SOBRE NUESTRA INFLUENCIA
De Creced 8/2011
En todo el mundo los holandeses son conocidos por su gran habilidad de cultivar flores espectaculares. Puede que alguna vez usted haya visto una fotografía o cuadro de un campo repleto de todos los colores del arco iris. ¿Cómo son capaces de cultivar flores tan hermosas, fuertes y sanas? Parte de su éxito se debe a una estrategia muy sabia. Consiste en plantar una rosa de calidad inferior cerca de otra de calidad superior. Quitan las anteras de la rosa inferior para que pueda ser fecundada con polen de la rosa superior. Con tiempo, la rosa de calidad inferior se va asumiendo las características de la superior. Así es la vida en el reino vegetal.
Así también debe ser en el reino espiritual, o sea la iglesia. La vida superior de Cristo debe actuar en nuestra vida para que influencie para bien a los que están a nuestro alrededor. Debemos preguntarnos: ¿Surtimos un efecto positivo o dañoso en la vida de nuestro prójimo? ¿Llegará a ser nuestro prójimo una rosa digna de premio a causa de nuestra conducta o más bien imitará las características de una vida hipócrita? En cuanto al tema de la influencia, el cristiano tiene que tomar partido. ¡No puede ser neutral! O deja que la vida de Cristo actúe por medio de él o deja que la influencia del mundo surta un efecto negativo en los demás. ¿Cuál de las dos clases de influencia actúa en usted?
Hace unos años, tuve la oportunidad de hablar con cierto señor el cual me confesó que había perdido toda confianza en los sacerdotes de su iglesia. «¿Por qué?» se pregunta usted. Porque «fuman, beben, y dicen chistes verdes», dijo el hombre. El hombre esperaba que los cristianos verdaderos fueran DIFERENTES de la gente a su alrededor. Si se puede notar que algunos religiosos en el mundo religioso no llevan un buen ejemplo, ¿cuánto más se notará si los miembros de la iglesia de Cristo no lo llevamos?
¿Cuáles son los mensajes enviados por usted? (Por Jerry Falk)
