¡Amputar o morir!

¡Amputar o morir!

De «Creced» 12/03

Bill Jarecki tuvo un dilema espantoso. Había salido a pescar en un bosque aislado en el estado de Colorado y al estar bajando un escalamiento de peñascos, un canto rodado grande le cayó por encima de la pierna, la cual quedó inmóvil debajo de la roca inmensa. Bill sabía que se anticipara una nevada aquella noche y fue imprescindible que saliera de aquel escalamiento para vivir, sin embargo no podía mover la roca ni sacar su pierna de debajo de ella. Nadie sabía dónde estaba y quedó muchos kilómetros de la civilización.

Al acercarse la noche se dio cuenta que una sola acción podía librarle de la roca y salvarle la vida. ¡Iba a tener que amputar la pierna! Después de usar su camisa como un torniquete para detener el flujo de sangre, sacó su navaja y con ella amputó a gritos su pierna, pensando siempre en su esposa y sus hijos a quiénes quería volver a ver. Al terminar la amputación, se arrastró a si mismo a su camioneta y con ella llegó a unas cabinas donde llamaron a las autoridades, las cuáles procuraron un helicóptero para llevarle al hospital. Hoy, (acabo de ver una entrevista con él), Bill trabaja ayudando a otros amputados a ajustarse a sus prótesis y pasa mucho tiempo con su esposa e hijos.

Aplicación

Jesús dijo, “si tu mano derecha, te es ocasión de caer, córtala , y échala de ti; pues mejor te es que se pierda uno de sus miembros, y no que todo el cuerpo sea echado en el infierno.” (Mateo 5:30) Para salvar la vida espiritual a veces es necesario la amputación. Jesús no quiere que literalmente cortemos la mano, pero sí quiere enseñarnos que vale cualquier sacrificio ir al cielo.

Cosas que algunos tendrán que “amputar”

* El acceso al Internet y el cable Me han contado de hermanos (hasta predicadores) que no pueden controlar los portales que visitan en el Internet y que se les han encontrado mirando sitios pornográficos. Si alguien no puede controlar el uso del Internet, hay una solución fácil. ¡Córtalo! ¿Qué vale más? ¿el Internet? o, ¿el cielo?; ¿el Internet? o ¿la familia? Después de cinco segundos en el infierno, los que decidieron quedarse con el Internet, aunque no tenían dominio propio al usar el mismo, lamentarán el día en que dejaron que este servicio llegara a su casa.
Un buen hermano, aficionado del boxeo, quiso pagar para tener acceso a un canal (HBO) que presenta muchos programas de boxeo los fines de semana. Pero no solamente presentan programas de boxeo, sino también películas con la desnudez y la fornicación. El hermano, decidió no querer esa tentación en casa y por tanto, cortó este canal de su servicio de cable. Fue una acción loable.

* El rencor – Algunos quedan resentidos por abusos sufrido años atrás, así afectando su fe, su alegría de corazón y aun su salud. La solución es cortar este resentimiento, dejando las injusticias en manos de Dios, quién dará justicia a todos.

* Las practicas humanas – El respetar la autoridad de Dios significa el quedarnos dentro de lo escrito (1 Corintios 4:6). Si descubrimos estar practicando cosas en nuestro servicio a Dios no autorizadas por él, tendremos que cortarlas.

* El sueldo – A veces predicadores tienen que elegir entre el sueldo y la verdad. Un hermano dijo, “yo sé que es la verdad, pero si lo predico, me cortarán el sueldo.” Mejor es entrar en el cielo sin sueldo que el infierno con uno.

* Las amistades y los familiares – Si nuestros amigos (y en algunos casos, aun miembros de nuestra familia ) tratan de obstaculizarnos en nuestro servicio a Dios, tenemos que dejarlos (Mateo 10:34-39).

Hay muchas otras cosas que podríamos agregar a la lista. Y usted, ¿que tendrá que amputar para tener la vida eterna?

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