¿La creación? o, ¿La cultura?
¿Cuál es la base de la enseñanza bíblica en cuanto al papel de la mujer?
Un Repaso de un estudio acerca del papel de la mujer por Thomas Robinson.
Haga clic abajo para un eslabon donde puede conseguir el estudio del hermano www.manhattanchurch.org/Community_Without_Barriers/index.html
Acabo de leer rápidamente una traducción de un estudio extenso del hermano Thomas Robinson acerca del papel de la mujer en las iglesias. Quiero dar las gracias al hermano por su estudio y sus comentarios estimulantes. El traductor también hizo muy buen. Aunque no conozco bien al hermano Robinson, le respeto por esta obra impresionante.
A pesar de mi admiración por la competencia del hermano y aunque estoy de acuerdo con él en muchos puntos, creo que se ha equivocado en su conclusión. Por tanto, escribo este breve repaso. Favor perdonar los errores en el repaso porque voy a tener que fotocopiarlo sin corregir mucho los errores.
Los diferentes papeles para el hombre y la mujer, ¿asuntos de cultura? o, ¿de la creación ?
Creo que el error principal del hermano Robinson es su creencia que la enseñanza nuevo testamentaria con respecto a diferentes papeles para el hombre y la mujer se base en la cultura, cuando las escrituras enseñan que se basa en la creación de Dios.
Aunque es verdad que es importante tomar en cuenta la cultura al analizar la Biblia, especialmente con respecto a las leyes mosaicas, el libro de Apocalipsis y algunas prácticas del Nuevo Testamento, debemos tener cuidado al atribuir el motivo de «cultura» a ordenanzas del Nuevo Testamento, quitando así importancia de su pertinencia moderna. Así abrimos la caja de Pandora en cuanto a la importancia hoy de prácticas del Nuevo Testamento como el bautismo y la cena del Señor. Algunos modernistas ya descartan estas prácticas diciendo que son vestigios de la cultura judía.
Al leer las palabras de Pablo con respecto a los diferentes papeles para el hombre y la mujer, es obvio que está preocupado por la orden de la creación de Dios y no mera costumbre. En 1 Corintios 11 y 1 Timoteo 2, Pablo jamás cita las sensibilidades de la cultura romana o la griega como base de su enseñanza, como supone el hermano Robinson, sino cita principalmente la creación de Dios y el orden que ha puesto en el mundo desde el principio.
* 1 Corintios 11:3 «Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo».
Vs. 9 dice, «tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer del varón».
No hay nada aquí de cultura romana o griega, pero sí hay razonamiento en base de la creación. Aunque Pablo da otras razones para apoyar su enseñanza acerca de las diferencias entre los hombres y las mujeres, la base principal es la creación y no cultura. Hablaremos más de este texto abajo.
* 1 Timoteo 2:13, 14 «Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión».
Tampoco Pablo apela a la cultura griega o romana aquí, sino a la creación de Dios.
El hermano trata de evadir este punto al decir que Pablo solamente estaba haciendo una comparación entre la rebelión de las mujeres de Efeso (algo que él supone) y Eva. No obstante, el uso de la palabra «gar» (porque) al comienzo de versículo 13, muestra que Pablo no está hablando del orden de la creación de Dios solamente para regañar a las mujeres de Efeso, sino que está dando una base para su mandamiento inspirado. La enseñanza se basa en la creación y no en la cultura. Aunque los versículos son difíciles, es obvio que tratan de la creación.
Aunque Pablo no menciona la creación especificamente en 1 Corintios 14:34, 35, sí habla de la ley y no de la cultura griega o romana.
¿La sujeción implica la inferioridad?
Se debe notar otro concepto erróneo que es tan dañino como el primero. Parece que el hermano Robinson crea que el reconocimiento de diferentes papeles para el hombre y la mujer implique una falta de estima a la importancia de la mujer y de sus dones. Señala con algo de razón que algunos han disputado que deban haber diferentes papeles para el hombre y la mujer debido a «la credulidad, falta de intelecto, carnalidad, excesivo emocionalismo y otras características» de ésta. Creo que su punto de vista es que el reconocimiento de los diferentes papeles para el hombre y la mujer y el decir que la mujer deba estar en sujeción en el hogar y la iglesia, implica la aceptación de aquel falso razonamiento.
