¡EL VIAJE NO ERA TAN DESAGRADABLE!

Vemos dos tipos de ancianos. Uno anda deprimido, enojado con el mundo, siempre quejándose. Son refunfuñones. Otro siempre anda con esperanza y con aceptación. Animan a otros con su optimismo y su actitud positiva.

¿Cómo los ancianos cristianos pueden asegurarse de que van a encontrarse en la segunda categoría, la de los ancianos optimistas, felices y positivas? Una ilustración puede ayudarnos.

Un viaje desagradable de autobús

Se relata la historia de un grupo de pasajeros hace muchos años que estaba en un microbús pasando por el oeste del estado de Tejas. Fue en los días antes del aire acondicionado y todas las ventanas del bus estaban abiertas para que entrara un poco de aire para quitar el calor. Pero lo que entraba más que nada por las ventanas era el polvo que llenó el interior del vehículo. Al viajar todos, sufriendo del calor y del polvo, un hombre notó a un muchacho que se veía feliz en medio de la miseria. Estaba sonriendo y aun cantando un poco a sí mismo mientras todos los demás se veían miserables.

“¿Qué te pasa?” le preguntó un señor al muchacho. ¿Por qué te ves tan feliz? ¿No sientes el calor y el polvo que están haciendo miserables al resto de nosotros?

“Sí,” contestó el muchacho, “Pero no me molestan mucho.”

“¿Y como lo soportas con tanta alegría?” Le respondió el señor.

“¿Usted ve?” le contestó el muchacho, “Al llegar este bus a la terminal de los autobuses en Dallas, voy a ver a mi papá.”

Aplicación

Romanos 13:11 dice “ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.” Este pasaje debe aplicarse en particular a los ancianos ya que están cerca a dejar este mundo para ir a la eternidad. Es verdad que su vida es difícil. Hay dolores, hay incomodidades, hay pruebas. Pero los espirituales no se desesperan. Saben que al llegar a la “terminal de autobuses,” van a ver a su Padre celestial. Y siendo ancianos, ¡no está tan lejos el terminal!