COOPERACIÓN, ORFANATOS Y ESCUELAS CRISTIANAS
UNA CONTESTACIÓN AL TRATADO…
Por Batsell Barrett Baxter
«LA IGLESIA Y SU OBRA»
CONTESTACIÓN ESCRITA POR GARDNER HALL
¿Cómo se defienden que las iglesias sostengan las universidades y otros institutos?
Hace algún tiempo que vi por primera vez un tratado por el hermano Batsell Barrett Baxter titulado «Cooperación, Orfanatos y Escuelas Cristianas» publicado en El Salvador bajo el Título, «La Iglesia y su Obra». Los muchos errores del tratado (bajo sus dos títulos) exigen contestación y por lo tanto publicamos de nuevo esta respuesta con algunas pocas revisiones.
No tengo ningún problema personal con el hermano Baxter. Al contrario, el hermano Baxter (ya es difunto) era un amigo personal de mi padre. Aprecio la humildad y la mansedumbre que el hermano demuestra en su tratado pero la triste verdad es que el hermano Baxter se esfuerza en el a defender el desarrollo denominacional en algunas iglesias de Cristo y un sistema en el cual algunas iglesias locales entregan fondos para sostener colectivamente a:
(1) Orfanatos, asilos para los ancianos y otras instituciones benévolas,
(2) La centralización de la obra de muchas iglesias bajo «iglesias patrocinadoras» o sea «iglesias supervisoras»,
(3) Universidades cristianas como Abilene Christian University, Abilene, Texas; Freed Hardeman College, Henderson, Tennessee; Harding University, Searcy, Arkansas; etcétera y también escuelas para predicadores controladas por juntas directivas.
Aunque el hermano dice algunas cosas buenas en su tratado, al fin y al cabo lo que defiende es nada más un sistema sectario y todo el mundo lo reconoce como tal menos el hermano Baxter y sus simpatizadores. El historiador religioso, Dr. David Edwin Harrell, estaba refiriéndose a este sistema sectario al decir lo siguiente: «Los eruditos, los estudiantes bien informados en otros grupos religiosos y todas las personas que comprenden la sociología religiosa y la historia ven síntomas claros de un desarrollo sectario en la iglesia». Esta cita se encuentra en el librito del Dr. Harrell, «The Emergence of the ‘Church of Christ’ Denomination», página 26..
¿Cómo defiende el hermano Baxter lo que los historiadores llaman «el desarrollo sectario» entre algunas iglesias del Señor. Los estudiantes de la historia notarán que el hermano Baxter emplea muchos de los mismos razonamientos para justificar el desarrollo denominacional entre las iglesias de Cristo que empleaban miembros apóstatas del cuerpo del Señor del siglo pasado para defender la sociedad misionera y su apostasía. Todo estudiante serio del desarrollo sectario entre iglesias de Cristo debe estudiar también la apostasía que ocurrió en la iglesia hace 100 años la cual resultó la denominación, «Iglesia Cristiana, Discípulos de Cristo». (Nota: La sociedad misionera fue una institución establecida por hermanos en Cristo en el año 1849. Muchas iglesias comenzaron a mandar fondos a aquella institución para que ésta dirigiera «obras misioneras» y sostuviera a predicadores. Las iglesias que aceptaban someterse a dicha sociedad se apostataron y se llaman hoy en día, «Iglesias Cristianas, Discípulos de Cristo» y en los Estados Unidos es una secta muy liberal. Las iglesias que se oponían a la sociedad fueron pocas al principio pero después crecieron en número. Según los historiadores, nosotros, miembros de la iglesia de Cristo somos «los descendientes» de los hermanos que se oponían a la sociedad. Para más información, léase los tratados recomendados al fin de este estudio. Ahora vamos a investigar el tratado del hermano.
