Tres peligros que pueden acompañar la verdad

Tres peligros que pueden acompañar la verdad

De «Creced» 2/05

Los cristianos con hambre y sed de justicia van a esforzarse grandemente a comprar la verdad y no venderla (Proverbios 23:23 ) porque la verdad de Dios nos liberta, nos salva y nos da esperanza (Juan 8:32). Sin embargo, varios peligros espirituales pueden acompañar la verdad.

(1) El orgullo – “El conocimiento envanece, pero el amor edifica.” (1 Corintios 8:1) Me da mucha pena ver a hermanos que se jactan, “la iglesia de Cristo tiene toda la verdad.” “Somos la iglesia verdadera.” Hay al menos dos problemas con hermanos que hacen a menudo este tipo de declaración:
(a) La mayor parte del tiempo, demuestran no saber lo que es la iglesia de Cristo. La tienen una asociación de congregaciones, o sea, una secta con una doctrina propia y oficial la cual es “la verdadera.” Piensan que este grupo es el “verdadero.”
(b) El orgullo sectario de los cristianos que hablan así no solamente pone en peligro su salvación, sino hace que los de afuera les vean como fariseos jactanciosos. Los perdidos no van a escucharles hablar de la verdad en cuanto a la aceptación de la salvación y otros puntos importantes porque su orgullo les hace ser repulsivos.
Para ser salvo, no solamente es necesario aceptar la verdad en cuanto a la fe, el bautismo, la adoración bíblica, la organización autorizada por Jesús, etc. sino también hacerlo con respecto a la humildad, la mansedumbre y la misericordia.

(2) La satisfacción – Al bautizarse y establecer congregaciones que conforman con algunos principios bíblicos, algunos se ponen contentos y dejan de crecer. Dicen, “hemos encontrado la verdad.” No quieren analizar otros puntos de vista ni analizar puntos profundos o controvertibles. No se dan cuenta que no solamente debemos encontrar la verdad en cuanto a algunos puntos básicos, sino también crecer en ella (2 Pedro 3:18) con respecto a puntos más profundos. (Hebreos 6:1-3) Significa un análisis continuo de la Biblia y de otros puntos de vista. Así los cristianos humildes evitan el estancamiento y la muerte espiritual.

(3) La autosuficiencia – Al tener la verdad en algunos puntos básicos, algunos se sienten muy competentes ya que se tienen a si mismos como buscadores de la verdad y no como los sectarios y mundanos perdidos. Llegan a confiar en si mismos como justos y menospreciar a otros (Lucas 18:9). Dejan de pensar tanto en la gracia y la misericordia de Dios como base de su salvación sino en haber sido “listos” al encontrar la verdad. Así al pensar encontrar la salvación por haber llegado a la verdad en algunos puntos, la pierden al descuidar lo que más vale, la pobreza de espíritu.

Los fariseos tuvieron la verdad en cuanto a la vida después de la muerte, los espíritus, los ángeles, el error de la influencia griega, etc. Pero las malas actitudes que acompañaron su aceptación de estas verdades les mataron espiritualmente.
No se jacte de “tener la verdad.” Si al encontrarla en cuanto a algunos puntos básicos, encontramos a la vez el orgullo, la satisfacción y la autosuficiencia, nuestro hallazgo se convierte en una maldición. ¡Solamente de los pobres en espíritu es el reino de Dios!

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