DIOS NOS HA DADO DIFERENTES TEMPERAMENTO!

Dios nos ha creado con diferentes temperamentos. Algunos son callados y otros habladores, algunos les gusta la ventura y otros prefieren la
seguridad, algunos se enojan fácilmente y otros casi nunca. Dios siempre ha usado personas con diferentes temperamentos en su reino. Nuestro desafío es el dejar que use los buenos aspectos de nuestros genios y cambie los no tan buenos.
Una clave para ayudarnos al trabajar en las congregaciones es entender cómo tratar con cristianos de diferentes personalidades. Hablando de la corrección de otros, Judas 22,23 dice, “A algunos que dudan, convencedlos. A otros salvad, arrebatandolos del fuego; y de otros tened misericordia con temor, aborreciendo aun la ropa contaminada por su carne”. ¡Diferentes personas tienen que ser tratadas en diferentes formas!

DIFERENTES TEMPERAMENTOS

1. El “sociable”
Buenas cualidades: amistoso, caluroso, entusiasta, compasivo
Debe tener cuidado con… ser inestable, inquieto, superficial, exagerado, no tener convicciones
Personajes bíblicos: Pedro, Absalón, Bernabé

2. El “resuelto”
Buenas cualidades: determinado, independiente, líder, decisivo, confiado, dinámico
Deben tener cuidado con…ser inconsiderado, sarcástico, orgulloso, sin tacto, inflexible
Personajes bíblicos: Pablo, Faraón

3. El “analítico”
Buenas cualidades: leal, sensitivo, idealista, sacrificado, sincero
Debe tener cuidado con… ser pesimista, depresivo, vengativo, perfeccionista, criticón
Personajes bíblicos: Moisés, Jacob, Elías, Jeremías, Isaías, Tomás

4. El “constante”
Buenas cualidades: tranquilo, pacífico, diplomático, eficiente, fiable
Debe tener cuidado con… ser obstinado, indeciso, blando frente al error
Personajes bíblicos: Noé, Abraham, Samuel y Natanael.

 

RESUMEN DE CUATRO CLASES DE TEMPERAMENTO

Desde el tiempo de Hipócrates (460-377 A.C.) se ha clasificado los temperamentos de los individuos en cuatro categorías. Son:

(1) Los “sociables”: Son personas amistosas y populares que se llevan bien con todos. Quieren tener mucha influencia con otros. Son salientes, les gusta hablar mucho y tienen entusiasmo. Muchos políticos, vendedores y artistas de cine y televisión son de este temperamento.
Los cristianos con este genio deben tener cuidado con algunas tentaciones que les afectan más que a otros. A veces su deseo para llevarse bien con todos hace que no sean firmes en sus convicciones. Si no tienen cuidado pueden ser

superficiales, inquietos, impulsivos y jactanciosos. Los “sociables” mundanos muchas veces exageran para llamar la atención de si mismos, no tienen dominio propio y no son sinceros.
El personaje bíblico que más demostraba este genio era Pedro. Aprendió a superar los defectos de su temperamento y usar las fuerzas del mismo y así llegó a ser uno de los siervos más poderosos del Señor.

(2) Los “resueltos” (temperamento colérico): “Los resueltos” tienen plena confianza en sus creencias y les gusta hablar con otros de ellas sin pelos en la lengua. Para ellos, todo es “blanco o negro”. Son buenos líderes, determinados,

decisivos, independientes y no se rinden frente a dificultades. No tienen mucha paciencia frente a los defectos de otros.
Pero los “resueltos” también tienen ciertas cualidades que tienen que controlar si van a servir bien a Cristo. Si no tienen cuidado pueden ser orgullosos, crueles, sin tacto e incompasivos.
Un personaje bíblico con este temperamento “resuelto” que logró controlarlo para la gloria de Dios, fue el apóstol Pablo.

(3) Los “analíticos” (temperamento melancólico) Son individuos cuidadosos que analizan las diferentes personas y situaciones antes de comprometerse con ellas. Se sienten inseguros en situaciones desconocidas y no quieren arriesgarse mucho. Si ven algo mal en otro, no pueden aceptar ninguna buena cualidad en el mismo. Una vez que llegan a tener amistades con otros, son muy fieles y leales. En la Biblia muchos servidores de Dios tenían este temperamento: Moisés, Jacob, Elías, Jeremías, Isaías, Tomás y otros.
Los analíticos tienen que tener cuidado con ciertas tentaciones que les afectan más a ellos que a otros: el negativismo, el afán, la depresión, la sospecha y la crítica no constructiva.

(4) Los “constantes” (temperamento flemático): La gente con este temperamento son templados, moderados y quieren la tranquilidad. Por esta razón son buenos diplomáticos y procuran siempre la paz.
No se afanan mucho pero a veces son indecisos y no quieren hacer decisiones difíciles. Por esta razón los maridos con este temperamento tienen que tener cuidado que no se dejen manejar por sus esposas e hijos. A veces son irresponsables en cuanto a su trabajo y no demuestran la debida fuerza al luchar en contra del pecado. Algunos no se preocupan por cosas que deben ser corregidas. Algunos personajes bíblicos con temperamento constante fueron Noé, Abraham, Samuel y Natanael.

APLICACIONES Y CONCLUSIONES

Es probable que usted pueda identificar su temperamento y el de algunos de sus amigos y hermanos por estas clasificaciones. Muchas veces se nota una mezcla de estas características en los individuos.
Conviene entender los diferentes temperamentos no para criticar, sino para aprender ayudarse mejor unos a otros y para señalar áreas en las cuales tenemos que tener más cuidado. Por ejemplo, su servidor probablemente es de temperamento “constante”. Por tanto, tengo que tener cuidado para evitar cualidades no sanas que muchas veces acompañan este temperamento: el ser indeciso, el no ser bastante exigente, etc. Es en este punto que Cristo a través de la palabra puede cambiarnos y ayudarnos a superar los desafíos espirituales que acompañan nuestras disposiciones.

(Algunos puntos de este artículo se toman de un libro por Tim LaHaye, “Transformed Temperments”.)
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