PAGINAS 1-3 (3-5 en «La Iglesia y Su Obra»)
El hermano comienza con la táctica, tal vez la más empleada de disfrazar el verdadero problema. Dice, «existen actualmente dentro de la iglesia diferencias de opinión tocante a asuntos tales como la forma correcta de cuidar a los huérfanos, la cooperación de la congregación, el uso que se le debe dar a los fondos de la iglesia y cosas por estilo». Los errores de esta cita son los siguientes: (1) Los problemas no tratan sobre una cuestión de meras opiniones. Las iglesias apóstatas del siglo pasado se esforzaron en representar su apostasía como asunto de opinión. Cualquier esfuerzo por establecer un sistema bajo el cual algunas iglesias entregan una parte de sus responsabilidades a otras iglesias e instituciones no es asunto de opinión sino es cambiar el patrón divino. (2) El problema no tiene nada que ver con métodos («la forma correcta») de cuidar a los huérfanos. Hermanos apóstatas del siglo pasado decían que la cuestión de la sociedad misionera no trataba de otra cosa sino «la forma correcta» de predicar, pero el problema trata de mucho más que eso. Trata de quién va a hacer la obra: ¿la iglesia local o una institución humana?
Estoy de acuerdo con mucho de lo que dice el hermano en las páginas 2 y 3 (páginas 4 y 5 en «La Iglesia y su Obra» [LISO]) menos cuando habla del asunto como si fuera asunto de opinión.
ARGUMENTO #1 (Paginas 4,5 [6,7 en LISO])
Resumen del argumento del hermano Baxter: Dios no ha especificado cómo una iglesia debe predicar, ayudar a los huérfanos, edificar a los santos, etcétera. Por lo tanto la iglesia tiene el derecho de elegir cualquier método que le parezca bien para cumplir con estas tareas. Las instituciones, las universidades, las iglesias patrocinadoras, etc. son solamente métodos por medio de los cuales las iglesias hacen su obra. Las instituciones son paralelas a las clases bíblicas, a las copitas individuales para la cena, el uso de literatura, por ejemplo en clases bíblicas, etcétera. Si no es correcto pedir autoridad específica para tales cosas, no debemos pedirla por la práctica de una iglesia que sostiene juntamente con otras a una institución o a una iglesia patrocinadora.
Contestación al argumento: El problema no trata de cómo una iglesia local debe hacer su obra (de cuidar a los huérfanos, de predicar, etc.), sino de quién va a hacerla, ¿la iglesia local? o, ¿alguna institución humana? En la apostasía del siglo pasado los miembros de la «Iglesia Cristiana» hicieron este mismo razonamiento al decir, «la Biblia no especifica cómo predicar el evangelio y por lo tanto las iglesias pueden establecer instituciones para evangelizar». Sin embargo aquellos hermanos fieles que se oponían a aquella apostasía dieron la misma contestación que damos a nuestros amados hermanos apóstatas hoy: ¡No es problema de cómo hacer la obra, sino de quién va a hacerla Aunque Dios no ha especificado en todo, «cómo» hacer esta clase de obra, sí ha especificado quién debe hacerla. No ha autorizada otra organización aparte de la iglesia local para hacerla. Cuando una iglesia sostiene juntamente con otras a una institución no mencionada en la Biblia o a una iglesia supervisora y entrega parte de sus responsabilidades a ellas, va más allá de lo especificado.
ILUSTRACIÓN: Si un maestro diera al estudiante Fulano la tarea de escribir un ensayo de 10 páginas sobre Simón Bolivar, el estudiante tendría que usar ayudas tales como plumas, papel, enciclopedias, etc. Estas ayudas estarían autorizadas por el maestro aunque no especificadas. El estudiante podría comprar los servicios de un taquígrafo para escribir a máquina el ensayo suyo, PERO, no tendría derecho de pagar a su amigo, a Zutano, para hacer la tarea o para escribir parte del ensayo, y si el maestro se diera cuenta de lo que estuviera pasando, éste castigaría a Fulano y no le daría crédito por el trabajo.
En tal caso, ¿podría Fulano razonar que al pagar a su amigo para hacer el ensayo, fue nada más que emplear una «ayuda», como él podría haber empleado el papel, las plumas y las enciclopedias para ayudarse en su tarea? ¡NO! El maestro explicaría que el pagar a Zutano para hacer el ensayo no se trataría de un asunto de emplear ayudas, sino de quién iba a hacer la obra, ¿Fulano o Zutano?
