“No es vino, ¡Es jugo de uva!”
De Creced 4/97
Camilo, un niño sumamente activo de nueve años, ha comenzado a visitar nuestros servicios en Passaic, Nueva Jersey con su abuela. Todo le fascina, pero lo que más le llama la atención es la cena del Señor. Cuando nos toca este acto, Camilo apenas puede quedarse en su asiento porque quiere observar todo cuidadosamente.
El domingo pasado, al comentar sobre la cena, un hermano habló varias veces del “vino” que ibamos a tomar. Luego, al repartir el fruto de la vid, no hubo bastante para todos los hermanos y el hermano que repartía la cena, tuvo que volver al frente del local para buscar más jugo de uva, para suplir lo que faltaba.
Camilo, fijándose en todo, vio al hermano sacar la botella del jugo de uva y entonces sus ojos se pusieron grandes y exclamó con sorpresa en voz alta, “¡No es vino! ¡Es jugo de uva”!
Camilo tuvo razón. La Biblia nunca emplea la palabra “vino” (OINOS en griego) con referencia a la cena sino habla del “fruto de la vid” (GENNEMA). Por tanto, al hablar de lo que tomamos en la cena, usemos la expresión bíblica “fruto de la vid”, así evitando la confusión.