EL DESARROLLO DENOMINACIONAL

EL DESARROLLO DENOMINACIONAL

EN ALGUNAS IGLESIAS DE CRISTO

Un estudio del desarrollo de conceptos sectarios a través de los siglos en la iglesia de Cristo

Es un hecho triste el de que el pueblo de Dios siempre ha sufrido de la tendencia de apostatar. La advertencia de Deuteronomio 8:11-14 tiene una aplicación especial para nosotros hoy.

«Cuídate de no olvidarte de Jehová tu Dios para cumplir sus mandamientos, sus decretos y sus estatutos que yo te ordeno hoy; no suceda que comas y te sacies, y edifiques casas en que habites, y tus vacas y tus ovejas se aumentan, y la plata y el oro se te multipliquen, y todo lo que tuvieres se aumente; y se enorgullezca tu corazón, y te olvides de Jehová tu Dios».

Fíjese que Dios advirtió a Su pueblo que tuviera cuidado especialmente después de gozar de la prosperidad. Parece que casi todas las apostasías son precedidas por la prosperidad. Mientras que gozamos en este siglo de una prosperidad sin precedente, debemos prestar mucha atención al peligro de apostatar.

A pesar de las advertencias de Dios, la historia del Antiguo Testamento es de apostasía tras apostasía. Los hijos de Israel imitaban muchas veces a sus vecinos idólatras.

ADVERTENCIAS EN EL NUEVO TESTAMENTO

La mayor parte de los lectores, siendo miembros de la iglesia del Señor, sabrán lo que Dios demanda para la adoración y la organización de la iglesia local. El patrón sencillo de Cristo en el Nuevo Testamento para la organización de las iglesias locales fue que fueran pastoreadas por una pluralidad de ancianos y que trabajaran con independencia y autonomía. A pesar de la paz y la unidad relativa que gozaron los cristianos del prime
Por ejemplo:

  • «Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo». (Hebreos 3:12)ro siglo, hubo muchas advertencias de apostasía.
  • Después de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al rebaño. Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas para arrastrar tras sí a los discípulos». (Hechos 20:29, 30)

LA PRIMERA APOSTASÍA

Como predijo Pablo, la apostasía tuvo su origen entre los ancianos. Comenzamos a leer referencias en la primera parte del segundo siglo después de Cristo a un solo obispo en varias iglesias locales. En el tiempo del Nuevo Testamento siempre hubo una pluralidad de ancianos pero en el segundo siglo ya habían dejado el patrón de Cristo en cuanto a este punto. Aunque este primer cambio pareciera insignificante, fue el primer paso de una gran apostasía.

También en el segundo siglo comenzamos a leer de reuniones anuales de cristianos de varias iglesias. Aunque no hay nada de malo en reunirse hermanos de varias iglesias, estas reuniones en el segundo siglo proveyeron una vía por medio de la cual los obispos poderosos lograron controlar otras congregaciones en su región, al controlar ésos las agendas para las reuniones. Así y también en otras formas los obispos influyentes comenzaron a tomar control de grupos de más y más iglesias hasta que en el año 606 d. de J.C., algunos 500 años después de terminar de escribirse el Nuevo Testamento, Bonifacio III, obispo de Roma, tomó la supervisión de todas las iglesias, llamándose «el obispo universal». Siglos de cambios graduales habían producido grandes cambios. La apostasía en la organización de la iglesia fue acompañada por cambios en la doctrina y en la práctica de ella.

CARACTERÍSTICAS DE LA PRIMERA APOSTASÍA

(1) La apostasía comenzó con un cambio en la organización de la iglesia local.
(2) El primer paso en la apostasía, el de tomar control un anciano sobre la iglesia local en vez de tomarlo una pluralidad de ancianos, a muchos parecía insignificante. Pero este primer desvío abrió las puertas de la apostasía.
(3) Los cristianos comenzaron a tener la iglesia universal como una alianza u organización en vez de tenerla como el grupo de todos los salvos.
(4) La apostasía fue un proceso gradual.
(5) Evidentemente pocos se opusieron a la apostasía.

LA REFORMA

En el siglo XVI ciertos líderes religiosos como Martín Lutero, Juan Calvino y Ulrich Zwinglio comenzaron un movimiento de reformar el catolicismo. el producto de la apostasía. De su trabajo resultó la formación de las denominaciones protestantes. A pesar de su sinceridad, estos líderes no retornaron a lo enseñado por Cristo y por tanto se quedaban con muchos de los errores del catolicismo romano.

«LA RESTAURACIÓN»

A principios del siglo pasado, algunos individuos que vivieron en varias partes de los Estados Unidos, determinaron volver al patrón dado por Cristo en el primer siglo. Su deseo fue servir a Cristo por «restaurar» a la actualidad el respeto por la doctrina de Cristo sin credos y tradiciones humanas. Para ellos, no bastaba reformar lo que en realidad no pudo ser reformado. Por predicar el evangelio sin agregar autoridades humanas y credos, estos hombres establecieron congregaciones que pertenecían solamente a Cristo, no a concilios ni a tradiciones de las sectas. El crecimiento de iglesias que afirmaban ser solamente de Cristo fue muy rápido. Muchos historiadores se maravillan que este crecimiento ocurriera sin que las iglesias tuvieran ninguna organización compleja ni instituciones sectarias.

