A veces los hijos piensan que cualquier disciplina de sus padres les exaspera, pero la Biblia enseña claramente la importancia de castigar a los hijos que se rebelan (Prov. 13:24; 29:15; Hebreos 12:7-11, etc.). Pero, sí, los padres pueden exasperar (exitar, agitar, provocar [léxico de Vine]) a sus hijos en tal forma que violan este texto.
(1) Criticar mucho, alabar poco.
* Tú eres estúpido.
* ¿No puedes hacer nada bien?
El abuso verbal es peor que el físico, quitando la confianza de nuestros hijos
Es interesante notar cuánto Jesús alabó a sus hijos, los discípulos.
* Mateo 16:17 ...bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.
* Mateo 19:28 Y Jesús les dijo, De cierto os digo que en la resurrección, cuando el Hijo del Hombre se siente en el trono de su gloria, vosotros que me habéis seguido también os sentaréis sobre doce tronos, para juzgar a las doce tribus de Israel.
Aunque Jesús tuvo que corregir a sus discípulos, lo hizo solamente después de alabarles y demostar su confianza en ellos.
Pablo hizo lo mismo al escribir a sus hijos en la fe.
* 1 Tesalonicenses 1:7 ...habéis sido ejemplo a todos los de Macedonia y de Acaya que han creído.
* Filemón5,6 ...oígo del amor y de la fe que tienes hacia el Señor Jesús, y para con todos los santos.
Sigamos el ejemplo de Jesús y de Pablo, alabándo a nuestros hijos con optimismo, confiando en Dios para ayudarles a vencer los desafíos de la vida y tener vidas felices y significativas.
(2) Substituir los gritos por la disciplina.
No es malo en sí que nuestros hijos vean la cólera justa e indignación frente a la rebelión, pero algunos padres substituyen los gritos y las palabras fuertes por la verdadera corrección. Gritan mucho y corrigen poco. En vez de muchos gritos, debemos disciplinar a nuestros hijos aplicando la vara en casos de rebelión de los niños, o quitando privilegios en otros casos. El substituir los gritos por la corrección de nuestros hijos les exaspera.
(3) Comparar a sus hijos con otros.
* Ojalá que sacaras buenas notas como Juancito,
* ¿Por qué no eres tan inteligente como tu hermana?
Este tipo de comparación negativa siempre exaspera a nuestros hijos. Cada hijo es diferente, con sus propios defectos y fuerzas. El compararles con otros en forma negativa nunca les motiva, sino les hace sentir como fracasos.
(4) Castigo sin dominio propio, no dado por el amor
El amor siempre es el motivo de la disciplina bíblica (Proverbios 13:24). Lamentablemente muchos actos llamados disciplina, actualmente son motivados por la venganza y no el amor. (Pasa lo mismo con la disciplina en la iglesia.) El pegar al niño en la cara, o el pegarle sin dominio propio para vengarse de él es el abuso físico y no es disciplina. Los padres que así maltratan a sus hijos rendirán cuenta a Dios.
(5) La disciplina inconsistente
Los padres tienen la tendencia de castigar a sus hijos conforme a su estado emocional. Si se levantan con el derecho, los hijos pueden hacer toda clase de maldad sin recibir nada de castigo. Pero si se levantan con el izuierdo, cualquier acción de parte de los niños les trae la ira. Este tipo de castigo caprichoso hace mucho daño a los hijos porque ven que no tiene nada que ver con el amor, sino con los caprichos de los padres.
Se citan muchos textos como Efesios 6:1-3 y Colosensesc 3:20 que hablan de la importancia de obedecer los hijos a los padres. Pero, los padres deben siempre tener en mente versículos como Efesios 6:4 y Colosenses 3:21 que les advierten a no provocar a sus hijos a la ira ni exasperarlos.