Al contrario, la Biblia habla de la superioridad de la sujeción y el servicio. Jesús lavó los pies de los discípulos para demostrar lo que es la verdadera grandeza. Se sujeta al Padre, aunque de ningún modo es inferior a Este (1 Corintios 15:28). Por esta razón Dios ha atesorado tanto la influencia de mujeres piadosas en toda la historia, tal como el hermano Robinson ha señalado en una forma tan efectiva y su análisis de las mujeres de la Biblia. Sin embargo, fueron apreciadas no por tomar posiciones de autoridad sobre el hombre, sino porque muchas veces comprendieron mejor que los varones la naturaleza de la verdadera grandeza espiritual: la humildad, el servicio, la sujeción. Con razón han dicho que la mujer es la civilizadora de la sociedad. Debemos evitar la contaminación de los conceptos que provienen de las modas modernas y del movimiento de la liberación femenina en cuanto a lo que constituye la verdadera grandeza espiritual.
Aunque tengan la misma importancia a los ojos de Dios, los hombres y las mujeres son creados en una forma diferente, tanto emocionalmente como físicamente. Tal como desde la creación han habido diferentes papeles para el hombre y la mujer en la esfera física (las mujeres dan luz, los hombres tienen la fuerza física para la defensa), también han habido diferentes papeles espirituales. Los papeles de la mujer de ningún modo son de menos importancia que los del hombre, pero sí son diferentes.
El hermano Robinson escribe mucho acerca del evitar ofender a la gente del mundo al limitar el papel público de la mujer. Aunque es verdad que debamos evitar las ofensas no necesarias, tenemos que recordar que el evangelio, por lo general, fue ofensivo para los griegos, romanos y judíos (1 Corintios capítulos 1 y 2). No obstante, el cambiar principios que Dios ha fundado desde la creación para acomodar las modas y los caprichos modernos es alejarse completamente de preceptos bíblicos.
ACLARANDO EL PUNTO DE DESACUERDO
Antes de comenzar el repaso, conviene aclarar cuáles son los puntos básicos en los cuáles no estamos de acuerdo y también señalar lo que no es el problema.
(1) No es cuestión de si ante los ojos de Dios las mujeres son iguales a los hombres. ¡Sí son! (Gálatas 3:28, etc.) Sí, es cuestión de si hay diferentes papeles para ellas en el hogar y en la iglesia, tal como obviamente tienen diferentes papeles en la esfera física y biológica.
(2) No es cuestión de si ciertas mujeres han enseñado y profetizado a través de los años en ciertas circunstancias. Sí, lo han hecho mucho con la aprobación de Dios (Hechos 21:9; 1 Cor. 11:5; Hechos 2:17; 2 Cron. 34:22, etc.) Sí, es cuestión de si tienen autoridad para enseñar o profetizar al dar discursos a toda la iglesia cuando ésta se ha reunido en un solo lugar (1 Cor. 14:23) o si lo pueden hacer al tomar una posición de autoridad sobre el hombre (1 Timoteo 2:11,12).
Repasando las primeras páginas
No tengo muchos problemas con las primeras páginas del estudio. Es verdad que ciertas leyes mosaicas tienen que ser entendidas a la luz de la cultura de su día. No obstante, debemos recordar que la enseñanza de 1 Corintios 11 y 1 Timoteo 2 no se basa en la cultura, sino en la creación.
El resumen de las vidas de mujeres bíblicas y la importancia de su servicio a Dios es excepcional. Sin embargo, debemos recordar que todas las mujeres mencionadas fueron alabadas por Dios y lograron el bien, no por elevarse sobre los varones o por tomar una posición de autoridad sobre ellos, sino al contrario, por guiarles por medio del servicio sumiso y humilde. Ellas enseñaron a los hombres por medio de sus ejemplos y palabras sumisas lo que es la verdadera grandeza.
