Dos errores de un hermano sincero

"PEINADOS OSTENTOSOS"

Pregunta: "Hay un predicador sincero que exige que las mujeres en la congregación dejen el cabello suelto y que no lo atén o preparen porque la Biblia prohibe peinados ostentosos. ¿Cómo responder biblicamente? (Pregunta de Nueva York)
Contestación: Creo que el hermano se equivoca en dos puntos al hacer esta clase de prohibición.

(1) Interpreta mal la Biblia: Un análisis cuidadoso de los dos textos involucrados (I Tim. 2:9,10; I Pedro 3:3,4) revela que no condenan todo peinado, sino solamente los ostentosos. Tampoco condenan el oro, las perlas o los vestidos en sí, sino que las hermanas (o hermanos) traten de llamar atención a si mismas por estos adornos externos más que su carácter.
El comentarista Guy N. Woods, un hermano en Cristo, dijo de I Pedro 3:3,4,

La forma de exhortación aquí, llamada algunas veces un hebraísmo, es común en las escrituras. Jesús dijo, "Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece" (Juan 6:27). Si se tomaran literalmente estas palabras, prohibirían el trabajar por el pan diario. Pero si se toma en cuenta que las palabras son un hebraísmo, se da cuenta que sencillamente quieren decir que uno no debe dar la mayor parte de su atención a las cosas materiales, sino que debe dar prioridad a lo que dura por toda la eternidad. Así es el caso en este texto, I Pedro 3:3,4. El apóstol no prohibe en sí la joyería..."

En cuanto a peinados ostentosos, el comentarista Albert Barnes dice que muchas mujeres llegaron al extremo de entrelazar perlas e hilos de oro en su cabello, para llamar la atención a si mismas. Clemente de Alejandría dijo que las mujeres de su día no se atrevían en tocar sus cabezas, temiendo desarreglar así su cabello. Tenían el sueño como un terror porque hubo peligro de deshacer sus trenzas al estar durmiendo. Es esta clase de vanidad que la Biblia prohibe y no que las mujeres se preparen ni se arreglen de ninguna forma.

(2) El exigir una interpretación personal como ley: Este fue el error de los fariseos en cuanto al sábado. La ley dijo que los judíos no trabajaran el día sábado, pero los fariseos, no contentos con esto, dieron sus interpretaciones en cuanto a lo que era trabajar y exigieron estas interpretaciones como ley (Juan 5:10; 9:16, etc.).
La Biblia habla de ropa modesta, de evitar peinados ostentosos, etc., pero no especifica tamaños de faldas ni describe en forma detallada lo que es "ostentoso". Significa que Dios ha dejado estas cuestiones en manos de nosotros como individuos. Cada cristiano tiene que determinar por si mismo en base de los principios bíblicos, la ropa que debe llevar, como va a peinar su cabello, etc. Van a haber diferentes juicios entre hermanos sinceros y aunque tenemos derecho de hablar con amor acerca de ellos, no tenemos derecho de imponerlos como ley en la iglesia. Sería errar en la misma forma que erraron los fariseos al imponer su interpretación acerca de lo que era "trabajar" en el sábado.
Personalmente, creo ser más estricto que muchos hermanos en cuanto a la ropa inmodesta. He publicado artículos en este boletín acerca del peligro de ella y he hablado con muchos hermanos de mis preocupaciones. Pero no me atrevo en hacer una ley en la iglesia de mi juicio personal en cuanto al asunto. Respeto a hermanos que no son tan estrictos en cuanto a la ropa, cuando veo que aceptan el principio de modestia, pero honestamente no lo interpretan en una forma tan estricta cómo yo.. Trato de convencerles pero no forzarles. Creo que así Cristo quiere que tratemos estos asuntos.