Citas de cristianos primitivos en cuanto al propósito del bautismo.
De «Creced» 7/2002
Una de las grandes tragedias en nuestro mundo religioso es ver como casi todos los que se llaman «evangélicos» o «protestantes» niegan el propósito bíblico del bautismo en agua.
Dicen los «evangélicos» que aunque es bueno ser bautizado para «testimonio público,» este acto no es necesario para ser salvo. Así pasan por alto las palabras de Dios las cuales dicen que el bautismo es «para perdón de pecados» (Hechos 2:38); para lavar los pecados (Hechos 22:16); para ser salvo (1 Pedro 3:21); etc. Por esta razón, el bautismo común del protestantismo no es el de Cristo porque tiene otro propósito que el dado por Cristo. (El del «catolicismo romano » tampoco es de Cristo porque no es una sepultura en agua de creyentes [Rom. 6:3,4; Hechos 8:37])
Citas hermosas de cristianos primitivos
Los «evangélicos» no solamente pasan por alto el propósito del bautismo según el Nuevo Testamento, sino también ignoran las palabras de cristianos primitivos. Tenemos escritos de varios cristianos que vivían poco tiempo después de los apóstoles y aunque sus palabras no sirvan como autoridad religiosa (a veces se equivocaban), muchas veces confirman cuál fue la práctica de los cristianos primitivos. Considere las siguientes citas:
* Ireneo (120-205 D.C.) dijo en cuanto a Juan 3:5,
Como leprosos en pecado, hemos sido hechos limpios de las viejas transgresiones por medio del agua sagrada y la invocación del Señor. Así somos regenerados como niños recién nacidos, tal como el Señor ha declarado, ‘el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.’
* Cipriano (200-258 D.C.) describió su conversión con las siguientes palabras hermosas:
Al considerar mi vida en aquel tiempo, pensaba que fuera muy difícil que un hombre naciera de nuevo…o que algún hombre quién había sido revivido a una nueva vida al bañarse en agua salvadora pudiera quitar lo que antes había sido, o sea, que pudiera ser cambiado en su corazón y alma aun al retener su cuerpo físico…. Antes consentía en mis pecados como si fueran una parte de mi, o sea, inherentes en mi persona. Pero más tarde, con la ayuda del agua del nuevo nacimiento, la mancha de mis años anteriores fue lavada y una luz, serena y pura de arriba, fue infundida en mi corazón reconciliado. Entonces por medio del Espíritu, soplado desde el cielo, un segundo nacimiento me restauró y llegué a ser un nuevo hombre.
* Justino Mártir (escribió alrededor de 150 D.C.) escribió en su primera apología.
Los que están convencidos de lo que enseñamos es la verdad y quieren vivir así, están instruidos a ayunar y orar a Dios con respecto al perdón de sus pecados y nosotros lo hacemos con ellos. Entonces les llevamos a un lugar donde hay agua y allí son regenerados en la misma forma en que nosotros mismos fuimos regenerados. Entonces reciben el lavamiento en agua en el nombre de Dios (el Padre y Señor del universo) y de nuestro Salvador Jesucristo y del Espíritu Santo porque Cristo dijo, «‘el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.»
Conclusión
La idea de que el bautismo es «para testimonio público,» o sea, como una señal que uno ya ha sido salvo, apareció por primera vez más de 1500 años después de Cristo. Fue desconocida hasta entonces.
Volvamos a la enseñanza pura de Cristo en cuanto al propósito del bautismo. El bautismo protestante («evangélico») no es de Cristo, aunque sea por la sumersión en agua, porque tiene otro propósito muy diferente que el bíblico. Los que se bautizan con ese bautismo deben ser bautizados otra vez, esta vez con el propósito correcto, el dado por Cristo, «para el perdón de pecados.»