¿»POR QUÉ NO SUFRIS EL AGRAVIO»?
«Hay problemas más graves que el ser defraudado»
Siempre han habido problemas entre hermanos y siempre habrán debido a debilidades entre ellos. Lamentablemente, algunos al sentirse ofendidos por algún agravio personal, llegan a obsesionarse con buscar venganza aunque siempre afirman buscar «la justicia». Así en el nombre de «buscar justicia» exageran defectos y procuran la humillación total de su «enemigo» hasta el punto de sembrar discordia y odio entre todos los hermanos que les escuchan. No se satisfacen hasta que todos han quitado comunión con el enemigo y a los que niegan cortar comunión se les tilda de cobardes o débiles así provocando más peleas.
Algunos cristianos en Corinto habían llegado al extremo de llevar a hermanos a juicio frente a los incrédulos. En I Corintios 6 Pablo les dijo que debieran haber hermanos maduros dentro de la iglesia local que pudieran juzgar acerca de los problemas. Entonces en versículo 7 dice, ¿»Por qué no sufrís más bien el agravio? ¿Por qué no sufrís más bien el ser defraudados»?
El punto de Pablo fue que hay problemas más graves que el ser defraudado tales como el llevar a algún hermano a la corte o el estimular rencor y amargura entre hermanos.
Cuando usted sufre alguna injusticia personal y no se siente satisfecho después de buscar soluciones al hablar con amor a su hermano y con hermanos maduros en la iglesia (Mateo 18:15-17)), vale la pena preguntar antes de responder con rencor y amargura, ¿»Por qué no sufrir el agravio»? ¿Vale la pena buscar venganza si esta búsqueda va a provocar odio y malestar espiritual? A veces conviene dejar esta clase de problema en las manos del Señor ya que El juzgará con justicia al que nos haya maltratado (Rom.12:19). Si hermanos amorosos hacen la pregunta de I Corintios 6:7 cada vez que quieren buscar la venganza, muchos problemas pueden ser evitados.