CUALIDADES DE LOS QUE VOLVIERON AL PATRÓN DE CRISTO

(1) Agricultores pobres – Generalmente, con algunas excepciones, aquellas personas que volvieron al patrón original de Cristo, eran pobres y tenían poca educación formal. Esto no debe sorprender a los cristianos porque hay muchas referencias bíblicas que enseñan que generalmente fue la gente pobre y sencilla la que aceptó a Jesús. (Por ejemplo, Santiago 2:5; I Cor. 1:26)

(2) Estrictos – Los cristianos del siglo pasado que volvieron al patrón de Cristo, eran estrictos en la aplicación de las Escrituras. Las prácticas mundanas fueron condenadas claramente. La disciplina era generalmente estricta. Atacaron el error con firmeza.

(3) La iglesias eran independientes – Al principio no existían instituciones humanas sostenidas por las iglesias, ni habían iglesias que se encargaran de proyectos presuntuosos que involucraron los fondos de otras muchas iglesias locales.

CAMBIOS QUE PRECEDIAN LA APOSTASÍA DEL SIGLO PASADO

Los hijos y nietos de los primeros «restauradores» se encontraron en la prosperidad de la cultura americana del siglo pasado. Mientras sus padres y abuelos eran generalmente agricultores pobres, ellos vinieron a ser comerciantes prósperos, líderes sociales y políticos en sus comunidades.

Junto con la prosperidad vinieron cambios en las actitudes entre la mayor parte de los cristianos, pero no entre todos ellos. Por ejemplo, siendo comerciantes exitosos y líderes en la comunidad, las viejas actitudes estrictas no les convenían. La tolerancia vino a ser más aceptable porque no querían ofender a nadie.

En cuanto a los locales para la adoración, los edificios y cabañas humildes que edificaron los primeros «restauradores» les dio vergüenza a este nuevo grupo de cristianos. Edificaron edificios impresionantes que rivalizaron con los de los metodistas, presbiterianos y de otras denominaciones. Por ejemplo, en el año 1872 la Iglesia Cristiana Central en Cincinnati, Ohio se hizo un edificio que les costó $140,000 (U.S), una cantidad de dinero increíble en aquellos días.

La nueva generación de cristianos tampoco estuvo contenta con los predicadores «campesinos», como lo eran muchos de los predicadores entre los primeros que rechazaron los credos y tradiciones sectarios. Buscaron predicadores cultos y suaves con mucha educación secular para impresionar a sus amigos.

EL PRIMER CAMBIO VISIBLE, UN CAMBIO DE ORGANIZACIÓN

El cambio de actitudes entre los cristianos «de la segunda generación» del siglo pasado fue acompañado por un cambio en la práctica. Como en la apostasía del primer siglo, así ahora el primer cambio visible fue el cambiar el patrón de Dios en cuanto al concepto de la iglesia.

Ciertos hermanos, sinceros pero mal guiados, estuvieron descontentos con la suficiencia de la iglesia local para hacer la obra del Señor. Al ver las instituciones entre las denominaciones, algunos preguntaron, ¿por qué no puede tener la iglesia del Señor institutos para facilitar su trabajo? Al hablar así, fue obvio que ellos ya no pensaban en la iglesia como nada más el grupo de los salvos, sino pensaron más bien en la iglesia universal como una alianza de iglesias locales que debería sostener institutos y escuelas como hacían las sectas. Aun uno de los primeros «restauradores» escribió en el año 1849, «Hay una llamada general y tal vez universal del Este, del Oeste, del Norte y del Sur por una organización más eficaz de nuestras iglesias». Cuando este hermano dijo, «una organización más eficaz», quiso decir sociedades establecidas para hacer la obra de las iglesias locales. Cuando el hombre duda de la suficiencia de las iglesias locales y busca «una organización más eficaz», siempre habrá apostasía.

Como resultado de los cambios de actitudes, nació en el año 1849 la Sociedad Misionera Cristiana de América. Varias iglesias comenzaron a mandar dinero a esta sociedad y la sociedad gastaba el dinero en trabajo «misionero». No hay, por supuesto, nada en el patrón divino que autorice a un grupo de iglesias a entregar su trabajo a una institución de la hermandad como la sociedad misionera. No obstante, los hermanos que al principio afirmaron seguir solamente el plan de Cristo, se volvieron descontentos con este plan y por lo tanto comenzaron a imitar los planes de sus amigos en las sectas.

OPOSICIÓN A LA APOSTASÍA

Al principio, solamente algunos pocos se oponían a los cambios. hermanos que tuvieron el valor para contradecir los proyectos populares señalaron correctamente que los cambios fueron productos de un descontento con la suficiencia de las iglesias locales. Aquellos que apoyaban las instituciones de la hermandad, argüían que las instituciones eran nada más que «ayudas» para las iglesias locales, y formas en que cooperar. Aquellos que se oponían a estas mismas instituciones decían correctamente que eran más que «ayudas». Eran instituciones de la hermandad a las cuales iglesias locales entregaban parte de su obra. No era asunto de «ayudas» para las iglesias locales, sino era asunto de quién iba a hacer la obra; ¿la iglesia o la institución?

