¿QUE CANTAMOS?

¿QUE CANTAMOS?

De Creced 4/97

Dios ha especificado que le alabemos con fruto de labios, con salmos, himnos y cánticos espirituales (Heb. 13; Ef. 5:19). Pero, hay muchas clases de cánticos. Hay rápidos, lentos, superficiales y profundos.

¿Cuáles son algunos principios que debemos tener en mente al elegir salmos, himnos y cánticos espirituales? A continuación clasificamos los cánticos con respecto a su mensaje espiritual

¿Cuál elegiría?

Una congregación quería invitar a uno de dos evangelistas a vivir y trabajar con ellos en la enseñanza de la palabra. Decidieron escuchar a predicaciones de los dos antes de decidir cuál invitar.
El primero era un joven dinámico en el púlpito y habló en forma muy bella. Se vestía muy de moda. Sus ilustraciones tenían mucho humor y todo el mundo se reía a sus chistes. Nadie dormía. No obstante, cuando el hermano terminó algunos se dieron cuenta que aunque no había dicho nada antibíblica y todos salieron felices, a fin y a cabo no les enseñó mucho de la Biblia.
El segundo hermano era más anciano y no tan dinámico como el primero. No tenía ilustraciones tan llamativas y algunos de los hermanos débiles y otros bajo medicación comenzaron a dormir durante la predicación. Sin embargo, al terminar su mensaje los hermanos espirituales notaron haber oído algunas explicaciones profundas de la palabra de Dios. Como dirían los dominicanos, «no hubo mucha espuma, pero sí mucho chocolate».
¿Cuál de los dos hermanos usted quisiera invitar a trabajar con la enseñanza en la congregación? Cristianos maduros preferirían el segundo porque buscarían solidez espiritual antes de «espuma».
Los himnos y cánticos son como los evangelistas. Algunos son divertidos y llamativos pero a fin y a cabo no llevan un mensaje muy profundo. Aunque no sea pecaminoso cantarlos, los cristianos maduros prefieren cantar los himnos y cánticos que sean más substantivos, aunque no siempre sean tan llamativos como los superficiales. (Ilustración de Sewell Hall)

(1) Cánticos con errores doctrinales: Recuerdo una vez que cantamos un himno con un grupo de hermanos fieles, pero en el himno estaba la frase «Cristo va a reinar». Aunque en un sentido se puede decir que Cristo reina ahora y también reinará en el futuro, ¡la idea del compositor del himno era que Cristo no reina ahora! Al terminar el himno, algunos hermanos señalaron que ya no debíamos cantarlo debido a este concepto erróneo.

Desde luego, algunos coros como «Manda fuego pentecostal», «Dame la mano y mi hermano será», etc. no toman en cuenta la enseñanza bíblica en cuanto al bautismo en el Espíritu Santo y la comunión. Algunos himnos y coros también refieren a las señales del fin del mundo, pero las mencionadas no tienen que ver con el fin del mundo sino con la destrucción de Jerusalén.

(2) Cánticos que pueden tener dos o tres aplicaciones, una bíblica y otras anti bíblicas. Algunos hermanos dominicanos me enseñaron un coro bonito que comienza así:
«Si el Espíritu Santo te llama a ti, ven a Cristo y salvo serás».
Obviamente fue inventado por algún amigo sectario que tiene el concepto que el Espíritu Santo llama en ciertas ocasiones en forma milagrosa al pecador. Este concepto es antibíblico. La Biblia enseña que el Espíritu Santo siempre llama al pecador, no en forma milagrosa sino por medio de la palabra (Ef. 6:17; II Tes. 2:14). Decidimos cantar el coro así, «El Espíritu Santo te llama a ti, ven a Cristo y salvo serás», explicando antes de cantarlo que el Espíritu nos llama solamente a través de Su palabra. No es malo cantarlo así.
Algunos han cambiado ciertos himnos aunque puede haber interpretación bíblica en su forma original. Por ejemplo, las primeras dos lineas del himno «Oh Excelsa Gracia De Amor» fueron escritas así, «Por fe en Jesús el Salvador se hace salvo el pecador». Pero veo que en el himnario publicado por «Star Bible» que cambiaron la letra para que se cante así, «Por fe en Jesús y obedecer se hace…» Obviamente los hermanos de «Star Bible» querían evitar que algunos tomaran la primera linea como defensa de la idea que uno puede ser salvo por la fe sin obedecer. No obstante, debemos entender que la fe salvadora siempre incluye la obediencia (Sant. 2) y entendiendo este punto, no creo que hay nada de malo en cantar este himno en su forma original.
(3) Cánticos con poca aplicación espiritual: Hay algunos himnos y cánticos los cuales, aunque no malos en sí, tienen poca aplicación espiritual.
Quizás no debo atreverme en dar ejemplos pero lo voy a hacer. El himno «Palestina» tiene música hermosa, pero me parece estar alabando la tierra de Palestina más que el Salvador. No creo que hay tal cosa como tierra santa y creo que debemos alabar a Jesús y no la tierra. No obstante, supongo que algunos vean cierto simbolismo de la tierra con las cosas espirituales y por tanto, hasta ahora he cantado este himno tratando de pensar en aplicaciones «simbólicas».
Muchos coros, aunque no anti bíblicos, son diseñados para llevar un ritmo pegajoso más que un mensaje profundo. Al terminarlos, temo que muchos estén animados no por pensar en Cristo o algún principio espiritual, sino por haberse repetido en forma rápida y divertida cierta palabra o frase. Si al terminar un himno o coro, uno piensa mayormente en el ritmo pegajoso, ha fracasado y no ha adorado a Dios. Debe estar pensando en Dios o en algún principio divino.

(4) Himnos y coros basados directamente en la escritura. Son los mejores himnos y coros para edificación espiritual. Me alegra que hay muchos nuevos coros que se cantan los cuales se basan directamente en textos bíblicos: por ejemplo Isaías 40:31; Salmos 23; Juan 3:5; Juan 11:40; etc. Otros himnos se pegan tanto a la Biblia que casi cada frase trae a la mente un texto bíblico.

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