“Encuentro Internacional de la Iglesia de Cristo”

“Encuentro Internacional de la Iglesia de Cristo”

De «Creced» 3/2017

Algunos me han preguntado acerca de varias reuniones que llevan en sus nombres la frase “… Internacional de la Iglesia de Cristo.” Aunque aprecio los buenos motivos de mis hermanos que patrocinan estos eventos, los nombres dados a ellos me han inquietado y voy a tratar de expresar mis dudas con mucho amor y respeto.

Es bueno que hermanos se reúnan

Nadie tenga este artículo como una objeción de reunirse muchos hermanos de muchos lugares. He participado en reuniones de este tipo y me he gozado mucho en ellas, especialmente al participar en los himnos. Mis preocupaciones tienen que ver con: (1) El reforzar conceptos sectarios por medio de los nombres dados a los eventos y (2) el peligro de que los organizadores de estos eventos lleguen a mezclar los intereses de los eventos con los asuntos de las congregaciones.

El reforzar conceptos sectarios

1. El concepto bíblico – Bíblicamente la iglesia de Cristo “internacional” se compone de individuos. Es el cuerpo de todos los individuos salvos en el mundo, todos los que han sido lavados en la sangre de Cristo (Romanos 6:3,4) a quienes Dios extiende su misericordia a pesar de las fallas que tengan (Hebreos 12:28; Hechos 20:28). No sabemos quiénes están en este grupo, porque solamente Dios sabe a quiénes va a extender su misericordia. Tomando en cuenta los mismos principios bíblicos, vemos que la iglesia de Cristo en una nación (me cuesta decir “a nivel nacional”) sería todos los individuos salvos en aquella nación y son conocidos solamente por Dios.

2. El concepto sectario – Comenzando con el desarrollo de la Iglesia Católica Romana, los hombres han visto la iglesia “internacional” (o una iglesia nacional) no como individuos salvos sino como una colección o una red de congregaciones en el mundo (o en una nación) y a lo largo, una que a veces llega a ser controlada por sus estatutos particulares y sus “líderes.” En el caso del catolicismo fueron los obispos regionales, los arzobispos, los cardenales y en fin el Papa que llegaron a controlar la red de congregaciones. Entre las denominaciones evangélicas han sido los presidentes, los vicepresidentes y otros “lideres.” Lamentablemente, ya vemos estos oficiales en organizaciones “Iglesia de Cristo” en varios países.

Creo que el concepto sectario es dañino porque quita el enfoque de Cristo y lo coloca gradualmente en las tradiciones y en la política de la red de congregaciones. En vez de preguntar, “¿Qué dice Cristo?” los afectados con los conceptos sectarios preguntan, ¿Qué dice “La Iglesia de Cristo?” o sea, ¿Cuál ha sido la enseñanza tradicional en la red de congregaciones conocidas como “Las Iglesias de Cristo?” Desarrollan un sentido de lealtad a la red de congregaciones que en su mente llega a ser “la Iglesia de Cristo.” Si alguien cuestiona un proyecto que se lleva a cabo en la red, algunos le acusan de estar en contra de “la Iglesia de Cristo.” Pero al hablar así, indican no saber bíblicamente lo que es la iglesia.

Entonces una pregunta de gran importancia es: ¿Cómo en verdad veo la iglesia? ¿La veo sencillamente como individuos salvos? O, ¿La veo como una red de congregaciones, con sus tradiciones, sus estatutos nacionales, sus reuniones oficiales, etcétera? Es fácil pensar que vemos a la iglesia como la Biblia la describe, individuos salvos, cuando en realidad etcétera la vemos como una red de congregaciones, una alianza, una tradición religiosa, etcétera. Así sin darnos cuenta, comenzamos a preocuparnos por la política de “la hermandad” (la colección de congregaciones), más que por la autoridad de Cristo.
Es en este último punto que tengo mis dudas acerca de cualquier evento (una reunión, un encuentro, una revista o lo que sea) que proponga representar “la Iglesia de Cristo” nacional o “la Iglesia de Cristo” internacional. Es imposible tener una convención, un encuentro, una conferencia para todos los salvos en el mundo (o en alguna nación) conocidos solamente por Dios. Pero es fácil organizar uno de esos eventos para una alianza o red de congregaciones o una tradición religiosa. Algo cuyo nombre incluye “La Iglesia de Cristo Internacional” o “La Iglesia de Cristo Nacional” casi siempre va a promover un enfoque en una alianza de iglesias.

El peligro se aumenta si en estas conferencias o encuentros, comienzan a recibir donativos de las iglesias o a meterse de otras formas con los asuntos de ellas. No estoy seguro si en la actualidad las varias conferencias de “la Iglesia de Cristo Internacional” reciben donativos de iglesias, pero si ya existe la idea que las representan y las promueven, es probable que dentro de poco tiempo comiencen a pedirlos.
Seamos celosos para conservar lo que vemos en el Nuevo Testamento con respecto a la iglesia— ninguna organización eclesiástica más grande que la iglesia local. Si la historia de congregaciones conocidas de Cristo nos enseña algo es que los conceptos sectarios fácilmente se filtran en los cristianos y comienzan a cambiar su enfoque de Cristo a la política de algún movimiento.

Tengamos reuniones de muchos hermanos y gocémonos en ellas. Pero evitemos nombres que refuercen conceptos sectarios. Que sean patrocinadas por individuos o grupos de individuos que no pretendan representar “la Iglesia de Cristo” a nivel internacional o nacional. Que jamás se metan en los asuntos de las congregaciones, recibiendo donativos de ellas o tratando de influenciar su obra. Así podemos evitar el sectarismo.

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