  • Un viejo discípulo, Jacobo Creath dijo, «Dios jamás exige de un cristiano o de una congregación de cristianos más de lo que pueda hacer. La necesidad por una sociedad apareció cuando iglesias locales se sentían incapaces de predicar el evangelio. Por lo tanto, establecieron sociedades para hacer el trabajo que Dios había ordenado que hiciera la iglesia».
  • Un fuerte contrario a la sociedad misionera, David Lipscomb, dijo, «El trabajar por medio de una institución de origen humana es, en nuestra opinión, elevar al hombre como si tuviera más sabiduría y poder que Dios. Dudar de la eficiencia de los planes de Dios como los planes mejores (tal vez sería mejor decir, los únicos planes) para llevar a cabo los intentos de Dios, es dudar de la sabiduría y poder de Dios».
  • El predicador Ben Franklin dijo, «La cuestión sencilla es ésta: si atender a las iglesias locales por trabajar en ellas y hacerlas eficaces, como las sociedades designadas por el Señor para convertir al mundo, o si declararlas insuficientes para hacer el trabajo que Dios les dio y substituirlas por una creación de nuestras propias manos para hacer el trabajo de las iglesias establecidas por el Señor».

OTROS CAMBIOS

El primer cambio, un cambio en la organización, parecía insignificante. No obstante, este primer cambio fue seguido por otros cambios. Este es el caso en todas las apostasías.

(1) Instrumentos de música – Desde los años 1870 en adelante muchas iglesias comenzaron a usar órganos y otros instrumentos de música en los servicios de adoración a Dios. Aunque unos pocos se oponían al uso de los instrumentos, para cuando vino el año 1900 la mayor parte de las iglesias se llamaban «Iglesias Cristianas» ya defendían la música instrumental en el culto.

(2) La diversión y la educación secular pagadas por la iglesia – Mientras las iglesias apóstatas tenían menos interés en la autoridad bíblica y más interés en asuntos mundanos, comenzaban a prestar más atención a los proyectos sociales y a la diversión. Por ejemplo, la Iglesia Central Cristiana de la ciudad de Des Moines, Iowa comenzó una escuela en el año 1894 para enseñar la gramática, la lectura y la taquigrafía. Para cuando llegó el año 1900, esta misma iglesia ya tenía un gimnasio, un jardín de infantes, unas clases educacionales y otros programas de naturaleza social. Otras iglesias estaban manteniendo proyectos de educación secular y recreación con el dinero de las ofrendas. Obviamente no hay autoridad para que las iglesias del Señor, siendo instituciones espirituales desvíen sus recursos para pagar la recreación. Pero una vez alcanzado este nivel de apostasía, las iglesias prestaban poca atención a la necesidad de la autoridad bíblica.

(3) El modernismo – Para el año 1900, muchas iglesias «cristianas» ya estaban influidas por predicadores que negaban la inspiración de parte de la Biblia, creían en la teoría de la evolución y mostraban otros aspectos del modernismo.

LOS RESULTADOS DE LA APOSTASÍA

Algunos historiadores agrupan los resultados de la división que ocurrió entre hermanos en el siglo pasado en tres categorías.

(1) Las iglesias muy liberales – Algunas congregaciones siempre fueron las primeras en introducir nuevas ideas y proyectos. Estas eran las iglesias más liberales que rápidamente se transformaron en una denominación. Hoy en día la organización conocida como, «La Iglesia Cristiana Discípulos de Cristo», es la descendiente espiritual de estas iglesias liberales. Hoy en día los miembros de este grupo admiten francamente ser miembros de una denominación. Es una de las más liberales entre las protestantes. Muchos de los líderes niegan la inspiración de grandes porciones de la Biblia, abogan por la aceptación de la homosexualidad, etc. Es difícil creer que esta denominación tan liberal afirme tener sus raíces en las enseñanzas de los viejos «restauradores» del siglo pasado.

(2) Las iglesias moderadamente liberales: Otro grupo de iglesias negaba aceptar los cambios más extremos. Aunque estas iglesias aceptaron la sociedad misionera, la música instrumental y finalmente la diversión pagada por las iglesias, rechazaron el modernismo radical de las iglesias más liberales. Los historiadores de la religión dicen que este grupo de iglesias es «una secta institucionalizada». Algunas de estas congregaciones, especialmente en los estados de Ohio, Indiana e Illinois, todavía se llaman «Iglesia de Cristo».

(3) Las iglesias de Cristo: Al principio, solamente unos pocos se oponían a todas las innovaciones y determinaron seguir adelante con el patrón sencillo hallado en la palabra de Cristo. Según estadísticas dadas en el año 1906, solamente como 15% de los que afirmaron ser de la iglesia del Señor pertenecían a congregaciones que se oponían a los cambios. Aunque estadísticas humanas no significan nada a Dios porque solamente El conoce a su pueblo, al menos dan una indicación de algo que siempre ha sido el caso en las apostasías, la mayoría casi siempre acepta las innovaciones. Los hermanos que se oponían a la apostasía eran generalmente más pobres que y tenían menos educación que los otros hermanos. Vivían generalmente en el sur de los Estados Unidos, una región de menos prosperidad que otras regiones. Eran despreciados por muchos de los hermanos que querían imponer sus proyectos y fueron llamados los «anti progresistas» y «anti trabajo misionero». (Equivale a estar en contra del progreso y del trabajo llamado misionero.) Era más fácil darles apodos que contestar sus argumentos. Puesto que estos hermanos eran generalmente más pobres y pocos en número, no podían hacer una obra tan imponente e impresionante como los hermanos liberales. Discípulos liberales tenían a aquellos que se oponían a los cambios como hermanos insignificantes.