Podría Fulano responder a su maestro que, si pudiera comprar los servicios de un taquígrafo para escribir su ensayo a máquina, de igual manera podría pagar a su compañero para escribir parte del ensayo? ¡No! El maestro explicaría que hay una gran diferencia entre el comprar los servicios de un taquígrafo para escribir a máquina el ensayo escrito por Fulano, y el dejar que otra persona escriba parte de él.
APLICACIÓN: Dios ha dado a la iglesia local y a individuos la tarea de hacer su trabajo espiritual. Si una iglesia entrega parte de esta obra a una institución o a una iglesia «patrocinadora», no puede afirmar que eso es nada más buscar «ayudas» o «conveniencias» como el usar copitas individuales para la cena, tener clases bíblicas, etc. Es entregar la obra a otra institución. Nunca se olvide que no trata de «cómo» sino de «quién».
Algunos hermanos razonan, que si una iglesia puede comprar los servicios de un periódico o de una emisora, puede sostener a una institución o una «iglesia patrocinadora». Pero pensemos en la ilustración. Como Fulano podría haber comprado los servicios de un taquígrafo para escribir a máquina lo que él habría escrito, iglesias locales pueden comprar los servicios de periódicos, emisoras, etc. para presentar la predicación suya. Pero hay una gran diferencia entre el comprar los servicios de una empresa y el sostenerla.
Conclusión: Las universidades «cristianas», los campamentos «Iglesia de Cristo», los orfanatos, los asilos, etc. son más que «ayudas» y «conveniencias» para las iglesias. Como las sociedades misioneras de hermanos apóstatas del siglo pasado, estas empresas son instituciones humanas a las cuáles iglesias entregan parte de sus responsabilidades.
ARGUMENTO 2 (Páginas 8-11 [11-14 LI y SO])
Resumen del argumento del hermano Baxter: Es bíblico que las iglesias cooperen. Por lo tanto pueden cooperar con las instituciones, con las universidades cristianas, con las iglesias patrocinadoras, etc.
Contestación: Este argumento es semejante a uno que hacen los «testigos de Jehová». Dicen ellos, «la Biblia autoriza la organización y por lo tanto nuestra organización con sede central en Brooklyn, N.Y. es bíblica». ¡Están equivocados! La Biblia autoriza cierta clase de organización, pero no la que tiene los «testigos». Así también la Biblia autoriza la cooperación pero no la clase sectaria que el hermano Baxter defiende, la «cooperación» en que iglesias centralizan su obra para sostener juntamente con otras universidades, hospitales, orfanatos, iglesias patrocinadoras, etc. Entonces, ¿qué es la diferencia entre la cooperación bíblica entre iglesias y la sectaria que el hermano Baxter defiende?
En primer lugar, en la cooperación bíblica en que una iglesia mandaba dinero a otra, siempre se trataba de limosnas (ayuda para pobres) dada a una iglesia necesitada. Esta diferencia fundamental entre la cooperación bíblica y la denominacional que defiende el hermano Baxter se puede ilustrar con la diferencia entre un sartén y un embudo (véase el esquema). En la cooperación bíblica en que una iglesia mandaba dinero a otra (A en el esquema), la iglesia necesitada (Jerusalén, por ejemplo) se puede representar como un sartén recibiendo limosnas (Hechos 24:17) para aliviar su propia pobreza. En la cooperación denominacional que defiende el hermano Baxter (B en la esquema), la iglesia patrocinadora se representa mejor como embudo que recibe no limosnas para los pobres, sino contribuciones, no para su propia pobreza (nunca son pobres estas iglesias) sino para gastar en algún proyecto. De ningún modo esta segunda clase de cooperación (B) se autoriza por la cooperación Bíblica (A) como la organización compleja de los «testigos» no halla autorización en la organización sencilla de que leemos en la Biblia. Además de ésto, la cooperación bíblica nunca se trataba del desarrollo de una obra más allá de las fuerzas de la congregación. Una iglesia bíblica nunca planeaba pedir fondos de otras para hacer su obra.
El hermano habla en esta sección de algunos ejemplos de cooperación en la Biblia pero en ninguno de ellos encuentra la clase denominacional que buscaba. Encuentra «sartenes»en la Biblia y no los «embudos» que el quiere defender.
