«LOS PRECEPTOS DE MAS PESO DE LA LEY»
¡»Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque pagáis el diezmo de la menta, del eneldo y del comino, y habéis descuidado los preceptos de más peso de la ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad; y éstas son las cosas que debíais haber hecho, sin descuidar aquellas». (Mt. 23:23)
Creced 2/94
El humor cáustico en las palabras de Nuestro Señor se dirige no al diezmo cuidadoso de pequeñas hierbas («sin descuidar aquéllas») sino al descuido hipócrito de principios que tenían muchísimo más importancia.
Algunos preceptos tienen más peso que otros. No es que sean más necesarios, pero sí tienen más peso porque tratan de actitudes del corazón las cuales determinan la disposición del hombre frente a Su Dios. Es posible dedicarse a ciertos mandamientos del Señor y no dedicarse al Señor mismo.
Me da pena ver a muchos que son muy cuidadosos con ciertas enseñanzas tales como el evitar la música instrumental en la adoración, el celebrar la cena todos los domingos, el gastar bien la ofrenda, etc. pero al mismo tiempo son peleones, avaros, mandones y orgullosos. Como los fariseos, no conocen la justicia, la misericordia ni la fe porque no conocen en verdad al Maestro.
Tengamos cuidado con actos de adoración que ofrecemos a Dios porque respetamos Su palabra. Pero a la vez siempre preguntémonos, ¿Cómo estoy con «los preceptos de más peso»? ¿Cómo estoy en cuanto a la justicia? ¿la misericordia? ¿la fidelidad? ¡No seamos fariseos hipócritas! (Primeros dos párrafos adaptados de un artículo por P. Earnhart)