No obstante, en los años después de la división entre hermanos, las iglesias liberales vinieron a ser más y más liberales. Su crecimiento comenzó a disminuir y por fin las iglesias liberales dejaron de crecer. Hoy en día «La Iglesia Cristiana» está disminuyendo en número. Mientras tanto, aquellos pobres hermanos que retenían el plan dado por Cristo comenzaron a crecer hasta el punto que sus números sobrepasaron los números de los discípulos liberales, al menos según estadísticas humanas. (Solamente Dios sabe quiénes en verdad son de El.) Pero, aun si no hubiera ocurrido esto, todavía habrían tenido razón los hermanos cuidadosos al mantenerse en esa posición.

RESUMEN DE LA APOSTASÍA DEL SIGLO PASADO

(1) La apostasía fue precedida por un período de prosperidad.
(2) La apostasía fue precedida y acompañada por un cambio de actitudes. No eran tan estrictos. Se preocupaban por edificios, predicadores educados y por impresionar a sus vecinos. Adoptaron programas como los de sus amigos en las sectas.
(3) El primer cambio visible fue un cambio en el concepto de la iglesia universal. Comenzaron a tener la iglesia universal con una alianza de iglesias locales. Querían que esta alianza tuviera instituciones y escuelas «tan buenas» como las iglesias locales.
(4) La apostasía ocurrió gradualmente.
(5) La mayoría de las congregaciones y miembros apostataron. Eran pocos (unos 15% según estadísticas humanas) los que se oponían a la apostasía.

EL CRECIMIENTO DEL REMANENTE

Después de la división, aquellos hermanos más pobres concentrados en la parte sureña de los Estados Unidos, y que guardaban el plan sencillo de Cristo, comenzaron a crecer. Nuevas congregaciones fueron establecidas y muchos obedecieron el evangelio.

TIEMPOS DE PROSPERIDAD

Después de la segunda guerra mundial las congregaciones gozaron de un período de prosperidad sin paralelo. Los hijos y nietos de aquellos humildes hombres que se oponían a la apostasía del siglo pasado, ya disfrutaban de prosperidad y de popularidad que sus abuelos no podían haber comprendido. En muchas ciudades y pueblos de estados como Tennessee y Texas, la iglesia de Cristo vino a ser una de las iglesias más grandes y de más influencia. Miembros de la iglesia vinieron a ser alcaldes, comerciantes de éxito y líderes sociales en vez de agricultores pobres como generalmente habían sido sus padres y abuelos.

CAMBIOS DE ACTITUD

Desgraciadamente el cambio en el nivel social de miembros de la iglesia del Señor, fue acompañado por cambios de actitud. Otra vez, las viejas actitudes cuidadosas que habían mostrado sus abuelos ya no parecían apropiadas para esta nueva generación. Dejaron de ser tan estrictos. Miembros de la iglesia querían que sus amigos respetaran los edificios, la educación y los niveles sociales de «La Iglesia de Cristo». Por lo tanto, edificaron nuevos edificios y buscaron a predicadores con mucha educación. Quisieron que sus amigos tuvieran a «La Iglesia de Cristo» como una iglesia tan impresionante como cualquier denominación.

EL PRIMER CAMBIO VISIBLE:
LA IGLESIA PATROCINADORA

Al terminar la segunda guerra mundial, miembros de la iglesia del Señor comenzaron a sentir la necesidad de evangelizar países como Japón y Alemania. A muchos les parecía que las iglesias locales no podían hacer un trabajo tan grande. Las experiencias del siglo pasado les hicieron poco dispuestos a establecer alguna clase de sociedad misionera para predicar el evangelio. Por lo tanto, dejaron nacer el arreglo de la llamada «iglesia patrocinadora». Bajo este sistema las iglesias mandaban su dinero a una «iglesia patrocinadora» en vez de mandarlo a una sociedad misionera. Así, una sola iglesia aceptó «supervisar» la obra (de una alianza de iglesias) en Alemania y comenzó a recibir fondos de otras iglesias para cumplir con esta tarea. Otras iglesias aceptaron la supervisión de la obra en países como Japón e Italia. Las iglesias afirmaban que este nuevo sistema no era igual al sistema de la sociedad misionera porque las iglesias locales entregaban parte de su obra a una iglesia en vez de una sociedad misionera. No obstante, no hay nada en la Biblia que autorice el sistema de «iglesia patrocinadora», como no hay nada que autorice la sociedad misionera. Ambos arreglos son frutos de los mismos errores que son los siguientes:

  • El ver la iglesia universal (o nacional) como una alianza de iglesias en vez del grupo de todos los salvos conocido solamente por Dios.
  • El deseo para organizar esta alianza, aunque la iglesia universal (o en cierto país) no es una organización sino solamente gente salva.
  • La falta de fe en el plan de Dios que cada iglesia local es suficiente para hacer la obra que Dios requiere de la iglesia.
  • La violación de la regla en I Pedro 5:2 que manda a los ancianos, «Apacentad la grey de Dios que está entre vosotros». Cuando los ancianos comprenden la supervisión de parte de la obra de otras iglesias, van más allá de la autorización de este verso.

APLICACIONES DEL SISTEMA DE «LA IGLESIA PATROCINADORA»

El Heraldo de La Verdad es una organización grande supervisada por una iglesia en Abilene, Texas que produce programas radiales y programas para la televisión para muchas iglesias de Cristo. Hoy en día muchas iglesias mandan dinero a la iglesia de Cristo de Highland en Abilene, Texas. Esta iglesia mantiene la organización que paga los salarios de los secretarios, los productores y los técnicos para producir los programas.