Hechos 11:27-30: (Páginas 8,9 {11,12 LI y SO) El hermano parece implicar aquí que la iglesia en Jerusalén era una iglesia patrocinadora, un «embudo». El dice, «Antioquía utilizó la iglesia de Jerusalén por medio de sus ancianos. En otras palabras, según el hermano, la iglesia en Antioquía mandó dinero a la iglesia en Jerusalén para que ésta sirviera de centro de organización para las otras iglesias en Judea. Pero, para decir ésto, el hermano tiene que añadir muchos detalles que no se encuentran en el texto. Lea los versículos para si mismo y verá que los versos dicen solamente que los hermanos mandaron ayuda a los ancianos por medio de Bernabé y Saulo. Añadir a estos detalles para tratar de implicar que hay en este caso una iglesia patrocinadora, un embudo, es torcer severamente la Biblia. Hay un estudio profundo de esta aplicación equivocada en el librito, «Estudios que Estudiar con respecto a la Naturaleza y Obra de la Iglesia», página 10. Se puede obtener este estudio al escribir a la dirección dada al fin de este tratado bajo «estudios recomendados».
El hermano sigue mencionando casos en que muchas iglesias sostenían a Pablo. Nadie niega que muchas iglesias pueden sostener a un predicador. En tal caso el predicador sería como el sartén de nuestra ilustración. Estos ejemplos no ayudan el caso del hermano Baxter ni los hermanos «liberales» porque tienen que encontrar en tales textos un centro de distribución, una iglesia patrocinadora, una universidad cristiana o sea un «embudo» sostenido por iglesias. Es una tarea imposible.
Comentario sobre la página 11 (13,14 en LI y SO): El hermano dice varias cosas equivocadas aquí. Dice, «con el mismo espíritu de cooperación los obispos de la iglesia de Highland, en Abilene, Texas han acudido a otras congregaciones para que colaboren en el programa de la predicación por radio y televisión». ¡No! No es «el mismo espíritu de cooperación». Ya hemos visto que ninguna iglesia novotestamentaria pidió fondos de otras para una obra asumida más allá de sus fuerzas. Es una práctica moderna que proviene del hombre. La iglesia en Highland de ningún modo es indigente, no es un «sartén». Es una iglesia riquísima que no pide limosnas para poder volver a la independencia, sino quiere ser «embudo» pidiendo contribuciones para una obra asumida. No hay nada de eso en la Biblia. Sería lo mismo decir que los «testigos» con «el mismo espíritu» de organización novotestamentaria, se han organizado bajo la estructura de su cuartel general en Brooklyn, NY. ¡No es los mismo!
El hermano dice, «la autonomía de las iglesias nunca ha corrido peligro». Es interesante notar que muchas sectas hacen esta misma afirmación de no haber violado la autonomía de las iglesias locales. Pero, ¿cómo puede una iglesia someterse a este sistema sectario, entregando parte de sus responsabilidades a otros, sin perder en la entrega parte de su autonomía. Una cosa es segura; una iglesia (como la de Highland) que planea depender de otras congregaciones para hacer parte de su obra, no es independiente.
UN PUNTO MUY IMPORTANTE AL ANALIZAR LA CONTROVERSIA
El hermano dice algo en la página 11 (14, LI y SO) que es muy equivocado y en mi opinión señala algo muy importante en la controversia. Dice, «hay labores demasiado extensas para que las ejecute una sola congregación». Yo quiero preguntar, ¿cuáles labores? Hermanos, la controversia no trata de «ayudas» ni de «métodos» para la congregación local sino de este error peligroso que presenta el hermano Baxter. El y todos los hermanos «liberales» piensan que la iglesia local no es capaz para hacer todas las labores que Dios le da. Por lo tanto buscan establecer centros de organización como iglesias patrocinadoras e instituciones por las cuales hacer estas labores. Yo creo con todo mi corazón lo que hermanos han creído hace muchos años, que cada iglesia local es capaz para hacer todas las labores que Dios le da. Debemos seguir preguntando a nuestros amados hermanos liberales, ¿Es la iglesia capaz para hacer sus labores? ¿sí o no? El hermano Baxter contesta sin ninguna vergüenza que no.
