“¿”Por qué debemos imitar a los primeros cristianos”?

De Creced 3/2015

Fue una pregunta que me hizo un hermano “progresista.” Estábamos discutiendo si las congregaciones de Cristo deben ser autónomas, o, si deben unirse en conjuntos, alianzas y diócesis. Yo hice el punto que debemos imitar a los primeros cristianos fieles que fueron enseñados por los apóstoles inspirados por Cristo y así provoqué la pregunta que forma el título de este artículo.

El principio de imitación en el Nuevo Testamento

Textos acerca de la imitación

* Filipenses 3:17 – “Hermanos, sed imitadores de mí, y mirad a los que así se conducen según el ejemplo que tenéis en nosotros.”

* 1 Corintios 4:16 - “Por tanto, os ruego que me imitéis.”

* 1 Corintios 11:1 - “Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.”

* 1 Tesalonicenses 1:6 - “Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con gozo del Espíritu Santo.”

* 1 Tesalonicenses 2:14 – “Porque vosotros, hermanos, vinisteis a ser imitadores de las iglesias de Dios en Cristo Jesús que están en Judea...”

* 2 Tesalonicenses 3:7 - “Porque vosotros mismos sabéis de qué manera debéis imitarnos; pues nosotros no anduvimos desordenadamente entre vosotros.”

* 2 Tesalonicenses 3:9 – “No porque no tuviésemos derecho, sino por daros nosotros mismos un ejemplo para que nos imitaseis.”

* Hebreos 6:12 - “A fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.”

* Hebreos 13:7 – “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.”

* 3 Juan 11- “Amado, no imites lo malo, sino lo bueno.”

El concepto de imitar a otros cristianos fieles se encuentra en todas partes del Nuevo Testamento. Por ejemplo, fíjese en los textos en el recuadro.

De estos textos y otros más vemos que sí es importante que imitemos primero a Jesús, pero también a los cristianos fieles que fueron enseñados por Sus primeros discípulos.

Objeción - Al hacer este punto con un hermano, él me respondió, “Estos textos no tienen nada que ver con el imitar a los primeros cristianos con respecto a la autonomía de las congregaciones ni su forma de adorar.”

Respuesta – Los textos que nos exhortan a imitar a otros cristianos fieles por lo general no son muy específicos sino amplios. Debemos imitarlos en muchas áreas: la fe, el valor frente a la persecución, el evitar la carne sacrificada a los ídolos, el trabajo, etcétera. ¿Qué sentido hay en decir que debemos imitarlos en muchos aspectos pero no con respecto a su forma de adorar a Dios en forma congregacional (1 Cor. 11,14) y la organización sencilla de las congregaciones independientes? ¡Debemos imitarlos en todo lo bueno!

Las consecuencias de decir que la imitación no es importante

Muchas veces los que argumentan que no es importante imitar a los primeros cristianos, lo hacen para defender el uso de una guitarra en la adoración o el organizar un grupo de iglesias para llevar a cabo algún proyecto a nivel regional o nacional. No se dan cuenta de que las consecuencias lógicas de rechazar la importancia de imitar a los primeros cristianos fieles nos lleva más allá de una pequeña guitarrita o algún instituto sostenido por unas pocas iglesias.

Si no es importante seguir lo mejor que podemos el ejemplo de los primeros cristianos con respecto a cómo adorar a Dios en las asambleas y la organización de las congregaciones (Hechos 14:23; 1 Pedro 5:1-4) entonces…

* Podemos adorar como queramos según nuestra voluntad, inclusive con el agua bendita, los rosarios, el incienso, la misa latina, etcétera. O, si preferimos el estilo moderno en el mundo evangélico, podemos adorar a Dios con el estilo del espectáculo— con conjuntos musicales a estilo del merengue, de mariachi, de rock, etcétera. También, si no es importante imitar a los primeros cristianos fieles, están bien los espectáculos de láser , las máquinas para fabricar humo, el tocar a la gente para que caigan o lo que nos parezca bien.

* Podemos organizarnos como nos parezca bien – inclusive con obispos regionales, arzobispos, cardenales y aun el Papa . O si preferimos el estilo protestante, podemos organizarnos con convenciones nacionales e internaciones (ya hay entre iglesias conocidas de Cristo), con credos, presidentes, vicepresidentes, arzobispos, etcétera.

En fin, el rechazar la verdad bíblica que Dios quiere que imitemos a los primeros cristianos fieles lo mejor que podemos abre la puerta para todo tipo de organización y proyecto que glorifique al hombre en vez de a Dios. Estemos contentos con el sistema sencillo de Jesucristo reflejado en los primeros cristianos fieles los cuales fueron enseñados por los primeros discípulos — sencillez en cuanto al amor no fingido, en cuanto al servicio humilde y también en cuanto a la adoración en las asambleas de los santos y su organización. Todos estos aspectos de imitación forman un paquete el cual promueve la humildad y glorifica a Dios y no al hombre. Si decimos que no importa la imitación en un área espiritual, pronto nos lleva a la presunción humana en todas .