Siempre conformes
Por Mario Torres Hernández
De Creced, abril, mayo 2003
Mi objetivo no es hacerle propaganda a la Coca-Cola pero no dejo de reconocer que me gusta mucho. En ocasiones voy caminando por la calle y el intenso calor me provoca agotamiento. Dirijo mis ojos hacia las vidrieras y allí las veo, le doy adiós y sigo mi camino.
Lamentablemente el dinero que gano, no me da como para darme el lujo de tomarme una refrescante Coca-Cola. Quisiera pero no puedo. Hay otras necesidades que tengo que cubrir. Lo que me pasa a mi le puede ocurrir a cualquier cubano. Siempre no podemos tomar o comer lo que queremos, debemos conformarnos con lo que el Señor nos da.
El apóstol Pablo cuando le escribió a la iglesia en Filipos le expresa: «Sé vivir humildemente y sé tener abundancia como para padecer necesidad». (Fil. 4:12)
Un versículo más adelante sabemos Quién fortalecía al antiguo Saulo, nuestro Señor Jesucristo, El mismo que nos da la confianza y la promesa que todos los días un plato de comida. Aunque muchas veces no ha terminado el día y estamos pensando en mañana, porque hoy nos quedamos sin un grano de arroz.
Jesús fue explícito: «No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre Celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, nos os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal». (Mateo 6:31-34).
Hoy en nuestra mesa no está todo lo que quisiéramos, pero sí está la paz del Señor. Quizás algún día nuestra situación mejore y si no es así, no importa. Somos herederos de la Jerusalén celestial. Allí no habrá necesidad ni hambre.
Para aquellos hermanos que leen este mensaje y que están en otras latitudes y pueden comprar lo que muestran las vidrieras de las tiendas, denle gracias a Dios y sean agradecidos.
Por Mario Torres Hernández, Santa Cruz
del Norte, Habana, Cuba