El ejemplo que da el hermano para «probar» que una iglesia local es incapaz para hacer la obra que Dios le da es muy débil. La iglesia en Antioquía no era incapaz para hacer la obra que le pertenecía. La predicación de Pablo fue su propio trabajo y él habría predicado con o sin la ayuda de la iglesia en Antioquía. Obviamente varias iglesias le ayudaban a Pablo pero la obra fue de él.
ARGUMENTO #3 (Páginas 13-18 {17-22 en LI y SO])
Resumen del argumento: La iglesia puede ayudar a un hogar necesitado. Por lo tanto puede mandar contribuciones a un orfanato que es un hogar restaurado.
Contestación: Este argumento es nada más sofistería y jugar con la palabra «hogar». En primer lugar la Biblia habla de ayuda dada a santos necesitados y no a «hogares». En segundo lugar, los orfanatos, «Iglesia de Cristo» con sus directores, subdirectores, impresos y licencias son nada más instituciones y todo el mundo los reconocen como tal menos los hermanos liberales que tratan de hacer este argumento. Los huérfanos necesitan de hogares verdaderos y no de instituciones y asilos «Iglesia de Cristo». Para más información sobre este argumento, véase el excelente tratado por Bill Reeves, «La presente controversia en la hermandad».
Varios comentarios: ¿Puede la iglesia proveer para las necesidades de los que no son cristianos? Esto no es verdaderamente el problema que nos divide porque aun si pudiera probar que la iglesia tiene la obligación de proveer bienes materiales para aquellos que no han obedecido a Dios, ésto no justificaría que las iglesias centralizaran tal obra bajo una institución humana. La institucionalización y centralización de la obra es el verdadero problema. Francamente no he podido encontrar ningún verso que enseñe que las iglesias locales tienen alguna obligación de proveer bienes materiales para la gente del mundo. Para los inconversos la iglesia ofrece algo de más valor que bienes materiales, el evangelio. Todos los ejemplos bíblicos de benevolencia de parte de iglesias trataban de bienes dados a santos necesitados. Obviamente pasajes como Mateo 5:46,47; Lucas 10; Gálatas 6:10 y Santiago 1:27 enseñan que nosotros como individuos debemos proveer bienes para todos los hombres cuando tengamos oportunidad. Sin embargo, estos versículos no tienen nada que ver con los fondos de las iglesias. El hecho de que el libro de Gálatas fue escrito a un grupo de iglesias, no detrae del hecho de que muchas de sus enseñanzas (como Gálatas 6:10) fueron dirigidas a individuos. Uno no debe citar versículos que tratan de la responsabilidad individual para tratar de probar lo que deben hacer las iglesias.
En las páginas 14,15 [17,18] el hermano sigue hablando de «métodos» que no es el problema como ya hemos visto. Es asunto de «quién va a hacer la obra» y no de «como hacerlo».
Comentario sobre «la objeción número uno» (página 16) [19]: A pesar de lo que dice el hermano aquí, un orfanato es paralelo en muchos aspectos a una sociedad misionera. Por ejemplo, yo puedo poner la palabra «orfanato» al lado de las palabras «sociedad misionera» en algunas frases escritas por el hermano en la página 16 [19] sin cambiar la veracidad de la frase. Por ejemplo, dice él, «La sociedad misionera» (y el orfanato) «es una sociedad separada hecha por el hombre que sustituye a la iglesia en el campo de evangelismo». (El orfanato es un substituto por la iglesia en el campo de benevolencia.) «Es un rival innecesario de la organización asignada por Cristo para llevar a cabo el evangelismo». (El orfanato es un rival innecesario de la iglesia en el campo de benevolencia.) Sí, el orfanato es paralelo en muchos aspectos a la sociedad misionera. Los dos son instituciones humanas establecidas para sustituir a las iglesias locales.