Afirman los directores de este programa haber convertido a miles de personas valiéndose de este medio. Pero la sociedad misionera también afirmaba haber convertido a mucha gente. El éxito aparente de un sistema no prueba lo bíblico de tal sistema sea de la sociedad misionera o del Heraldo de La Verdad. Es interesante notar que muchos han dicho que si las cantidades enormes de dinero gastado en el Heraldo de La Verdad hubieran sido gastados por las iglesias locales para mejorar sus propios programas de evangelización, más predicación del evangelio podría haber sido lograda. Pero de mayor seriedad es el hecho de que el Heraldo de La Verdad, como la sociedad misionera, representa un descontento con el plan de Dios con respecto a la suficiencia de la iglesia local para hacer la obra. Los que promueven tales innovaciones no aceptan el plan divino de que las iglesias locales, trabajando independientemente, pueden evangelizar el mundo. También representa el concepto que la iglesia es una alianza de iglesias locales que debe competir con las sectas, con programas que representan y promueven el mensaje de «la alianza».

Otros programas radiales como World Radio (Radio Mundial) se han formado usando el mismo plan de centralización.

Muchos hermanos hoy en día no están contentos con la suficiencia de la iglesia local para presentar campañas bíblicas. El uso de grandes teatros, de coros semi profesionales y de propaganda profesional que algunos piensan ser esencial para una campaña exitosa es demasiado caro para una sola congregación. Por lo tanto, a veces nombran una iglesia «patrocinadora» para que ésta reciba dinero de otras iglesias y para que «supervise» la campaña. Pero esta forma de organización no se halla en la palabra de Dios y representa otro esfuerzo de organizar iglesias en organizaciones oficiales, o sea en sectas.

Muchas iglesias grandes aceptan la supervisión de otras iglesias más pequeñas. Esto ha sido una práctica bastante común en lugares donde hay una iglesia grande de Norteamericanos cerca de una iglesia de Hispanos más pequeña en número. Muchas veces la iglesia de Hispanos usa el local prestado de los Norteamericanos. A los «Anglos» se les entrega la ofrenda de los de habla hispana y en turno a los hispanos se les proporciona ayuda en la forma de pagar el salario del predicador y de otros bienes. De hecho, si los de habla inglesa sostienen a los predicadores hispanos y si proveen edificios (construidos o arrendados) por ellos, piensan que por eso se les corresponde el control de varios aspectos de la obra hispana. Tales prácticas violan plenamente la regla divina de I Pedro 5:2 que autoriza a los ancianos a apacentar solamente «la grey que está entre vosotros».

OTROS CAMBIOS: INSTITUTOS SOSTENIDOS POR IGLESIAS

Aunque algunos afirman que la iglesia «patrocinadora» (o supervisora) es bíblica porque iglesias locales entregan parte de su obra a una iglesia en vez de entregarla a un instituto, han comenzado proyectos para la hermandad sin ni un esfuerzo de usar iglesias «patrocinadoras». Algunas iglesias han comenzado a sostener varios institutos en la misma forma en que lo hacen iglesias bautistas y metodistas. Estas instituciones se ven por muchos como institutos «Iglesia de Cristo», o sea institutos de la alianza.

(A) Orfanatos «Iglesia de Cristo» – Aunque varios orfanatos habían recibido sostenimiento de algunas iglesias antes del año 1945, comenzaron a buscar agresivamente sostenimiento de iglesias en el decenio de 1950-1960. Hermanos que negaron sostener a estos institutos, y que se opusieron a ellos, se les llamó «anti huérfanos» (estar en contra de huérfanos) de igual manera que a los hermanos que negaron sostener a la sociedad misionera se les llamó «anti trabajo misionero».

(B) Hospitales y clínicas «Iglesia de Cristo»: Como hay hospitales católicos, hospitales metodistas, etcétera, lamentablemente hay hospitales y clínicas «Iglesia de Cristo» en Africa y tal vez en otros lugares. Aunque es obvio que los hospitales hacen un buen trabajo para los que están débiles físicamente, ésta no es función de la iglesia local que es una institución establecida para ayudar a los débiles espiritualmente. Obviamente no existieron hospitales de la iglesia en el primer siglo.

(C) Escuelas y universidades «Iglesia de Cristo»: Durante las primeras etapas de la apostasía muchos hermanos declararon que jamás dejarían que las iglesias sostuvieran escuelas. A pesar de las afirmaciones del pasado, muchas de las llamadas escuelas y universidades «cristianas» como las de Abilene, Lipscomb y Freed Hardeman, solicitan sostenimiento de iglesias. También hay un creciente número de «escuelas para predicadores» que solicitan fondos de iglesias. Esta práctica no tiene oposición seria entre las iglesias liberales en los Estados Unidos.

(D) Imprentas «Iglesia de Cristo»: Según entiendo, algunas imprentas entre hermanos de habla español, como Western Christian Foundation y Prensa Espada del Espíritu reciben sostenimiento de muchas iglesias. Así llegan a ser en la mente de muchos impresores «oficiales» Iglesia de Cristo.