1 Corintios 7
Tengo al menos un pequeño desacuerdo con el análisis del hermano de 1 Corintios 7 el cual no tiene mucho que ver con el papel de la mujer. Al analizar 2 Tesalonicenses 2, no creo que Pablo pensara que el retorno personal de Cristo al mundo fuera inmanente. Creo que «la causa de la necesidad que apremia» (vs. 26) tiene que ver con la persecución de la iglesia.
1 Corintios 11
El hermano Robinson tiene un mal entendido muy común que Pablo estaba corrigiendo a los corintios por violar la cultura de su día al escribir 1 Corintios 11:2-16. No obstante, Pablo dice claramente en versículo 2, «Os alabo, hermanos, porque en todo os acordáis de mi, y retenéis las instrucciones tal como os las entregué». Solamente al llegar al versículo 17 para hablar de la cena del Señor, Pablo cambia su tono al decir, «Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo…» Los corintios estaban obedeciendo a Pablo con respecto a la cubierta de la mujer. Solamente querían que les diera más razonamientos en cuanto a por qué fue necesario llevarlo (o no llevarlo en el caso del varón) y Pablo les da estos razonamientos en versículos 2-16.
Pienso que el punto más fuerte del hermano Robinson se encuentra en versículos 5 y 6, porque es obvio que tanto la mujer como el hombre estaban orando y profetizando. Sin embargo, creo que se equivoca al suponer sin prueba que las mujeres estaban orando y profetizando desde una posición de autoridad sobre el hombre o al dar discursos a toda la congregación. La mayor parte de la teoría del hermano se basa en esta suposición y no en las pruebas.
Es difícil determinar exactamente cuando y cómo las oraciones en las profecías de 1 Corintios 11 tomaron su lugar. El hermano Robinson hace algunos puntos (los cuales son disputados) para indicar que quizás la asamblea de los cristianos hubiera sido la circunstancia principal que Pablo tuvo en mente al escribir, pero no hay prueba. Aun si fuera probable (y los comentaristas no están de acuerdo), estoy seguro que las mujeres podrían orar y profetizar al reunirse los santos, sin tomar el púlpito y sin tomar una posición de autoridad sobre el hombre tal como las mujeres cuidadosas hacen hoy en día al enseñar clases de mujeres y niños, orar entre éstos y orar siendo dirigido por el varón, etc.
Tal como hace en 1 Timoteo 2, en 1 Corintios 11 Pablo cita la orden de la creación para enseñar a las mujeres a orar y profetizar al estar cubiertas y que los hombres hicieran lo mismo descubiertos. Soy uno de pocos que no vemos ninguna razón por la cuál esta enseñanza de Pablo no deba ser aplicada hoy en día. (A propósito, el texto enseña en contra del cortar el cabello corto, no necesariamente el recortar un poco el cabello.)
1 Corintios 14:34,35
Es posible que el hermano Robinson tenga razón que las esposas de los profetas fueran las mujeres principales bajo consideración aquí. Sin embargo, el principio que ellas estaban violando fue universal. Versículo 35 dice que las esposas de los profetas debieran guardar silencio frente a toda la iglesia, «porque es indecoroso que una mujer» (¡cualquier mujer!) «hable en la congregación».
Pienso que el hermano se equivoque aquí en dos puntos: (1) supone que el motivo detrás de la enseñanza sea meramente el evitar ofensas a las sensibilidades culturales y (2) parece querer limitar el significado del verbo «hablar» (lalein) a «charlar, parlotear» con la implicación de interrupción. Parece pensar que Pablo solamente condenaba a las esposas de los profetas por sus «charlas» e interrupciones de sus maridos, y no estaba prohibiendo su participación en los discursos públicos.