¿HAY ALGUNA DIFERENCIA ENTRE EL ORFANATO
Y LA SOCIEDAD MISIONERA? (16) [19]
En mi opinión, el hermano presenta la argumentación más débil del folleto para tratar de explicar la diferencia entre un orfanato y una sociedad misionera. Dice lo siguiente acerca de la evangelización: «La iglesia es capaz de hacer todo ésto» (evangelización) «dentro de su propio marco de organización». Pero en cuanto a la benevolencia, es otra cosa según el hermano Baxter. Dice, «Por otro lado, cuando tomamos en cuanta el área de benevolencia y afrontamos la responsabilidad del cuidado de huérfanos, no es posible que la iglesia dentro de su propio marco de organización pueda ofrecer el cuidado que es necesario».
Fíjese bien. Dice en cuanto al evangelismo, la iglesia local es capaz para hacer todo lo necesario (aunque este hecho contradiría la necesidad de haber una iglesia patrocinadora y otras instituciones evangelísticas aparte de la iglesia tales como «Western Christian Foundation», «Prensa la Paz», etc.), por lo tanto no necesita de una sociedad misionera. Pero según él, no es capaz para hacer su obra en el área de benevolencia, por lo tanto necesita establecer instituciones para recibir contribuciones de otras iglesias. Por esta razón, según el hermano Baxter, la institución, el orfanato, no es paralela a la institución, la sociedad misionera. Yo quiero hacer una pregunta sencilla. Si la iglesia local no fuera capaz para hacer su benevolencia, ¿por qué Dios no estableció otra institución para hacerla? Según el hermano, ¡la iglesia es suficiente para hacer su evangelización, pero no su benevolencia! ¿Diría el hermano abiertamente que Dios hizo la iglesia parcialmente suficiente? Así llegamos otra vez al eje de la controversia y no tiene nada que ver con los «métodos» empleados por iglesias locales sino con la suficiencia de la iglesia local. ¿No podemos ver que el desarrollo denominacional que el hermano Baxter defiende es causado por una profunda desconfianza en la capacidad de las iglesias locales para hacer su obra?
Después de leer tal argumentación como la que da el hermano en esta sección, algunos preguntarían, ¿por qué el hermano Baxter no acepta las sociedades misioneras y deja de esforzarse tanto en mostrar que hay una diferencia en principio entre el orfanato y la sociedad misionera? La contestación es que el hermano Baxter y otros hermanos liberales se oponen a algo llamado «sociedad misionera» solamente por la tradición. «Tradicionalmente» iglesias de Cristo se han opuesto a sociedades llamadas «sociedades misioneras» (aunque tienen sociedades misioneras bajo otros nombres). Es probable que el hermano Baxter tuviera antepasados que lucharon en contra de las sociedades misioneras de la iglesia apóstata del siglo pasado y por lo tanto no quiere aceptar algo llamado «sociedad misionera» aunque acepta los mismos conceptos erróneos que produjeron la sociedad misionera en el siglo pasado.
No creo que lo que dice el hermano en cuanto a la objeción 2 tenga mucho que ver con el problema. Todos aceptamos que las iglesias deben cuidar de sus necesitados pero ésto se puede hacer sin enviar contribuciones a una institución o iglesia patrocinadora.
Punto en la página 18 [21]: Si el orfanato y una sociedad misionera fueran paralelos, ¿por qué podrían los individuos sostener a un orfanato y no a una sociedad misionera?
Contestación: Yo personalmente no podría sostener ni como individuo a ningún orfanato ligado en forma denominacional a las iglesias porque sería compartir con el error. Dudo que el hermano Baxter hubiera sostenido ni en forma individual a un orfanato de nuestros hermanos en la iglesia llamada «Iglesia Cristiana» por la misma razón. Mi conciencia sí me permitiría sostener individualmente a una sociedad benévola (como la Sociedad de cáncer) que no esté ligado a ningún error religioso.
No creo que el hermano diga nada en cuanto a la objeción #3 que no haya sido ya contestada. (Dice que el orfanato es «hogar restaurado», una ayuda como lo es un azadón, etc.)
ARGUMENTO # 4 (Páginas 20-23) [23-26]
Resumen del argumento: «Si es una buena obra, que el Señor quiere que se realice, la obligación recae igualmente sobre individuos y sobre la iglesia, porque los individuos son la iglesia». (página 23, [26]) Los individuos pueden sostener a instituciones benévolas y por lo tanto la iglesia puede hacerlo también. (El hermano habla de varias cosas que no me parecen tener nada que ver con su conclusión, pero ella es dada arriba.)
