¿ES LA ADORACIÓN SOLO ACERCA DE MI?
De «Creced» 11/29/07
* “A mi me gusta adorara Dios con aplausos.”
* “Voy a la iglesia porque hoy llega un cantante que es muy chevere.”
* “No me gusta ir a aquella iglesia porque no es divertida.”
Son cosas oídas por personas que quieren ser el enfoque de la adoración. Si a ellos les gusta cierto estilo o acto de adoración y si se sienten felices y cómodos, ¡Está todo bien! Por esta razón las iglesias grandes por lo general son las que tienen más diversión, más programas sociales, más comida, o sea más enfoque en los deseos de los seres humanos. A.W. Tozer dijo, “En algunos lugares es casi imposible animar a la gente a asistir a alguna reunión donde la única atracción es Dios. Solamente se puede concluir que los que afirman ser hijos de Dios están aburridos con El porque tienen que ser atraídos a las reuniones con ‘dulces’ en la forma de películas religiosas, juegos y comida.”
La cuestión básica es si el enfoque de la adoración soy yo, o si es Dios. ¿Debe tener que ver mayormente con mis gustos, mi placer y mi satisfacción o con la voluntad de Dios? La respuesta a esta pregunta debe ser evidente. ¿Quién es Creador de todo? ¿Quién lo sabe todo? ¿Quién merece la reverencia y la alabanza? ¿Quién da toda la vida? ¿Quién sobreabunda en amor y en reverencia? A pesar de la respuesta obvia a estas preguntas, desde el Edén, donde los primeros hombres pensaron poder llegar a ser tan sabios como Dios (Génesis 3:5,6), los hombres han querido convertir la adoración del Creador en algo que les exalte y agrade a ellos, los creados.
La adoración diseñada para agradar al hombre no ayuda al hombre
Los esfuerzos de los hombres para agradarse a si mismos en la adoración no funciona. Aunque a corto plazo atrae a las multitudes, no les da lo que más necesitan. el pan de vida, acercamiento a Dios y completa sujeción a El. Por otro lado la adoración enfocada en Dios, a lo largo exalta al hombre porque lo eleva hacia Dios
y hacia el cielo. Por esta razón Dios ha mandado un enfoque para si mismo en la adoración. No es como si Dios necesitara que nosotros nos enfocáramos en El para reforzar Su imagen. ¡El sabe Quien es! Dios pide un enfoque en Si mismo porque sabe que es lo que nosotros necesitamos. Al reconocer a Dios en la adoración, llegamos a verle más y más tal como es y así recibimos bendiciones. El único enfoque en la adoración tiene que ser Dios. Al enfocarnos en Su poder y gracia nos elevamos más allá de nosotros mismos y nuestras preocupaciones superficiales y llegamos a la presencia del Creador del universo y Su gloria infinita.
Evitemos la tentación de copiar las diversiones del mundo y del espectáculo en la adoración: los aplausos, palmadas, banquetes, conjuntos musicales, testimonios subjetivos, etc. Este enfoque agrada a los hombres, pero les desvía de lo que más necesitan, la santidad, la pureza y el acercamiento a Dios.
(Idea de un artículo por Paul Earnhart)