La palabra hablar («Lalein») no se puede limitar a «charlar» o, «parlotear» como trata de afirmar el hermano. Significa lo mismo en español como en el griego. Parece que el expositor Vine había oído el mismo argumento porque lo refuta en su léxico. Dice acerca de esta palabra, «El mandamiento que prohibe que la mujer hable en la iglesia (vs. 34,35) se entiende por algunos como una prohibición a ‘charlar’, un significado que es ausente del verbo en cualquier otra parte del Nuevo Testamento. Significa lo mismo aquí que significa en vs. 2,3-6,9,11,13,18,19, 21, 23, 27-29, 39». («Vines Expository Dictionary of the Bible», Vol. 4, p. 57)
Como señala el Sr. Vines, Si se limitara la palabra hablar (Lalein) a «conversar» en versículo 34,35 sería necesario limitarla a este sentido estricto donde se encuentra los otros versículos en este capítulo.
Versículo 29 es clave porque manda a los profetas a hablar (lalein) solamente dos o tres en una asamblea. ¿Qué debieron hacer? ¡hablar! (lalein) ¡Las mujeres fueron prohibidos a hacer en versículo 34 (hablar, laleo) lo que versículo 29 dice que profetas debieran hacer en la asamblea! Así vemos que es incorrecto limitar la palabra «lalein» a «charlar o parlotear» en versículo 29 (y otros versículos en este capítulo) y también lo es hacerlo en versículo 34.
El hermano piensa que el hecho que Pablo dijo «todos pueden profetizar» significa que las mujeres deban ser incluidas en los discursos públicos.
La palabra «todo» tiene que ser entendida a la luz de su contexto y prohibiciones que se encuentran en otros textos. Pablo en este texto y otros también sobre entiende que se excluye de «todo», los que no tengan capacidad ni derecho para hacerlo.
Paralelos: I Corintios 12:29 enseña que no todos eran profetas. Entonces, se sobre entiende que al decir Pablo «todos podéis profetizar» no incluye a los que no tenían don de profecía.
I Corintios 7:2 dice que «cada uno tenga su propia mujer». La frase «cada uno» tiene que ser limitado a los que tienen derecho para hacerlo. El que divorció a su esposa sin causa bíblica no tiene derecho de casarse otra vez (Mateo 19:9). Dice Pablo en 1 Corintios 7:11 que tiene solamente dos recursos: reconciliarse con el marido o quedarse sin casar. Pablo sobre entiende este punto al decir «cada uno».
Mateo 21:22 dice «todo lo que pidáis en oración, creyendo, recibiréis». Pero ¿la palabra «todo» aquí significa que recibiremos un Mercedes Benz o algún otro lujo solamente al pedirlo?. ¡Por supuesto que no! Jesús sobre entendió que la palabra «todo» sería limitado a lo que sea conforme a Su voluntad. Como 1 Juan 5:14 dice, «si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, El nos oye».
La palabra «todo» se limita en muchos textos y así es en I Cor. 14:31. Al decir Pablo «todos», sobre entendió que esta palabra sería restringida a quiénes tienen el don y el derecho para hacerlo. Una interpretación correcta de vs. 34,35 y I Tim. 2:11,12 nos ayuda a ver que la mujer no está incluida en «todos». La cuestión no se trata de lo que significa que la palabra «todo» porque sabemos que esta palabra muchas veces es limitada. El eje de la controversia es ¿cuál es la limitación de I Cor. 14:34,35 y I Tim. 2:11,12?
GALATAS 3:25-29
Pablo está diciendo que en cuanto a herencia divina y la importancia en el reino, «ya no hay judío, ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros uno en Cristo Jesús».
Jack Cottrell señala que hay un contraste en este texto entre la herencia ofrecida en el Antiguo Testamento (no fue para los gentiles, esclavos ni mujeres) y ella del Nuevo, para todos.
No obstante, esta igualdad en cuanto a la herencia y la importancia en el reino no quita el hecho que hay diferentes responsabilidades para diferentes individuos. Hay diferentes papeles entre los hombres. Efesios 4:11 habla de diferentes papeles entre los hombres, pero todos son iguales en cuanto al reino y la unidad. En 1 Corintios 12, Pablo compara las diferentes funciones en la iglesia a las del cuerpo humano. Diferentes partes del cuerpo tienen diferentes funciones, pero todos son de igual importancia para el cuerpo. Nada de esto niega lo que Pablo dijo en Gálatas 3:28. Somos iguales pero tenemos diferentes funciones.