Contestación: Esta regla es falsa y peligrosa y abre las puertas para la introducción de muchas innovaciones en la iglesia. Con esta regla defiende hasta piscinas y gimnasios comprados por las iglesias porque si el recreo es buena obra (y sí lo es), entonces según esta regla la iglesia puede ocuparse en él.
La iglesia y el individuo son diferentes entidades con diferentes responsabilidades. Dios da libertad al individuo en cuanto al uso de su dinero. Dijo Pedro a Ananías en cuanto a su herencia, «reteniéndola, ¿no te quedaba a ti? y vendida, ¿no estaba en tu poder»? (Hechos 5:4) Un individuo puede obtener su dinero por medio del trabajo o de las inversiones y puede gastar su dinero según su juicio, por ejemplo en el recreo o en una contribución a la sociedad de cáncer. Pero la iglesia es una institución unicamente espiritual y por lo tanto tiene límites en cuanto a lo que puede hacer con sus fondos. No puede obtener su dinero por medio de las inversiones y tampoco tiene autoridad de gastar su dinero en el recreo o en sostener la sociedad de cáncer.
I Timoteo 5:16 especifica una cosa que debe hacer el individuo que no debe hacer la iglesia. «Si algún creyente o alguna creyente tiene viudas, que las mantenga, y no sea gravada la iglesia a fin de que haya lo suficiente para las que en verdad son viudas». Este texto no solamente prueba que el individuo y la iglesia son diferentes entidades, sino da énfasis a la verdad que la iglesia no debe ser gravada con lo que no le pertenece, principio olvidado por nuestros amados hermanos liberales. ¡La iglesia no puede hacer todo lo que hace el individuo!
ARGUMENTO #5 (Paginas 26-30 [29-33])
Resumen del argumento: Puesto que las universidades cristianas (como David Lipscomb University, Freed Hardeman College, Abilene University, Harding University, etc.) y escuelas para predicadores sostenidas por muchas iglesias hacen una buena obra, las iglesias deben sostenerlas.
Contestación: Hace como 20 años que el hermano Baxter era uno de los pocos aun entre hermanos «liberales» que abogaba por el sostenimiento de universidades de parte de iglesias locales. Pero hoy en día, casi todas las universidades y escuelas «cristianas» aceptan sostenimiento de iglesias locales como si fueran seminarios sectarios. Así casi siempre camina la apostasía. Cuando una nueva práctica es introducida, al principio hay oposición pero gradualmente ella se calla y al fin todos aceptan los cambios o al menos no se oponen a ellos. Uno de los pocos hermanos que siga oponiéndose a que las iglesias sostengan a universidades cristianas pero defendiendo que sostengan a instituciones benévolas es el hermano Dewayne Shappley de Bayamón, Puerto Rico.
En una cosa de esta sección estoy de acuerdo con el hermano Baxter. Dice en el penúltimo párrafo de la página 29 (segundo párrafo de la página 32 en LI y SO) dirigiéndose a sus compañeros «liberales» que todavía no habían aceptado que las iglesias sostuvieran a las universidades cristianas, «O el orfanato y la escuela cristiana» (el sostenimiento de estas instituciones de parte de iglesias, gh) «se mantienen firmes o ambos caen». Yo estoy de acuerdo con esta frase porque ambas son instituciones separadas de la iglesias pero sostenidas por ellas para hacer lo que algunos afirman ser parte de la obra de iglesias. La diferencia entre el hermano Baxter y yo es que el creía (ya es difunto) que el sostenimiento de las dos se mantiene firme (en piejuntos) mientras yo creo que el sostenimiento de las dos cae.
La única cosa que el hermano puede hacer para defender el sostenimiento de universidades, colegios e institutos «cristianos» por iglesias es hacer el viejo argumento que estas instituciones son «ayudas» y «métodos» por los cuales las iglesias locales enseñan a sus jóvenes como lo son los edificios y locales pero ya hemos visto que el problema no tiene que ver con «métodos» sino con la suficiencia de la iglesia local y quién va a hacer la obra.
