De Creced 8/93

Al ver errores en otros, algunos individuos rechazan toda cosa que hacen esos, aun practicas loables. Botan lo bueno junto con lo malo.

Jesús no se equivocó así. Jesús condenó energicamente a los fariseos y escribas en Mateo 23:23 porque tuvieron cuidado con el diezmar la menta, el eneldo y el comino, pero no con "los preceptos de más peso de la ley". Pero al reprenderles, Jesús dijo que debían mantener su cuidado con la aplicación del diezmo (práctica judía y no cristiana). Dijo, "Esto era necesario hacer" ("la justicia, la miseridordia y la fe") "sin dejar de hacer aquello" (tener el debido cuidado con el diezmo). Una cosa, el ejercer la justicia, la misericordia y la fe, no excluyó la otra, el tener cuidado con ciertos actos enseñados en la ley de Moisés que fue escrita para ellos.

Un hermano (F. Lagard Smith) dijo que en las iglesias de Cristo de las cuales era miembro se daba mucho énfasis a las epístolas y a "la iglesia" y poco a los evangelios (Mateo, Marcos, Lucas y Juan) y la persona de Jesucristo. Usó esta falla como pretexto para justificarse al no dar importancia al patrón bíblico en cuanto a la suficiencia de las iglesias locales.

Creo que el hermano tuvo cierta razón en su crítica. Conozco a algunos pocos que se llamen "conservadores" que dan mucha importancia a cosas "externas" como el evitar la música instrumental, el exigir la organización bíblica en una iglesia local, etc. No obstante, su orgullo, sus insultos carnales, su materialismo y egoismo indican que no conocen a Jesucristo y no están llegando a ser como El. Es verdad que estudian poco la vida de Cristo.
Otras críticas parecidas, las cuales tienen algunas veces algo de razón, son dadas como pretextos por los que quieren dejar de tener cuidado con la autoridad de las escrituras.

¿Pero el hecho de que algunos en ciertas iglesias ignoran la persona de Jesucristo justifica el ignorar también las enseñanzas inspiradas en cuanto a la suficiencia de las iglesias locales e instrucciones para las mismas las cuales se revelan en las epístolas? ¡De ningún modo! ¡Se puede imitar a Cristo en la vida personal dando énfasis a Su persona y a la vez tener cuidado en cuanto a Su autoridad para las iglesias! ¡Una cosa no excluye la otra! "Esto era necesario hacer sin dejar de hacer aquello".

Gracias a Dios que hay muchos que quieren imitar a Cristo en la vida cotidiana a la vez respetar Su autoridad en todo. Imitemos a Cristo, sin dejar de tratar Su patrón para las iglesias con sumo respeto. No botemos lo bueno junto con lo malo.