Los hombres son iguales a las mujeres en cuanto a su importancia espiritual, ¡pero no pueden dar luz! Las mujeres son iguales a los hombres en lo espiritual, pero por lo general no tienen la fuerza física de los hombres. Dios nos creó en forma diferente para lograr diferentes objetivos. Es verdad en la esfera física y biológica y no debemos sorprendernos que así es también en la esfera espiritual.
1 TIMOTEO 2:11-15
Este texto es probablemente la clave de esta cuestión. Es sumamente claro y por tanto las teorías elaboradas para eludirlo tienen que ser complicadas.
El hermano Robinson tiene razón en cuanto a la traducción de la palabra «silencio». Parece que la Nueva Versión Internacional da mejor el sentido de la palabra.
Sin embargo, su interpretación de lo demás es equivocada.
Jack Cottrell de Cincinnati Bible College and Seminar dice, «los feministas han desarrollado un cuadro elaborado de la situación de la iglesia en Efeso… Este les permite re interpretar el texto en tal forma que haga que Pablo diga exactamente lo opuesto, en efecto, ‘Sí, permito a la mujer enseñar y ejercer dominio sobre el hombre.'»
El hermano basa su interpretación en tres suposiciones erróneas:
(1) Según él, la palabra «autoridad» (authenteo) solamente se refiere a un tipo de autoridad violenta, ilegítima y dominante. Por tanto, Pablo solamente está prohibiendo este tipo de enseñanza dominante , no la enseñanza normal.
(2) Según él, la palabra «autoridad» es ligada con el verbo «enseñar» y por tanto hay una sola idea, «No permito a la mujer enseñar en tal forma que tenga autoridad dominante sobre el hombre», en vez de dos ideas, «no permito a la mujer (a) enseñar, (b) ni ejercer autoridad sobre el hombre.
(3) En versículos 13, 14 Pablo no está dando la razón por su enseñanza dada en versículos 11,12, sino solamente ilustrando que las mujeres de Efeso eran rebeldes tal como lo fue Eva.
La palabra autoridad «authenteo» tiene como una de sus definiciones, cometer el homicidio o un crimen. No obstante, Jack Cottrell señala que los feministas están equivocados al suponer que el hecho que la palabra tiene alguna connotación negativa en algunos de sus usos, significa, por tanto que la tiene, en todos sus usos. Da la palabra «luo» como ejemplo. A veces significa «soltar» o «librar» pero a veces significa «destruir» o «quebrantar.» Scott Baldwin examinó los 58 usos de la palabra en la literatura griega que tenemos desde el primer siglo hasta el décimo y en todo caso, menos uno del siglo 10, significa «ejercer autoridad» sin connotación negativa, tal como está traducida en la Nueva Versión Internacional. Cottrell concluye que en tiempo del Nuevo Testamento, la palabra «authenteo» nunca significa «cometer el homicidio» o «dominar», etc. Pablo sencillamente está prohibiendo a la mujer de tomar cualquier tipo de autoridad sobre el hombre, no solamente la autoridad brusca o dominante.
Hay dos verbos infinitivos que describen lo que la mujer no puede hacer en el versículo 12: (1) enseñar, y (2) ejercer autoridad (sobre el hombre). Son separadas por la conjunción negativa, «oude» (traducido «ni»). Un simple análisis del uso de la palabra «oude» en el Nuevo Testamento revela que «la palabra se usa para unir dos y a veces tres cosas que son relacionadas pero distintas.» (Cottrell) Jack Cottrell cita a Dr. Thomas Edgar quién examinó las 144 usos de la palabra «oude» en el Nuevo Testamento y no encontró ninguno que apoye la interpretación feminista.
