Regocijaos

Regocijaos

Por Miguel Rosario, de «Creced» 2/06

“Regocijaos en el Señor siempre, otra vez digo regocijaos”. (Fil. 4:4)
Cuando Pablo escribió esta carta a los Filipenses, no estaba en condición para regocijarse. Estaba en prisión en Roma esperando que se ventilara el juicio ante Cesar Nerón el emperador de esa fecha. ¿Qué puede ser mas desalentador e incierto que esperar juicio y justicia ante un individuo tan poderoso, corrupto, despiadado y malvado como Nerón? Sin embargo bajo estas circunstancias cuando escribió la carta a su amada iglesia el esta regocijándose.

¿Cuál fue la fuente de su regocijo?

Que Cristo está siendo predicado.. “Qué pues? Que no obstante, de todas maneras, O por pretexto o por verdad, Cristo es anunciado; y en esto me gozo y me gozaré aun.” (Fil. 1:18) Pablo no estaba enfocando su mente en su presente condición, sino en el progreso del evangelio y el bienestar de la iglesia.

Que Cristo era la fuente de su fuerza (Fil. 4:13)

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” En otro pasaje en Gálatas (2:20), declara. “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mi; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a si mismo por mi.” El había crucificado el viejo hombre con su egoísmo y ego, permitiendo así que Cristo morara en el, el cual le preparó para soportar todas las dificultades e incertidumbre de su vida presente. Es el mensaje que Pablo trata de proyectar y enfocar en la mente de aquellos que han aceptado a Cristo.

Aprendió el Contentamiento: (4:11)

“No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme,cualquiera que sea mi situación.” Esto el aprendió de Cristo, y nosotros también podemos aprender lo mismo para nuestro beneficio en la vida cristiana para poder enfrentarnos a los problemas y dificultades que enfren-taremos a través de nuestras vidas.

No estar ansiosos (4:6-7)

“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda, oración y ruego, con acción de gracia. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardara vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.”
Cuando nuestra fe y confianza descansen en Dios entonces estaremos preparados para enfrentar cualquier prueba y dificultad que pueda venir a nuestro paso. Pablo hizo las palabras de Jesús suyas cuando el escribe a los Filipenses animándoles a regocijarse y a continuar fieles en la causa de Cristo.(Luc. 12:22-31)
Si Pablo pudo soportar y vencer todas estas cosas, podemos también nosotros. Finalmente en sus palabras de aliento a ellos, les exhorta a tener sus mentes ocupadas y llenas con las cosas del espíritu(4:8-9) como garantía de que haciendo esto, la paz de Dios estaría con ellos en todo.

¡Que esperanza y garantía!

Vivimos en tiempos inciertos, somos bombardeados con malas noticias a diario, la inmoralidad, pornografía, crimen y muchas otras cosas que desalientan. Muchos están inquietos acerca de sus trabajos, su futuro, el terrorismo y muchas otras cosas que amenazan la seguridad y estabilidad social. La Biblia es despreciada, el nombre de Dios es blasfemado, se quiere borrar el nombre de de Dios de los edificios públicos y que no se mencione en las escuelas. Es bastante desalentador. No? Que vamos a hacer nosotros los que estamos en Cristo? Regocijarnos en las promesas y esperanza de Dios, como Pablo hizo en medio de tantos problemas que el enfrento. Finalmente a medida que vamos en nuestra vida diaria, pensemos y llenemos nuestras mentes con todas las cosas que Pablo menciona en los versos (4:8-9) como garantía de que la paz de Dios estará con nosotros.

«Regocijaos, en el Señor siempre, otra vez digo regocijaos.» Es el mensaje de Pablo a todos. (Por Miguel Rosario)

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