No es que ningún instituto, escuela o negocio sea malo en si. Los individuos tienen derecho de tener cualquier negocio que les parezca bien sea tienda, banco, gasolinera, escuela, etc. Pueden enseñar la Biblia a sus empleados o estudiantes. El problema surge cuando bancos, gasolineras, escuelas, orfanatos, etc. comienzan a involucrar las iglesias de Dios en sus negocios, pidiendo donativos de ellas y en algunos casos metiéndose en los asuntos de ellas. Al involucrar las iglesias y al dejar las iglesias que se enreden en asuntos de negocio personal, van más allá de la autoridad de las escrituras.

Resumen de este punto: Una gran porción de iglesias que afirman ser de Cristo en los Estados Unidos forma un grupo que reúne casi todos los requisitos de una secta religiosa. Este grupo de iglesias sostiene colectivamente varios institutos como asilos para ancianos, hospitales, escuelas «cristianas», universidades, orfanatos, escuelas para predicadores, clínicas, campamentos, etc. Cuando muchos piensan en la iglesia de Cristo universal es obvio que piensan en una alianza de iglesias en vez de pensar en una relación entre Dios y los salvos (Hechos 2:47; Hebreos 12:23). ¿No pueden ver nuestros hermanos lo que es obvio a historiadores de la religión, que una gran porción de las iglesias de Cristo están transformándose en una denominación?

OTRO CAMBIO, EL RECREO PAGADO POR LA IGLESIA

Los cambios en actitudes no solamente produjeron sistemas de instituciones sostenidas por iglesias, sino también el desvío de los recursos de la iglesia de asuntos espirituales a asuntos sociales y recreativos. La mayor parte de las iglesias grandes en los Estados Unidos gastan el dinero del Señor que debe ser gastado solamente en asuntos espirituales, en fiestas, en equipos deportivos y en otras formas de diversión. Las siguientes citas deben entristecer a cada uno que ame a la iglesia del Señor.

  • El boletín de la iglesia de Cristo de Vultee en Nashville, Tennessee, del 11 de mayo de 1965, dijo, «Nuestro campo de juegos estará listo el sábado, 11 de mayo. Creemos ahora que hay bastante césped para jugar pelota y otros juegos…El hermano Burnice Westbrooks trabajará con los jóvenes este verano, dedicándose especialmente a la recreación».
  • La iglesia de Cristo de «Downtown» en Searcy, Arkansas edificó un gimnasio y una cocina en 1982 por algunos 500,000 dólares.
  • Un boletín de 1966 cita el siguiente artículo de un periódico: «Los presbiterianos ganaron a la iglesia de Cristo ayer en un partido de la liga de iglesias».
    Iglesia de Cristo 000 000 0- 0 3 3
    presbiterianos 201 300 x- 6 8 0
  • La iglesia de Cristo en Madison, Tennessee, una iglesia sumamente liberal donde predicaba Ira North, editor del Gospel Advocate, tenía los siguientes programas en 1969 cuando ganó el premio sectario de una revista sectaria, Guideposts: Jardín de Infantes, taller de muebles, clases de coser para mujeres, un campamento, niños exploradores (boy scouts), clases de arte, clases de comunicación, etcétera.

Es bueno juntarse con otros cristianos para divertirse y jugar los deportes. Es la opinión del escritor que algunos hermanos deben buscar más recreación unos con otros. No obstante, esta diversión no debe ser pagada con las colectas de la iglesia local, pues es una institución únicamente espiritual.

¿Quién puede hallar autoridad bíblica por proyectos de diversión pagados por la iglesia? ¿Quién puede imaginar a la iglesia en Jerusalén del primer siglo con una piscina para nadar, un gimnasio, un equipo de béisbol, etcétera. La verdad triste es que la apostasía ya ha alcanzado un nivel en los Estados Unidos en el cual pocos se preocupan por la autoridad bíblica. Los viejos y humildes «restauradores» y aquellos hermanos que resistían a la sociedad misionera, estarían tristes al ver lo que pasa en muchas iglesias de Cristo hoy en día. Cristo está triste al ver Su patrón, dado a los cristianos, abandonado una vez más por hermanos que, aunque creemos que han actuado con buenas intenciones y motivos puros, al mismo tiempo han descuidado el patrón divino, así mostrando en parte una falta de espiritualidad.

DIVISIONES ENTRE HERMANOS

Para cuando llegó el año 1960 vino a ser obvio que los cambios de actitud juntamente con sus productos iban a dividir a muchas iglesias locales en los Estados Unidos. Es interesante notar que muchos observadores de la religión señalan que las divisiones entre hermanos son muy parecidas en sus características a la división del siglo pasado. David Edwin Harrell, un historiador, clasifica los resultados de las diferentes actitudes hacia la autoridad de las escrituras en las siguientes categorías:

(1) Las iglesias muy liberales – Hay un grupo de iglesias muy liberales que llevan la delantera en la apostasía. Muchas de éstas son congregaciones en las ciudades más grandes de Tennessee y Texas las cuales generalmente tienen miembros que han tenido éxito en los negocios y la vida social. Estas iglesias gastan grandes cantidades de dinero en programas de recreación. Muchas compiten con las sectas alrededores con sus edificios y programas de diversión. Las nuevas ideas y actitudes se manifiestan primero en estas iglesias.

(2) Iglesias moderadamente liberales – Hay un grupo de iglesias un poco más moderadas, que aceptan los primeros cambios que hubo en la apostasía pero que tal vez se sentirían incomodascon algunos de los programas más ambiciosos de las iglesias más liberales. Se encuentran la mayor parte de estas iglesias en los pueblos más pequeños y en los lugares rurales en el sur de los Estados Unidos.