Los errores de la argumentación presentada en esta sección son: (1) El hermano no piensa que los individuos y las iglesias locales son suficientes para hacer la obra de enseñanza, y (2) dice que la iglesia puede sostener a «toda buena obra». Es un concepto vago y peligroso porque deja en tela de juicio humano la determinación de lo que son buenas obras.
Iglesias, predicadores e individuos fieles del primer siglo y de otros siglos han enseñado bien a los jóvenes sin tener ninguna «universidad cristiana» ni seminario sectario y pueden hacerlo hoy en día. No tenemos que regresar al sectarismo para enseñar.
Nota: No estamos en contra a escuelas en sí como no estamos en contra a ningún negocio personal como gasolineras, fábricas, supermercados, etc. Si un grupo de hombres quiere establecer una escuela secular como negocio personal, está bien. Si quieren dar unas clases bíblicas a los estudiantes, no hay problema. Tampoco hay problema si algún cristiano quiere dar clases bíblicas a sus empleados en su gasolinera, su fábrica o su supermercado. Pero ni la escuela, la gasolinera, ni supermercado debe pedir fondos de iglesias para dar clases bíblicas, ni deben pensar ser alguna clase de substituto a las iglesias locales. La obra de escuelas, gasolineras, fábricas y supermercados no es la obra espiritual de iglesias, aunque por supuesto puede haber enseñanza bíblica en ellas según el juicio y la responsabilidad de los que estén encargados de ellas.
COMENTARIO SOBRE LA CONCLUSIÓN DEL HERMANO BAXTER
Otra vez el hermano indica que los problemas tratan de asuntos de opinión y de «cómo» la iglesia puede hacer su obra pero ya hemos visto que no es este el caso. Cuando uno implica que la iglesia local no es suficiente, el caso ya deja de ser problema de meras opiniones.
El hermano habla bien en cuanto a la unidad pero se confunde en cuanto al grupo que tiene la culpabilidad por haber división. ¿No son aquellos que introducen las enseñanzas no bíblicas los que son divisionistas? ¿No fue ésto el caso en la apostasía del siglo pasado? Antes de que estos hermanos comenzaran sus proyectos sectarios existía en gran parte unidad entre las iglesias. Pero cuando ellos comenzaron a insistir en que todos aceptaran su sistema sectario, o de no hacerlo recibir la «cuarentena» y ser llamados los «antis», entonces llegó la división.
MI CONCLUSIÓN
Es por amor que escribo estas lineas de advertencia esperando que sean útiles para combatir la apostasía entre hermanos. No tuve espacio para contestar con detalle todo lo que pensaba ser equivocado en el tratado pero pienso haber contestado los puntos básicos. Si alguien quiere más detalle sobre cualquier punto, favor de comunicarse conmigo a la dirección dada abajo. Con mucho gusto estudiaré cualquier punto que cualquier lector me presente en forma personal o por escrito.
Por: Gardner Hall
P.O. Box 123
Port Murray, N.J. 07865-0123 E.E.U.U.A.A.
TRATADOS RECOMENDADOS
* «La presente controversia en la hermandad»: Mande su pedido a Bill Reeves, 312 E. Zipp Rd., New Braunfels, TX 78130
* «Escrituras que estudiar con respecto a la naturaleza y obra de la iglesia»: Mande su pedido a Wayne Partain, 806 Channing Ave., San Antonio, TX 78210 USA. (Este librito también contiene una contestación a un tratado de Dewayne Shappley sobre este tema.)
* «El desarrollo denominacional en algunas iglesias de Cristo» Mande su pedido a mi dirección dada arriba.
Amado hermano, un placer saludarlo. Estuve leyendo sobre el Baxter, ahora me asalta una duda. Los hnos conservadores han venido dando la lucha contra estas cosas. Pero al ver el c Florida Collage, no se esta encaminando hacia allá, buscando que fuera de la Iglesia se obtenga el conocimiento. No sé cómo es el tema de los fondos, pero me preocupa que la iglesia de Cristo pueda caer en prácticas iguales que el Baxter. Gracias amado hno, espero sus comentarios.