¿EL CASTIGO NO AYUDA CON LA DISCIPLINA?

¿EL CASTIGO NO AYUDA CON LA DISCIPLINA?

Según “los expertos”

 

Una madre escribió a una “experta” de crianza de hijos acerca de problemas de su hijo en el primer grado de la primaria. Este había empujado y pegado a otros niños. Le habían expulsado de la biblioteca de su escuela y todos los esfuerzos para quitarle privilegios y juguetes para disciplinarlo habían fracasado. La respuesta de “la experta” ilustra la psicología de hoy que destruye a los niños en vez de ayudarlos. Escribió la experta a la madre, “en vez de pensar que es necesario controlar el comportamiento de su hijo, ayúdale a controlarse a sí mismo.” Luego dijo, “el control externo como el quitarle la bicicleta no le enseña el dominio propio.” Sigue opinando en su artículo acerca de por qué los niños empujan y pegan a otros y dice que la disciplina no es la respuesta. Dice, “es una idea loca que para ayudar a los niños a sentirse mejor, primero tenemos que hacerles sentirse peor. . . Un niño que se porta mal es un desanimado. El castigo no le hace sentir perteneciente.”

Una maestra en Dallas, Texas, June Humphreys, dice que el mal comportamiento viene porque los niños no pueden comunicar sus sentimientos y el castigo los sofoca aún más. Dice ella, “en vez de castigarlos, a estos niños se les debe enseñar el vocabulario para poder expresar sus sentimientos cuando comienzan a sentirse incómodos.”

Otra perspectiva

Hace cien años los padres sabían cómo manejar a sus hijos que pegaron y patearon a otros. Pero ahora en nuestra edad “sofisticada” conocemos algo mejor que el ejercer la disciplina tal como lo hacían nuestros abuelos. Como resultado, los niños son más rebeldes que nunca. Todos estos “expertos” escriben libro tras libro acerca de la crianza de niños, pero parece que todo el mundo se ha olvidado del libro del Experto con respecto a la crianza de hijos, o sea, la Biblia.

La Biblia enseña que los padres que se preocupan de que “Juancito” vaya a sentirse “excluido” o que “no pertenece” realmente aborrecen a sus hijos. Él que escatima la vara odia a su hijo, mas el que lo ama lo disciplina con diligencia” (Prov. 13:24). Un padre que se preocupa más por los sentimientos de su hijo en el momento en vez del crecimiento en su carácter a largo plazo es un padre que está fallando a su hijo.

Los “expertos” pueden decir que el castigo no ayuda si quieren, pero Dios dice, La necedad está ligada al corazón del niño; la vara de la disciplina la alejará de él” (Proverbios 22:15). No es asunto de aprender a hablar o de desarrollar la habilidad para comunicarse con otros, sino tiene que ver con el egoísmo. Juancito no tiene ningún problema con la comunicación. Al contrario, deja que todos sepan que quiere salir con la suya cuanto antes.

En vez de dejarse paralizar con temor de que Juancito no siempre se sienta bien acerca de sí mismo, los padres deben enseñarle que si se porta mal, va a sentirse mal – porque debe sentirse mal al portarse mal. Porque la tristeza que es conforme a la voluntad de Dios produce un arrepentimiento que conduce a la salvación. . .” (2 Corintios 7:10).

Hoy, vemos demasiado análisis de por qué los niños se portan mal y no vemos bastante acción decisiva para detenerlo. Hay demasiado preocupación por la autoestima de Juancito y no suficiente interés en sus acciones y en el hacer que el mal comportamiento sea sumamente desagradable y no deseable. Que Dios bendiga a cada padre al buscar Su sabiduría y no la necedad que vemos a veces de los “expertos.” (Por Mark Roberts)

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