(3) Iglesias cuidadosas – Una pequeña minoría de los miembros de iglesias conocidas, tal vez 10-15%, se oponen al institucionalismo. Según el historiador, David Edwin Harrell, este grupo es generalmente menos próspero que el grupo más liberal. También es un grupo generalmente menos educado (aunque cuenta con algunas personas bien educadas) y más estrictos. Como fue el caso en la división de la hermandad del siglo pasado, los hermanos más estrictos de hoy en día, no teniendo los números ni los recursos financieros que los hermanos más liberales, no pueden hacer trabajo tan imponente como lo pueden hacer los grupos más grandes. Por lo tanto, algunos de los hermanos institucionalistas se esfuerzan por representar a los hermanos cuidadosos como insignificantes y que están «muriendo». Este mismo esfuerzo fue hecho por los hermanos liberales en la división del siglo pasado para tratar de desacreditar a aquellos que se oponían a su sociedad misionera y a la música instrumental en el culto. No obstante, si la historia se repite (cosa que parece que siempre pasa), los hermanos fieles que mantienen las enseñanzas de Cristo alcanzarán en número a los hermanos más liberales que en aquel tiempo se constituirán una denominación, más y más degenerados por la liberalización.

CARACTERÍSTICAS DE LA APOSTASÍA MODERNA

Se ven las siguientes características en la apostasía de hoy en día. Son casi las mismas que se vieron en la apostasía del siglo pasado.

(1) La apostasía fue precedida por un período de prosperidad.

(2) La apostasía fue causada por un cambio en las actitudes de los miembros. Vinieron a ser menos estrictos, más preocupados por la educación de los predicadores, por los edificios de reunión, etcétera.

(3) El primer cambio fue un deseo de organizar las iglesias locales para sostener proyectos, instituciones y organizaciones humanas. Como en las apostasías anteriores, la apostasía de hoy comenzó con un cambio en la organización. Hombres sinceros pero equivocados se volvieron descontentos con la obra que pudieron hacer las iglesias locales trabajando independientemente y guardando su autonomía. Establecieron institutos sostenidos por las iglesias, que harían parte de la obra de éstas.

(4) Aunque el primer cambio les parecía insignificante, otros cambios mayores lo seguían. Los primeros cambios en una apostasía siempre parecen minúsculos. La elevación de un obispo sobre los demás parecía un cambio pequeño, pero fue el primer cambio en una apostasía larga. El establecimiento de la sociedad misionera en 1849 parecía muy insignificante en ese año, pero fue el primer paso en una apostasía que produjo la denominación liberal llamada «Iglesia Cristiana». El sistema de la iglesia «patrocinadora» parece a muchos hermanos hoy en día ser solamente un desvío pequeño, si alguno, del patrón divino, pero ya vemos que vino a ser el primer paso en la apostasía que cada día se aumenta con más ímpetu.

(5) Es obvio que muchos cristianos consideran que la iglesia universal es una alianza de iglesias locales en vez de una relación entre Dios y todos los salvos.

(6) La apostasía es gradual. A causa de la forma gradual que tiene toda apostasía, siempre hay personas sinceras y buenas que no se dan cuenta de los cambios porque no prestan debida atención. Así es el caso con la apostasía de hoy.

(7) La mayoría acepta los cambios y apostata. Lamentablemente lo que fue cierto en las primeras apostasías es el caso en la apostasía de hoy. La mayoría apostata.

EL PELIGRO ENTRE IGLESIAS HISPANAS

¿Qué tiene todo esto que ver con las iglesias hispanas? ¿Trata solamente de una disputa entre «norteamericanos»? El desarrollo está marchándo bien en muchos países hispanos. En México y El Salvador ya existen asociaciones oficiales «Iglesia de Cristo» con sus oficiales, presidentes, secretarios, etc. Es probable que organizaciones parecidas existan en otros países también. Iglesias en países hispanos sostienen institutos y participan en el evangelio social de igual forma que lo hacen congregaciones norteamericanas. Entre muchas iglesias hispanas la apostasía no es solamente un peligro, es una realidad actual.

El peligro es más severo donde hay mucha influencia norteamericana porque la apostasía comenzó en los Estados Unidos. Bill Reeves en su excelente librito, «La presente controversia en la hermandad», habla del peligro de la influencia norteamericana. Dice, «tal vez la tentación más grande que enfrenta a los hermanos en Cristo en otros países es la de aceptar todo cuanto hagan, practiquen y crean correcto las iglesias norteamericanas porque de ellas dependen en gran manera por la ayuda financiera que están recibiendo. Por no perder dicha ayuda, no querrán oponerse en nada abogado por ellas».

¿QUE HAREMOS?

Los siguientes principios bíblicos pueden ayudarnos a luchar en contra de la apostasía moderna:

(1) Obedecer I Corintios 4:6 y I Pedro 4:11 – Si todos nosotros solamente pensáramos en «lo que está escrito», jamás desearíamos organizar la iglesia universal para sostener instituciones humanas. Si habláramos solamente conforme a las palabras de Dios, nunca aceptaríamos que una iglesia local del Señor se desviara en diversiones y fiestas.

(2) Tener cuidado cuando gozamos de la prosperidad (Deut. 8:11-14) – Puesto que casi todas las apostasías están precedidas y acompañadas por la prosperidad, debemos tener mucho cuidado con la prosperidad material de este mundo moderno.