En versos 13 y 14 Pablo no está dando una mera ilustración comparando Eva y las mujeres de Efeso, las cuales supuestamente eran rebeldes. El problema con esta interpretación feminista es la palabra «gar» («porque» en la versión Reina Valera, «porque Adán fue formado…) Las mujeres no debían enseñar ni ejercer dominio sobre el hombre porque («gar») Adán fue criado primero.
El hecho que Pablo cita la creación en versículos 13 y 14 sí implica que estamos tratando con principios eternos y no con mera concesión para las preocupaciones temporales de cultura. Los principios de este texto tienen que ver que el orden que Dios ha establecido desde el principio y no con algo temerariamente exigido para no ofender a los griegos o romanos. No es suficiente descartar este punto al señalar que algunos no lo aplican en forma consecuente con respecto a 1 Corintios 11. Este escritor piensa que el principio debe ser aplicado en los dos textos.
El hecho que los versículos 13-15 sean difíciles para interpretar, no quita el hecho que citan la creación de Dios como base para la enseñanza de versículos 11 y 12 y no citan la cultura. Tengo una interpretación algo diferente que el hermano en cuanto a versículo 15, pero no creo que tenga mucho que ver con el principio bajo consideración.
Pienso que la traducción de la Nueva Versión Internacional (la cual el hermano Robinson recomienda con razón) es muy claro. Pablo, inspirado por Dios, no permite «que la mujer enseñe ni que ejerza autoridad sobre el hombre; debe guardar silencio.» Se requieren muchas maniobras lingüísticas para eludir esta frase. ¿Por qué no podemos aceptarla tal como es?
Tratando las diferencias
El hermano Robinson es correcto al hablar de la importancia del amor, la paciencia y la comprensión que debemos tener al hablar de esta y de otras diferencias. Sin embargo, cuando él y otros insisten en que las mujeres tomen una posición de autoridad en los servicios públicos de adoración y en la iglesia misma, nosotros que creemos en otro papel para ellas tenemos que irnos o violar nuestras conciencias. Puesto que no podemos hacer esto, tenemos que hacer eso. Esta cuestión no trata de asuntos personales de aplicación individual, en los cuales se podría tener más flexibilidad según textos como Romanos 14 y 1 Corintios 8,9, sino trata de la adoración pública de la iglesia y de su organización. Por tanto, por su naturaleza va a dividir a hermanos.
La falta de tiempo ha limitado este repaso a unos breves puntos, pero espero que nos ayude a ver algunas fallas en los razonamientos del buen hermano. Agradezco el buen espíritu que el hermano ha demostrado en su estudio largo y he tratado de demostrar lo mismo en este breve repaso.
Preguntas
1. Aunque los hombres y las mujeres somos idénticos en importancia, ¿usted no cree que haya absolutamente ninguna diferencia en los papeles que tienen en la iglesia? ¿Piensa que sean idénticos en todo?
2. ¿Usted piensa que no hay diferencias en los papeles de los hombres y las mujeres en el hogar? ¿Usted piensa que son idénticos?
3. Aunque los hombres y las mujeres somos idénticos en cuanto a nuestra importancia delante de Dios, ¿Acepta que hayan algunas diferencias en la forma que Dios nos ha hecho? ¿Somos diferentes emocionalmente?
4. ¿Usted piensa que las mujeres deban predicar del púlpito tal como lo hacen los hombres? ¿Lo hacen en esta congregación?
5. ¿Las mujeres deben ser obispos en la iglesia?
6. ¿Las mujeres deben sujetarse a sus maridos como la iglesia se sujeta a Cristo?
7. El bautismo, ¿podría haber sido un asunto de la cultura del primer siglo y por tanto no pertinente a nosotros hoy en día?
8. ¿El pan y el fruto de la vid representan símbolos de la cultura judía y por tanto no son pertinentes a nosotros hoy en día?
9. Las iglesias del primer siglo habrían evitado el uso de la música instrumental solamente para no ofender a los judíos, los cuales no la usaron en la sinagoga? Por tanto, ¿podemos usarla hoy?