(3) Estar contento con la obra de las iglesias locales – Casi todas las apostasías han comenzado con una falta de confianza en la capacidad de las iglesias locales y un deseo para organizarlas en asociaciones y alianzas. Debemos guardar la autonomía de las iglesias locales, confiando en su habilidad de hacer la obra que Dios les da.

(4) Recordar que la iglesia de Cristo universal es una relación, no una alianza de iglesias locales (Hechos 2:47, Hebreos 12:25).

(5) Poner nuestra esperanza y confianza en Cristo, no en «La Iglesia de Cristo» (2 Cor. 4:5). Hay una diferencia muy sutil pero muy importante entre convertir a la gente a Cristo y convertirla a «la iglesia de Cristo». No es correcto decir, «Usted necesita a la iglesia de Cristo», sino decir «Usted necesita a Cristo». Entre algunos hermanos, especialmente aquellos que se están apostatando pienso ver un énfasis mal dirigido en su predicación a los perdidos. Parece que están tratando de atraer gente a la iglesia en vez de a Cristo. La iglesia, tan importante que es, no es la atracción que da Dios a un mundo perdido. Cristo es la única atracción. Una vez que la persona se entregue a Cristo, Dios le añade a Su iglesia y luego la persona sigue el plan de Cristo, trabajando y adorando a Dios en una iglesia local que respete la autoridad de las escrituras.

(6) Evitar la «neutralidad» y la indiferencia – Algunos hermanos dicen, «no me meto en estos problemas. Voy a quedarme neutral».
No hay nadie que ame la paz más que yo. Cuando hay problemas entre los hermanos no puedo dormir ni comer bien. Pero hay una cosa de más valor que la paz. Es la verdad.
Cuando iglesias del Señor están apostatando gradualmente es un pecado quedarse callado. Cuando el pueblo de Dios tuvo una batalla en Jueces capítulo 4, los habitantes de un pueblo, Meroz, se quedaban «neutrales». Jueces 5:23 dice, «Maldecid a Meroz, dijo el ángel de Jehová; Maldecid severamente a sus moradores. Porque no vinieron al socorro de Jehová». Hay algunos hermanos sinceros que piensan ser «neutrales» como los habitantes de Meroz, pero la neutralidad siempre es pecado a pesar de la sinceridad de aquellos que la practican. ¿Quién puede imaginar al apóstol Pablo quedándose callado frente a la apostasía venidera? Pablo advirtió a todos sus amados hermanos de la apostasía. Pablo amaba la verdad y a lo hermanos y no pudo quedarse callado frente al peligro. Así debemos ser hoy en día.

No es amor el ser «neutral». Es ser indiferente. Sí, cuesta algo tener convicciones y a veces uno pierde «amigos» por luchar en contra de la apostasía. Pero es mejor perder «amigos» que perder el alma. Quedarse callado o «neutral» es un pecado serio.

(7) Luchar con mucho amor – Y luego hay hermanos partidistas que tienen poca paciencia. Niegan la comunicación total con quienes consideran ser hermanos asociados en algún aspecto con el liberalismo. Tales hermanos, aunque muchas veces sinceros, ayudan al «liberalismo» al que quieren vencer.
Por supuesto no podemos participar con los errores de la apostasía. No podemos trabajar con hermanos que están apostatando como si nada estuviera pasando. Pero tenemos que obedecer los versículos bíblicos que nos mandan que restauremos a nuestros hermanos con «espíritu de mansedumbre», considerándonos a nosotros mismos (Gálatas 6:1). ¿Cómo podemos hacer eso si negamos la comunicación a nuestros amados hermanos institucionalistas? (Me refiero especialmente a hermanos de mente abierta y quienes nos dejan la puerta para intercambios sobre los problemas.)
La experiencia nos ha enseñado que normalmente cuando hermanos luchan en contra de la apostasía con amor, son los hermanos institucionalistas los que cortan las comunicaciones y vienen a ser poco corteses. Pero si hay una falta de comunicaciones, debe ser de parte del hermano errado que niega hablar, y no del hermano con la verdad. Tenemos que ser firmes con la verdad pero es preciso que expresemos y demostremos siempre el amor que nos motiva a luchar, reconociendo nuestras propias debilidades.

(8) Enseñar a nuestros hijos acerca de Cristo y de la necesidad de tener autoridad bíblica por todo lo que hacemos. La apostasía viene cuando los padres dejan de enseñar a sus hijos.
Si seguimos estas reglas bíblicas, no solamente podemos hacer nuestra parte en combatir la apostasía de hoy, sino también haremos nuestra parte para impedir apostasías en el futuro.

CONCLUSIÓN

Aunque hay problemas entre hermanos, yo soy optimista, especialmente en cuanto a mis hermanos de habla hispana porque no veo tanto entre ellos las actitudes flojas que veo entre muchos de mis hermanos en los Estados Unidos de habla inglesa. Anticipo ver a muchos de mis hermanos de habla hispana guardando la vieja fe en contra de los cambios sutiles de la apostasía. Ya son muchos los que están luchando con amor.

A pesar de las invenciones humanas, queda la semilla pura de la Palabra. Todavía es poderoso el evangelio y son muchos los fieles. Queda la esperanza del cielo para los fieles. El reino de Dios crecerá a pesar de la presunción humana.

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